Su utilización definitiva dependerá de la negociación que mantienen oficialistas y opositores, pero la Cámara de Diputados ya tiene una aplicación tecnológica para que sus integrantes puedan sesionar en forma remota y que el Congreso vuelva a funcionar en medio de la pandemia. El sistema, que fue construido por 40 desarrolladores y técnicos del Poder Legislativo, también podrá ser utilizado en el Senado, cuyas autoridades siguen en detalle el proceso, pero su estreno podría concretarse en las próximas semanas en el recinto de la Cámara baja.
Se lo conoce como sistema de "verificación de identidad para acciones legislativas a distancia" y fue diseñado en base a dos experiencias del extranjero: el sistema que usa el Congreso de los Diputados de España y la Cámara baja de Brasil.
En diálogo con Letra P, los diputados oficialistas confirman la predisposición para realizar una sesión presencial y reformar el reglamento, pero son meticulosos en la utilización de las palabras. No hablan de "sesión virtual". Como lo hacen en la Legislatura de Mendoza, sólo se limitan a hablar de una sesión realizada "en otro lugar", distinto al recinto, por razones de emergencia previstas por la ley.
Ese concepto también cuenta con un desarrollo tecnológico en la Legislatura de Misiones, que preside el exgobernador Carlos Rovira. Esas experiencias, junto a las extranjeras, abrieron la ventana para el uso de mecanismos telemáticos, donde la clave estará centrada en la ciberseguridad de la conexión y en la triple verificación de la identidad de las y los diputados y senadores.
La aplicación permitirá que cada legislador pueda sesionar en forma remota fuera del recinto. Cuenta con dos instancias de validación de la identidad, que utiliza el sistema BIOS, administrado por el Registro Nacional de las Personas (ReNaPer), que posee el almacenamiento de las datos biométricos de toda la población. A esa base de datos recurrirá la aplicación, con la utilización de una foto del diputado y su corroboración mediante una imagen en tiempo real. Se hará dos veces en la sesión remota: cuando el diputado ingresa al sistema, con su nombre de usuario y clave, y cuando vaya a emitir su voto. En ambos casos el sistema buscará reconocer los rasgos faciales del legislador y los comparará con la base del ReNaPer.
Aunque el prototipo está en la última fase de perfeccionamiento, en la Secretaría General de la Cámara, a cargo de Juan Manuel Cheppi, confiaron que los sistemas de seguridad también incluirán el envío de un mensaje de texto al celular de cada diputado para completar el proceso de verificación de su identidad.
Todo el sistema funciona mediante la red interna de la Cámara de Diputados, que cuenta con un centro de datos propio y una serie de resguardos de seguridad para evitar hackeos y filtraciones. Su conexión es provista por ARSAT, la empresa estatal de telecomunicaciones que ofrece transmisión de datos, telefonía y televisión con infraestructura que incluye un satélite propio.
Con las conexiones y los datos bajo resguardo, cuando cada diputado valide su identidad, ingresará a la aplicación donde podrá ver el orden del día para la sesión y una pantalla del hemiciclo, donde podrá visualizar la cantidad de colegas presentes y, como en el recinto, será notificado cuando se haya reunido el cuórum necesario para sesionar.
Cuando cada legislador haya acreditado su identidad, podrá participar de la sesión de acuerdo a la conducción de la autoridad de la cámara, pero deberá acreditar nuevamente sus rasgos faciales cuando llegue el momento de la votación.
Cerca del presidente del cuerpo, Sergio Massa, explicaron a Letra P que, "como se trata de un sistema remoto para uno de los poderes del Estado, todo debe estar radicado en servidores nacionales". En este caso, los datos son resguardados dentro de la Cámara, pero ARSAT provee una conexión "Tiar 3", es decir, "el nivel más alto de seguridad disponible".
La primera fase de la "despapelización" que dio origen a la nueva aplicación se concentró en la implementación de la "firma digital" para que cada diputado pueda enviar proyectos a la distancia. Por la pandemia, no todos los 257 miembros de la Cámara pudieron registrar su rúbrica en las oficinas del cuerpo, pero ya funciona un sistema de validación mediante los mails oficiales de cada legislador. Ese mecanismo ha permitido que, al cierre de esta nota, la Cámara tenga 678 proyectos presentados en forma digital que, si las negociaciones políticas llegan a buen puerto, podrán ser debatidos en forma remota por primera vez en la historia del Congreso.
Hasta ahora, sus miembros han trabajado mediante reuniones remotas de comisiones e informativas realizadas por nueve ministros del Poder Ejecutivo que ofrecieron informes a los legisladores sobre las medidas adoptadas durante la cuarentena. Con ese training de comunicación online, los diputados podrían protagonizar las próximas sesiones a distancia sin salir de sus provincias ni de sus domicilios.