A TODO O NADA

Punto para los gobernadores en la guerra de nervios con el Macri más débil

Se reunieron en el CFI y exigieron una reunión con el Presidente, que confirmó la Rosada. Evitaron las declaraciones duras pero pusieron en duda los votos para el Presupuesto. La interna.

Evitaron emitir documentos y bajaron el tono a las críticas públicas pero presionaron con un volumen político capaz de derrumbar la aprobación del Presupuesto 2019, que el Gobierno necesita mostrarle al Fondo Monetario Internacional (FMI). Reunidos en el Consejo Federal de Inversiones (CFI), los gobernadores opositores más duros exigieron la convocatoria del presidente Mauricio Macri y lograron la respuesta de la Casa Rosada, que anunció una reunión conjunta para la semana próxima. También aprovecharon para marcar diferencias con el grupo más dialoguista, que encabezan Juan Manuel Urtubey y Juan Schiaretti.

 

Los funcionarios nacionales se disponían a recibir a los ministros de Economía provinciales en el Salón de los Escudos de la Casa Rosada cuando en el edificio de Retiro, gobernadores y legisladores nacionales pusieron en duda aquello que el Gobierno anuncia como un hecho consumado: la aprobación del Presupuesto 2019. En el quinto piso del CFI, ocho gobernadores, dos vicegobernadores, tres senadores y tres diputados nacionales de distintos bloques hicieron cuentas rápidas y desestimaron la seguridad oficialista. Después, le restaron centralidad.

 

Massa, Pichetto y Camaño llegaron juntos al CFI. Antes se habían reunido con Manzur en la Casa de Tucumán. 

 

 

“El Presupuesto es uno de los temas pendientes”, dijo el jefe del interbloque Argentina Federal, Miguel Ángel Pichetto, el primero en salir del CFI y pedir públicamente la convocatoria de Macri a los gobernadores. “La mayoría de los gobernadores está esperando una convocatoria del Presidente para dialogar sobre la situación del país. Hay un espíritu de preocupación”, dijo el rionegrino, que amplió la convocatoria por temas presupuestarios a “buscar cuál es la salida de la Argentina”.

 

El puntano Alberto Rodríguez Saá siguió por el mismo rumbo. “El Presupuesto pasa a ser un tema menor”, dijo el gobernador de San Luis, que consideró “triste” la revisión de la ley por parte del Fondo. “El FMI va a conocer el Presupuesto antes que los gobernadores”, se lamentó.

 

Si bien la aprobación del Presupuesto 2019 resulta de importancia vital para el Gobierno, los gobernadores pretenden que el diálogo con la Rosada no se limite a ese único punto. En la reunión que mantuvieron en el CFI con senadores y diputados del peronismo, los mandatarios marcaron con preocupación el manejo de la crisis que hace el Gobierno y señalaron que, aún en la tormenta, busca “imponer” condiciones a la oposición. “Le votamos todo y ahora estamos en esta situación, de emergencia, y nos enteramos de las decisiones por los medios”, protestó el tucumano Juan Manzur tras la reunión.

 

 

Manzur y Bossio llegando al CFI (NA)

 

 

Los dirigentes habían llegado al edificio de Retiro con la intención de emitir un documento conjunto pero decidieron evitar los pronunciamientos. En el peronismo hay plena conciencia de que una reunión de gobernadores en el CFI mientras el Gobierno atraviesa su crisis más profunda alimenta las acusaciones de conspiración y golpismo a las que la Rosada echa mano cuando la situación se pone crítica.

 

El documento había circulado el lunes entre los despachos de Diego Bossio y Pichetto. El mismo martes a la mañana, el ex titular de la Anses y el senador rionegrino se reunieron con Sergio Massa, Graciela Camaño, José Mayans y Manzur en la Casa de Tucumán para discutir pormenores. Aunque el texto era “moderado”, en la reunión se decidió evitar los pronunciamientos públicos, usar el documento para la “reflexión” interna y pedir de manera amable la convocatoria presidencial.

 

Cuando en Casa Rosada se cocinaba una respuesta positiva, en el CFI los mandatarios anunciaban una nueva reunión para el próximo martes, a la que aspiraban a sumar nuevos actores. En el quinto piso, algunos dirigentes planteaban la necesidad de convocar también a representantes de los bloque del Frente para la Victoria (FpV) en el Congreso. La idea chocó con la oposición del peronismo federal que se referencia en Pichetto. El presidente del bloque kirchnerista en Diputados, Agustín Rossi, confirmó a este portal que su bancada está “dispuesta” a participar de las conversaciones pero no acompañará un Presupuesto de ajuste.

 

EL MAPA DE LA GOBERNABILIDAD. Mientras, en Retiro, los operadores peronistas repasaban el crecimiento –lento pero sostenido- de la mesa del CFI desde el primer cónclave convocado por Manzur, Carlos Verna (La Pampa), Gildo Insfrán (Formosa) y Rosana Bertone (Tierra del Fuego) -el 17 de agosto con motivo de la eliminación del Fondo Federal Solidario– hasta este martes.

 

A ese primer grupo se sumaron paulatinamente Gerardo Zamora (Santiago del Estero), Alberto Rodríguez Saá (San Luis), Lucía Corpacci (Catamarca) y Mariano Arcioni (Chubut). En tanto, los gobernadores Domingo Peppo (Chaco) y Sergio Casas (La Rioja), enviaron a sus respectivos vice, Daniel Capitanich y Néstor Bosetti. A esa mesa se integraron este martes Pichetto, Bossio, Massa, Camaño, los senadores Mayans (Formosa) y Daniel Lovera (La Pampa) y el diputado Sergio Ziliotto (La Pampa).  

 

 

Los gobernadores evitaron emitir un documento. Se mostraron "preocupados" por el manejo de la crisis.

 

 

Ausentes con aviso estuvieron Urtubey y Schiaretti, a quien uno de los asistentes al CFI calificó como “cooptados” por el Gobierno nacional. El salteño ya dio sobradas muestras de que sus representantes en el Congreso aprobarán el Presupuesto como aporte a la gobernabilidad. En tanto, los peronistas Gustavo Bordet (Entre Ríos) y Sergio Uñac (San Juan) tampoco concurrieron pero mantuvieron en las últimas horas contactos con el sector que se dio cita en el CFI. Los mandatarios aseguran que habían prometido su concurrencia. El socialista Miguel Lifschitz también fue convocado – recibió llamados de Massa-  pero prefirió mantenerse al margen de la foto grupal, a la espera de la respuesta presidencial.

 

Por su parte, la más kirchnerista de todos los gobernadores, Alicia Kirchner, brilla por su ausencia en las cumbres opositoras. La gobernadora intenta no irritar a la Rosada mientras Santa Cruz atraviesa una dura situación social y financiera y mantiene línea directa con el ministro del Interior, Rogelio Frigerio.

 

En último lugar quedan los gobernadores más cercanos al oficialismo por fuera de Cambiemos, Hugo Passalacqua (Misiones), Omar Gutiérrez (Neuquén) y Alberto Weretilneck (Río Negro), con quienes el Gobierno cuenta para las fotos y gestos de apoyo.  

 

REUNIÓN CONFIRMADA. La respuesta del Gobierno no se hizo esperar. Pocas horas después de terminada la cumbre peronista, fuentes de Casa Rosada aseguraron a Letra P que la semana próxima los gobernadores serán recibidos por Macri, Frigerio, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y el ministro de Economía, Nicolás Dujovne. Los mandatarios provinciales ya dieron aviso: no se prestarán a una foto con el Gobierno a menos que el Presidente dedique un largo rato a conversar con ellos sobre "el futuro del país". Pedirán un "plan de desarrollo". Previamente, este jueves, el oficialismo buscará cerrar el Presupuesto 2019 con los ministros de Hacienda provinciales. 

 

 

 

“A esta altura, el Presupuesto es una foto”, reflexiona un senador del interbloque Argentina Federal que recuerda el recálculo de metas que el propio Gobierno hizo en diciembre de 2018, pocas horas después de que el Congreso aprobara el Presupuesto 2018. Sin embargo, la garantía de que la ley se aprobará es lo que necesita el Gobierno con urgencia para dar señales de estabilidad.

 

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