ELECCIONES 2019 | TODOS

Viaje en Clio a la campaña de Kicillof

Letra P acompañó al candidato al interior bonaerense. Reuniones con productores rurales y jubilados, abrazos con Massa y entrevista con Fantino. Kicimóvil, mandarinas y pogo por una selfie.

“Hacemos un lindo quilombo cada vez que venimos al interior”. El precandidato a gobernador de Buenos Aires por el Frente de Todos, Axel Kicillof, está por bajar del Renault Clio que se convirtió en el fetiche de su campaña y que incluso tiene su propia cuenta de Instagram. En la puerta de la Municipalidad de Navarro hay decenas de personas de diferentes edades que lo esperan. Es algo más de la una de la tarde y adentro del edificio aguarda el intendente,  Santiago Maggiotti. El Clio gris modelo 2011 estaciona en la puerta, el precandidato baja y los aplausos cortan la tranquilidad del pueblo en vacaciones de invierno. Un rato antes, bajaba de su camioneta, con menos fama que el kicimovil, el primer precandidato a diputado nacional de la fuerza, Sergio Massa. Es el tramo final de la campaña hacia las elecciones Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) del 11 de agosto. Según algunas encuestas, Kicillof está unos puntos arriba de la gobernadora María Eugenia Vidal, pero su comando de campaña no se altera. “Hay que sacar de siete puntos para arriba de diferencia”, dice uno de los responsables territoriales de la campaña. Kicillof no habla de encuestas. Durante el día que compartió con Letra P, el precandidato optó por apilar reclamos a la gestión provincial, visitar obras inconclusas, mostrarse con intendentes peronistas y darles algunas pistas a los productores rurales sobre cómo debe funcionar el Banco Provincia y su política crediticia. En el medio, incursiona en televisión y graba una entrevista con Alejandro Fantino. La jornada termina entre fotos, abrazos y empujones para llegar hasta un saludo de despedida. “Esto que acabamos de hacer lo hicimos durante tres años y medio”, le dice el candidato a este medio. 
 

 

BIO. Actual diputado nacional por Unidad Ciudadana, ganó exposición al asumir como ministro de Economía de Cristina Fernández de Kirchner (2013-2015). Al frente de la cartera, puso en marcha el Plan Progresar, Precios Cuidados y comandó el acuerdo con Repsol por la expropiación de YPF. Antes, se había desempeñado como secretario de Política Económica y Planificación del Desarrollo del ministerio de Economía. Fue subinterventor de YPF hasta la sanción de la Ley de Soberanía Hidrocarburífera y CEO. Luego, subgerente de Aerolíneas Argentinas (2009-2011). Es investigador del Conicet y de la UBA, donde se desempeñó como docente de la Facultad de Ciencias Económicas.


El día de campaña arranca en Plomer, una localidad rural que pertenece al partido de General Las Heras. Es un territorio gobernado por Javier Osuna, intendente del Frente Renovador. El líder del espacio que llegó a Todos, Sergio Massa, acompaña a Kicillof en casi todas las paradas de la recorrida por el interior no profundo de la provincia del 37% del padrón nacional. Hay un saludo al costado del camino. Massa no abandona su atuendo renovador. Camisa celeste planchada, impecable. Kicillof, como acostumbra: pantalón de corderoy y zapatillas color gris, polera negra y campera negra. “Llegué temprano para que después no digan que soy impuntual”, bromea Massa. Es cierto que solía arribar fuera del horario pactado a las actividades de campaña. Ahora cambió. Lo escolta el diputado y jefe del bloque del Frente Renovador en la Cámara baja bonaerense, Rubén Eslaiman. También está el intendente de Mercedes, Juan Ustarroz.  La comitiva va al jardín 904 de Plomer.

 

Allí, hay una escena que materializa el “rompieron todo” que suele repetir Kicillof en discursos y entrevistas para castigar a Cambiemos. Se trata de una obra paralizada desde principios de 2018. El intendente da detalles sobre cómo el municipio tuvo que garantizar la continuidad de las clases trasladando a los alumnos a un salón multiusos (SUM). “Lamentablemente, si no fuera por el municipio, las clases no se estarían dictando”, dice Osuna ya en rueda de prensa. Luego, el precandidato a gobernador elogiará al jefe comunal y también a Massa. Todos enfilados.

 

En la conferencia de prensa, los medios de General Las Heras le preguntan a Massa si él bajó una lista local que buscaba disputarle la interna a Osuna. El líder del Frente Renovador dice que “hay que dejar de lado las pretensiones personales” y se pone como ejemplo. También remarca que hay que votar “a Alberto y a Cristina”, todo en la antesala del reencuentro público que mantendrá con la expresidenta. Massa agarra un mate y se saca fotos. Kicillof también. Pero está claro, el que tiene mayor atención por estos días es el ex ministro de Economía.
 

 


Después de visitar el jardín, Kicillof, Massa y Osuna se trasladan al centro de Las Heras. “Esto que vi recién, se da en muchísimos lugares. Cartel y obra parada”, le dice el precandidato a Letra P, a bordo del kicimóvil. Ahora hay más ambiente de campaña. Un tráiler con parlantes hace sonar los jingles que le hicieron y terminó adoptando. La Gran Bestia Pop de Patricio Rey sus Redonditos de Ricota con letra kicillofeada. También suena la adaptación de Just Can't Get Enough de Depeche Mode. El teclado inconfundible de los ‘80 con un estribillo simple: nombre y apellido. “Para la provincia, hay gobernador es Axel Kicillof, es Axel Kicillof” y, con menos repetición, “el PimPum para la Provincia, Axel Gobernador” del repetido reggateon “Leña para el carbón”. La gente le saca fotos al auto.

 

***

 

El Clio se traslada por la ruta provincial 40 con destino a Navarro. Viajan el precandidato, su vocera Jésica Rey y uno de los jefes de campaña y conductor del auto en cuestión, Carlos Bianco. El economista y ex funcionario de Cancillería fue alumno de Kicillof y luego pasó a dar clases con él en Economía II, en la carrera de Sociología en la UBA. En la etapa preelectoral, Bianco fue uno de los que construyeron los puentes para que el Clio cruzara la avenida General Paz y fuera recibido por referentes del peronismo territorial en el interior bonaerense. Al cierre de esta crónica llevaba recorridos 160.200 km.

 

-¿Me das una mandarina? -pide Kicillof a su vocera. Rey le pasa una fruta.
-Pará, esto es naranja.
-Ya sabía que se venía el chiste -dice ella. 
-¿Es naranja o mandarina? Nunca lo sabremos -se burla el precandidato.

 

Kicillof acusa que el gobierno busca distraer la campaña y llevar la discusión a otros terrenos, como la confusión entre naranjas o mandarinas que tuvo días atrás en un puesto de frutas al costado de la Ruta 9 en San Pedro.

 


 

-¿Ya se acostumbró a hacer campaña?

 

-Se hizo muy intenso, pero venimos con una gimnasia así. Esto que acabamos de hacer lo hicimos los últimos tres años y medio. Recorridas como estas, de dos o tres reuniones, debemos haber hechas 120 o 130 en este tiempo. Es un trabajo que venimos haciendo y lo que se intensificó en esta última etapa fue el conurbano y la región metropolitana.

 

“El pequeño productor que hacía cerdo, pollo, miel, probablemente haya votado a Macri. Pero hoy están en situación de crisis. Lo que te cuentan es que les habían prometido sacar las retenciones y después las pusieron de vuelta. Pero más allá de eso lo que está ahorcando la rentabilidad es el costo del combustible y los insumos”, el mismo diagnóstico que le suelta a Letra P lo dirá un rato más tarde ante productores rurales de Navarro. A ellos les propone, además, que el Banco Provincia tenga créditos con tasas de interés mínimas, “que hoy no las tiene”, y que “lo primero que hay que hacer es distinguir los créditos para que los pequeños y medianos productores puedan acceder. Es algo que aprendimos con el llamado del conflicto con el campo”. En la ronda con ruralistas, los productores vaticinarán: “Cuatro años más así no aguantamos”.

-El titular de CARBAP dijo que el campo le tiene miedo al kirchnerismo.

 

-Yo me he reunido con muchísimos productores. Creo que está pasando algo entre las instituciones y la situación del campo. Me he reunido con Carbap, con Federación Agraria, con sociedades rurales locales y no es eso lo que recibo. Recibo muchísimas quejas. Todavía hay alguna crítica a nuestra política pero te reconocen que en muchísimos sectores les iba mucho mejor y lo que notan es la ausencia total de crédito, la caída de la demanda y el problema tarifario. Eso es transversal a toda la producción.
 

 


Con ruralistas, en un campo en Navarro 

 

 

-Por estos días, aparece el debate por el endeudamiento bonaerense. Usted dijo que el problema era que se había dolarizado y Vidal, que Scioli la había escondido y que tomó deuda para hacer obras.

 

-Las obras no están y ha habido un ajuste en el gasto de capital inmenso. Es cierto que ellos confiaban en sustituirlo con los proyectos de participación pública privada, pero eso también se evaporó desde principio de 2018 por la cuestión cambiaria y el default que tuvieron, que pudieron evitar que se notara por la aparición del Fondo Monetario. ¿Qué sería la deuda buena en obras? Un informe de vialidad demostró que el gobierno de Mauricio Macri solamente hizo 460 kilómetros de ruta, mucho menos que antes. Los datos objetivos son que hicieron menos ruta y menos cloacas. La deuda, medida en dólares, pasó de aproximadamente 9 mil millones de dólares a 12 mil millones.

 

-En una entrevista con Letra P, la mandataria dijo que cuando llegó al gobierno la deuda era de 11.500 millones porque  la gestión de Daniel Scioli no había declarado la deuda con el IOMA, ART, proveedores... ¿Es así?

 

-Es un detalle eso, no está publicado en ninguna estadística. En sus números ellos no lo publican. Creo que es una excusa porque saben muy bien que se endeudaron mal. En 2015, esa deuda era un 50% en moneda extranjera y ahora está en un 80% en moneda extranjera y en el medio devaluaron. Medida en peso, la deuda se multiplicó por cuatro y la Provincia recauda pesos. No sé qué se puede defender del endeudamiento. Tomaron deuda para –supuestamente- no ajustar e igual hicieron un ajuste feroz. Ahora tenemos que pagar los intereses de la deuda que tomaron.

 

“El gobierno plantea una cuestión de velocidad, no de transparencia o seguridad… Estoy denunciando que no está asegurada la transparencia.”
(Sobre el sistema de recuento y transmisión de votos)

-Según la mayoría de las encuestas, usted está arriba por un pequeño margen. En octubre no hay ballotage y todo se define por un voto y ustedes vienen denunciando posibles complicaciones con la transmisión de datos. ¿Qué teme?

 

-Este gobierno se la pasado como nunca antes cambiando las reglas. Se nota a todas luces que es un sistema que no está probado y, además, han contratado a una empresa que está muy cuestionada. Lo único que plantea el gobierno es una cuestión de velocidad, no una cuestión de transparencia o seguridad. Vamos a arriesgar la transparencia para conseguir mayor velocidad. Lo más importante no es tener los votos antes, es tener los votos bien representados en el escrutinio. Es muy preocupante. Yo no estoy de ninguna manera conforme. ¿Para qué vamos a hacer un experimento? ¿Los votos de los argentinos van a estar sometidos a un experimento? No hay ningún motivo para considerar hacerlo de ese modo. Estoy denunciando que no está asegurada la transparencia.

 

-De existir esa diferencia a favor de Todos, ¿qué harán para aumentarla en las elecciones generales?

 

-Buscamos reflejar en la discusión electoral los problemas que tienen los bonaerenses. Y los problemas no son si vengo de una tradición política o de otra, son el trabajo, la producción y la educación. Queremos dar propuestas. Esconden a Macri porque es un poco símbolo de este desastre y no puede proponer nada ni hablar del futuro.

 

-¿Cuán difícil es enfrentar a la estructura del Gobierno?

 

-Tienen recursos infinitos, es el marketing eterno. Por ejemplo, me decía Sergio Massa, que ayer el gobierno gastó 6 millones de pesos en publicidad en las redes. Con un día de publicidad de Vidal hacíamos dos jardines como el que no terminaron en Las Heras. Hay más carteles que obras terminadas.  

 

***

 

El presentador Alejandro Fantino abre la puerta del acompañante del Clio. Kicillof tiene pautada una entrevista grabada con el programa Animales Sueltos (América). La apuesta bonaerense de Frente de Todos desciende con una bandeja con sobras de una picada que le dieron productores en Navarro. La entrevista transcurre en Marcos Paz. El conductor televisivo busca descontracturar al candidato, tal como lo hizo semanas atrás con la gobernadora María Eugenia Vidal. Kicillof le dice que es hincha de Boca pero que no es de ir a la cancha, que el fanatismo corre por cuenta de sus hijos. Fantino busca los lugares comunes y se ríe. Termina la entrevista y se sube de copiloto al auto de campaña que ahora conducirá el ex ministro de Economía.

 

Por las calles de Marcos Paz hay un pasacalles detrás de otro. Unos dicen Ricardo Curutchet intendente y otros, Naco intendente. En el distrito habrá internas en las PASO. El precandidato se muestra con el intendente en un ejercicio que está empezando a abandonar: ir a un distrito con internas. Por eso esquivó hasta el momento la ciudad de La Plata, aunque el martes próximo visitará la capital provincial y tiene en carpeta actividades con precandidatos y precandidatas. Los jubilados que esperan a Kicillof se sorprenden con la presencia de Fantino. El conductor de TV se saca fotos y descomprime un poco la demanda de saludos que tiene el ex ministro, quien ahora encabeza una actividad “con abuelos y abuelas”.
 

 


 

El intendente Curutchet promete medicamentos a los jubilados hasta fin de año. Se hará cargo la comuna. La diputada nacional y precandidata a renovar su banca Luana Volnovich habla en el acto y destaca lo “difícil” que es hablar “después del anuncio del intendente”. Cuenta que es diputada y que este año irá por la renovación de su banca. “Me ha tocado la defensa de los derechos de los jubilados. Fue difícil, pero hoy estamos esperanzados diciendo que hay una forma de salir de esta pesadilla”, cierra.

 

 

 

El acto termina con la palabra de Kicillof. Empiezan los empujones. Un grupo de personas de seguridad acorrala al candidato. Las jubiladas buscan una foto, pero los hombres hacen un pasillo para que Kicillof se vuelva a subir al Clio para ir la parada final, un tradicional acto en el club La Española. El secretario del precandidato sale al cruce; le dice a la improvisada y sobredimensionada seguridad que puso a disposición el intendente que deje a Kicillof sacarse fotos. No hay caso, la escena se repite en el acto.

 

Sobre el escenario, Kicillof cruza a Vidal y a Macri. “Es una campaña a la presidencia, que aparezca Macri, que dé la cara, lo tienen escondido”, sube la temperatura ambiente. El precandidato agarra el micrófono con énfasis, parece un rapero. Camina por el escenario y la gente grita cada vez más fuerte “vamos a volver”. El precandidato asiente y baja del escenario. Otra avalancha. Una señora se descompensa y un asistente del precandidato quiere ayudarla mientras intenta que “la seguridad” no lo rodee por demás a Kicillof, así evita perder el contacto con la gente, sacarse fotos.

 

A la señora la sacan. En los actos de Cambiemos esta escena no se ve. Siguen las fotos y los empujones. El equipo de campaña ya se fue acostumbrando a los pogos. El Clio está en marcha en el patio del estacionamiento del club. La señora del desmayo se recuperó y espera al precandidato para la foto. Kicillof le da un beso, concede la foto, se sube al auto y saluda. Le gritan fuerza. Es el fin de la jornada.

 

Patricia Bullrich se abraza a Martín El Facha Matzkin, su mano derecha llegada desde La Pampa, en uno de los viajes de rosca política.
Maximiliano Pullaro y Juan Schiaretti en la útlima visita del cordobés a Santa Fe.

También te puede interesar