Anular el límite a las reelecciones indefinidas en territorio bonaerense sigue siendo tema de debate. Como publicó Letra P, la política se prepara para un aluvión de caras nuevas: la ley vigente dejará sin margen de competencia a 95 de los 135 intendentes e intendentas en 2023. En ese marco, hay ocho casos particulares. Son los de quienes asumieron entre 2015 y 2019 sin haber sigo elegidos por el voto popular, representantes que llegaron por primera vez al ejecutivo local, reemplazando a jefes comunales con pedidos de licencia por mudanza a otros cargos ejecutivos o legislativos.
La prohibición de un tercer mandato consecutivo podría tocarlos si quedan atados a la letra de la normativa. El proyecto sancionado a mediados de 2016 tiene en cuenta como primer mandato a aquel que comenzó en diciembre de 2015 y “abarca a quienes habiendo sido reelectos en el mismo cargo para un segundo mandato consecutivo hayan asumido sus funciones y ejercido por más de dos años continuos o alternados”.
PROTAGONISTAS. General Paz, Ranchos, es un caso particular. Juan Manuel Álvarez reemplazó al ex intendente Juan Carlos Veramendi aún durante el mandato 2011-2015. Tras asumir en diciembre de ese año, Veramendi pidió licencia por motivos de salud, situación que fue prorrogada durante casi todo el periodo 2015-2019, según detalla el portal local Multimedio Digital. De cara a la vuelta electoral 2023 a Álvarez se le contabilizarán dos mandatos.
Además, del intendente de Ranchos, uno de los primeros en aterrizar en el sillón municipal sin haber sido elegido para esa función fue Jaime Mendez, en San Miguel. Luego que el Concejo Deliberante aprobara el pedido de licencia de Joaquín de la Torre, quien tras sumarse a Cambiemos fue convocado por la entonces gobernadora María Eugenia Vidal para ocupar el cargo de ministro de Producción, asumió el primer concejal electo, Méndez, quien hasta el 4 de agosto de 2016 se desempeñaba como secretario de Obras Pública del municipio.
Para diciembre de 2019 había estado al frente del municipio tres años y cuatro meses. Las cuentas indican que transita su segundo mandato consecutivo y que no podría volver a competir en 2023.
Sin urnas mediante, en mayo de 2017 asumió el máximo cargo en San Nicolás Manuel Passaglia, primer concejal de la lista que había posibilitado la reelección de Ismael Passaglia, su padre. Durante la gestión de Vidal, el exintendente no sólo abandonó las filas del Frente para la Victoria (FpV) sino que fue convocado para conducir el Instituto de la Viveienda bonaerense. Hasta entonces, su hijo era secretario de gestión del municipio. Para octubre pasado, mes de la elección, Manuel Passaglia llevaba dos años y cinco meses al frente del municipio. Es decir, tampoco podrá aspirar a otro mandato en 2023.
Las elecciones legislativas de 2017 dieron paso al pedido de licencia de tres mandamases. En Bolívar, centro de la provincia, Eduardo “Bali” Bucca licenció su cargo para asumir una banca en la Cámara de Diputados de la nación. En su reemplazo juró Marcos Pisano.
Un recambio igual se dio en Florencio Varela y en General Alvear. En el distrito del conurbano, el histórico intendente peronista Julio Pereyra dejó el sillón provincial para asumir una diputación provincial por Unidad Ciudadana. En su lugar juró quien hasta ese momento se desempeñaba como secretario de Gobierno, Andrés Watson.
En el distrito de la Sétima sección, el radical Alejandro Celillo dejó el municipio luego de ser elegido senador provincial. Lo reemplazó Ramón Capra, por entonces presidente del Concejo Deliberante. Los tres intendentes cumplieron dos años en la gestión al asumir como jefes comunales en diciembre pasado.
En 2018 asumieron los jefes comunales restantes que no fueron elegidos para cumplir esa función en 2015. En febrero asumió en Ayacucho el presidente del Concejo Deliberante, Emilio Cordonnier. Llegó al sillón de la intendencia luego que el radical Pablo Zubiaurre renunciara tras seis años al frente de la comuna. A diciembre de 2019, Cordonnier llevaba un año y diez meses al frente del municipio.
José Nobre Ferreira se convirtió en intendente de Guaminí en septiembre de 2018. Llegó a ese cargo luego que el peronista Néstor Álvarez renunciara para mudarse a Ciudad de Buenos Aires donde tenía a toda su familia. La declinación llegó luego de que se le ofreciera un lugar en la Defensoría del Pueblo. Cuando el 10 de diciembre pasado volvió a jurar como intendente, Ferreira llevaba un año y tres meses cumpliendo esa función.
OTROS CASOS. En el presente periodo hay dos jefes comunales que ocupan esos cargos sin haber sido elegidos. En San Martín asumió Fernando Moreira luego de que Gabriel Katopodis fuera convocado por el presidente Alberto Fernández para encabezar el Ministerio de Obras Públicas. Hasta ese momento, Moreira era el Jefe de Gabinete municipal.
En enero de este año, el massista Javier Osuna fue designado presidente de Autopistas de Buenos Aires Sociedad Anónima (AUBASA). En su reemplazo, asumió en General Las Heras el primer concejal Marcelo Sartori.