"¡Qué lindo tenés el pelo, Malena!". Cristina Fernández de Kirchner rompió la tensión de la expectativa con un comentario amable dedicado a la primera candidata a legisladora por la Primera sección electoral bonaerense Malena Galmarini. Sergio Massa y su esposa la esperaban hacía poco más de media hora en un salón tipo living junto al candidato a gobernador Axel Kicillof, su compañera de fórmula, Verónica Magario; algunos intendentes y colaboradores. El clima se distendió rápido, entre charlas sobre las campañas nacional y bonaerense, y la reunión terminó con una foto veloz que salió en apenas dos clicks. Seis años después de la ruptura, la ex presidenta y su ex jefe de Gabinete mostraban por primera vez en público, este sábado en Malvinas Argentinas, el reencuentro que ya habían sellado en privado.
El trámite de la foto estaba cumplido. Cristina todavía se arreglaba en un camarín cuando los equipos de prensa hicieron circular la imagen de la cumbre. Minutos después, Massa, Galmarini, Kicillof y Magario ingresaban al estadio DirectTV Arena para ubicarse en los asientos de la primera fila reservados para ellos frente al escenario, desde donde la ex presidenta haría la presentación de su libro, "Sinceramente". La militancia los ovacionó.
SEIS AÑOS DE MÁXIMA TENSIÓN
La relación entre Massa y Cristina se rompió definitivamente en 2013, cuando el tigrense decidió armar el Frente Renovador, con el que derrotó al kircherismo en las elecciones legislativas. Desde entonces, Massa se convirtió en un férreo opositor. En 2015, su postura ante el ballotage terminó más cerca de Macri que de Daniel Scioli y durante los primeros dos años de gobierno de Cambiemos mantuvo un diálogo fluido con el oficialismo. Desde su ancha avenida del medio, hizo campaña con un eslogan que cargaba duro contra CFK: "Ni corrupción ni ajuste".
Las conversaciones se retomaron en 2018. Desde entonces, kirchneristas y massistas construyeron pacientemente el camino de la unidad -que para Massa no era posible con Cristina en primer plano-, desandaron un camino que parecía no tener retorno y sepultaron choques de alto voltaje que incluyeron, por ejemplo, el episodio del gendarme en la casa de los Massa durante la campaña de 2013.
El acercamiento terminó con la conformación del Frente de Todos, en junio de este año, con el objetivo de desbancar al gobierno de Macri.
En la previa, se percibía en el estadio la ansiedad y la alegría por el reencuentro. "Estuve recién con Sergio y con Malena. A mí me vienen acompañando a muchos actos. Se está dando de una forma muy sencilla y armónica la integración, con mucho entusiasmo”, le dijo Kicillof a Letra P antes de que comenzara el acto, mientras en las sillas se acomodaban massistas y kirchneristas. Quienes siguen de cerca la campaña aseguran que la relación entre el ex ministro y el líder del Frente Renovador es mucho más que buena.
Debajo del escenario, la diputada camporista Luana Volnovich charlaba con Sebastián Galmarini mientras Leopoldo Moreau, diputado del Frente para la Victoria, se preparaba para volver a compartir un acto con su hija, la diputada del Frente Renovador Cecilia Moreau, y los massistas Mirta Tundis y Jorge Donofrio se mezclaban con Leonardo Grosso y los kirchneristas Cristina Álvarez Rodríguez y Rodolfo Tailhade. Los intendentes Ariel Sujarchuk, Gabriel Katopodis, Juan Zabaleta, Julio Zamora y Fernando Gray esperaban junto a su par anfitrión, Leonardo Nardini.
"Hoy toca Cristina en Malvinas Argentinas", dijo el escritor Marcelo Figueras, encargado de entrevistar a la ex presidenta en la gira de presentaciones de su libro. CFK irrumpió en el escenario ante una militancia enfervorizada, que la recibió con el clásico "vamos a volver" y le celebró cada palabra.
Durante casi 50 minutos, Cristina hizo un recorrido un tanto desordenado por distintos temas que aborda el libro, pero esquivó algunas propuestas temáticas de su interlocutor, como las declaraciones de María Eugenia Vidal sobre el consumo de marihuana en las clases medias y bajas, y mantuvo siempre el eje en lo económico, que usó para criticar al presidente Mauricio Macri y a la gobernadora.
Con Massa escuchando en la primera fila, invocó a Guillermo Nielsen por la renegociación de la deuda durante el gobierno de Néstor Kirchner, elogió a Alberto Fernández por haber instalado la discusión en torno a las Leliqs, le pegó a Martín Lousteau, a quien señaló como el ideólogo de la resolución 125, y levantó la candidatura de Kicillof. Al pasar, nombró al líder del Frente Renovador. "Ahí lo veo a Sergio, nuestro primer candidato a diputado por la provincia de Buenos Aires”, dijo en medio del tramo destinado al endeudamiento. Massa respondió con una sonrisa y un pulgar arriba. El estadio aplaudió el momento que esperaba.
El relato saltó en varias oportunidades. Cristina dio algunas órdenes, "no silbar (a Vidal), pensar, hablar y trabajar" y se refirió a las metáforas que usa el Gobierno para graficar la crisis, como aquella que indica que "estamos cruzando un río". Por último, apuntó al objetivo. “Los que nos habíamos distanciado nos volvemos a juntar porque sabemos que es mucho más importante la Argentina que nuestras diferencias", dijo, casi sobre el cierre, en referencia a la reconciliación con Massa. Incluso, ensayó una suerte de autocrítica. "Hemos podido desendeudar a la Argentina, hacerla crecer, con aciertos y errores. Porque también nos equivocamos, también nos equivocamos”, repitió. El líder del Frente Renovador, Galmarini y la dirigencia del massista aplaudieron con una sonrisa todavía algo incómoda mientras intentaban acomodarse al "vamos a volver" ajeno, que ahora los incluye. "Ya nos dimos cuenta de que cuando nos peleamos entre nosotros nos devoran los de afuera", insistió Cristina.
Para la segunda parte quedó la foto más política, menos posada, más cómoda para todos. Una vez finalizado el acto, Cristina, Massa, Kicillof y Magario salieron juntos a saludar a la militancia, que los esperaba frente a las pantallas que transmitieron el acto para los que no lograron ingresar al estadio, con capacidad para 10 mil personas. Ni la ex presidenta ni el líder del Frente Renovador, que charlaron brevemente al oído, tomaron la palabra. El micrófono quedó solo para Kicillof, la apuesta del Frente de Todos en la provincia de Buenos Aires, que recibió por parte de Massa un larguísimo abrazo final.
En la previa, el líder del Frente Renovador lo había alentado con los números de las encuestas y Cristina había elogiado ante todos el acto que compartieron en San Martín esta semana junto al intendente Katopodis. "Qué lindo formato, qué bien todos", dijo la ex presidenta tras comentar con entusiasmo el resultado de la gira de Fernández por Córdoba en el breve encuentro - no duró más de 10 minutos - que mantuvieron antes de la foto.
El miércoles, todos volverán a verse en Rosario en el acto de cierre de campaña, en el que hablarán Cristina y Fernández. La necesidad de mostrar públicamente la novedad del reencuentro ya habrá pasado para alivio de kirchneristas y massistas, que dieron vuelta la página.