De acuerdo a los informes finales entregados por las distintas alianzas a la justicia electoral, Juntos por el Cambio fue por lejos el frente que más movimiento de recursos generó previo a las PASO, con gastos operativos de campaña y publicidad electoral por más de 84 millones de pesos solo en lo que refiere a la categoría Diputados, que encabeza el actual ministro de Seguridad vidalista, Cristian Ritondo. Esa cifra está muy por encima de los 16,7 millones destinados a la campaña legislativa por el Frente de Todos en la provincia de Buenos Aires.
Desglosando estos números, Juntos por el Cambio destinó más de un millón y medio de pesos en telemárketing y encuestas telefónicas y más de 3,5 millones en la organización de actos y eventos. El acento en la difusión de mensajes en las comunidades virtuales que caracterizó al modelo de campaña amarillo se expresó con contundencia en la manera en que el oficialismo distribuyó sus gastos en publicidad electoral. Mientras que se destinaron poco más de cinco millones en propaganda en la vía pública, en las redes sociales se inyectó propaganda cambiemista por casi el doble: 9.597.768 pesos.
Más aún se materializa el excesivo foco en lo virtual aplicado por Cambiemos en su campaña legislativa de las PASO, al observar que para la movilidad en el territorio y viáticos solo se destinaron dos millones, casi cinco veces menos que en el campo de interacción virtual. En tanto, la porción destinada para la propaganda en Internet superó los 25 millones, mientras que la publicidad en sitios periodísticos digitales nacionales y provinciales fue de poco más de 1,3 millón.
Tal como contó Letra P previo a las primarias, esos gastos fueron financiados por un grueso racimo de empresarios ligados a los sectores más favorecidos por las políticas de la era Cambiemos (agro, financiero y energético). De cara a las elecciones generales, esa tendencia se consolida aún más, en muchos casos con aportes individuales más robustos, a diferencia del escenario más atomizado y con cifras más pequeñas que se reflejó en la carrera hacia las PASO.
Para octubre, algunos volvieron a dejar su aporte. Tal es el caso de Control Unión Argentina S.A., la firma referenciada en la familia Lacroze y abocada a las certificaciones agroalimenticias, que desembolsó en esta oportunidad 1.360.000 pesos a la campaña bonaerense. Para las PASO, esta empresa con lazos en la Asociación Conciencia –que posee una creciente injerencia en el ámbito educativo bonaerense– había aportado 1.640.000.
Por encima del resto, la huella del agro en el registro de aportantes del oficialismo bonaerense es significativa. Pesos pesados del sector figuran con cifras millonarias. Algunos, integrantes de la estructura que intentó destronar en la Sociedad Rural Argentina al sector referenciado por el ministro de Agroindustria nacional, Luis Miguel Etchevehere, y que tiene como presidente actual de la entidad a Daniel Pelegrina.
Uno de ellos es Marcos Jorge Celedonio Pereda Born, quien el año pasado fue candidato a vicepresidente de la lista opositora “Movimiento Compromiso Federal” secundando a Alberto Ruete Güemes y que finalmente cayó ante Pelegrina. Pereda Born (hijo de Celedonio Pereda, titular de la SRA en los primeros años de la dictadura) es cabeza del Grupo Bermejo, uno de los tanques de los agronegocios (con foco en ganadería, agricultura y forestación) que, para la campaña de octubre, es al momento la empresa que hizo el aporte más suculento: 3.349.000 pesos.
En otra rama de este tradicional apellido del agrobusiness criollo también hacen apuestas fuertes por el vidalismo. Eduardo Pereda y Hnas. Agropecuaria S.A. aparece con un aporte de 1,6 millón de pesos, mientras que Pereda Agro S.A, también manejada por Eduardo, realizó un desembolso de 630 mil.
Otro empresario ruralista que había integrado aquella lista opositora de la SRA fue Ignacio Lartirigoyen, presidente de Agropecuaria Catrilo S.A., firma que para la campaña oficialista bonaerense de cara a las generales aportó 500 mil. Con presencia en múltiples empresas del sector, Lartirigoyen también integra el directorio de Bioceres S.A., la compañía local de biotecnología que el año pasado intentó –infructuosamente- colocar en el mercado un trigo transgénico, en el marco de un fuerte lobby al que se subió el ministro de Agroindustria provincial, Leonardo Sarquís.
Por otro lado, luego del millonario aporte que hizo María Luisa Bárbara Miguens Bemberg en la campaña de agosto, para octubre el desembolso proviene de una empresa presidida por su hijo Gonzalo Tanoira Miguens. Se trata de la firma El Milagro Agrícola S.A., la cual realizó un aporte financiero de 1.495.467 pesos. Cabe recordar que Tanoira también comanda Sociedad Anónima San Miguel, una de las citrícolas que el año pasado celebró en un acto con Macri la apertura del mercado estadounidense para los limones argentinos.
Otros grandes aportantes del agro son El Bagual Agrícola Ganadera y Liag Argentina (con un millón cada uno), como así también Estancias Argentinas y Teresa Josefina Harriet (con 300 mil cada una). El frigorífico Frimsa S.A., por su parte, destinó 1,5 millón de pesos. Al momento, solo los aportes del sector agroindustrial en esta categoría representan más de 13 millones.
El sector financiero, en tanto, también hizo su contribución para la campaña bonaerense del vidalismo. El banquero Jorge Guillermo Stuart Milne (ex Banco Patagonia) aparece con uno de los aportes más gruesos: 2,7 millones de pesos. Compañía Los Manantiales, dedicada a servicios de financiación y actividades financieras, aportó 300 mil.
Para cerrar, no faltó para Cambiemos el significativo respaldo económico de una familia patricia. La Compañía Comercial y Financiera Sociedad Anónima (Cocyf), mediante la cual Amalia Lacroze de Fortabat supo manejar las múltiples empresas de su grupo, hizo uno de los desembolsos más voluminosos. La sociedad que actualmente preside Amalia Adriana Amoedo -nieta menor de la fallecida Dama del Cemento- efectivizó un aporte de tres millones.