Elisa Carrió volvió a crispar la química dentro de la coalición Cambiemos y puso en un brete a Mauricio Macri: con una declaración venenosa sostuvo que la Unión Cívica Radical (UCR) seguiría órdenes del PRO y la Coalición Cívica (CC) y logró una catarata de respuestas y cuestionamientos por parte del partido que conduce Alfredo Cornejo.
“La alianza (Cambiemos) está asegurada. Y los radicales harán lo que nosotros digamos”, lanzó la diputada nacional por la CC este viernes en una charla con empresarios. “Los radicales tienen que reconocer que están con una ex miembro que los maneja desde afuera. Es divino. Es el mayor castigo por misóginos. Nos mandaban a las convenciones a servir empanadas y ahora los manejo yo desde afuera”, agregó Carrió y enfureció al radicalismo y la juventud, que también difundió un comunicado de repudio.
“La frivolidad discursiva alimenta de manera peligrosa a la oposición. Los argentinos necesitan seriedad, no un stand up permanente”, rugió la UCR que lidera el mendocino Cornejo.
“Por nuestro compromiso con la coalición Cambiemos, de la cual somos fundadores, y por el futuro de la Argentina, le pedimos a Elisa Carrió que se abstenga de continuar con esta serie de declaraciones desafortunadas, que lamentablemente ya se han vuelto una costumbre suya”, sostiene el comunicado del centenario partido.
Además, la UCR cierra el repudio con un mensaje a Macri: “La respuesta no puede ser ‘ya sabemos cómo es Carrió’. La respuesta es respetar, de una buena vez, a los socios de la coalición de gobierno que ella pretende destruir”. Por último, los radicales cierran la misiva con una ironía: “Que nos diga Carrió, realmente, cuánto aporta hoy a Cambiemos y a las políticas del Gobierno Nacional. Seguramente sea menos que las propinas que deja”.
Carrió, de recorrida por la provincia de Córdoba, no se quedó callada y respondió al comunicado de la UCR. Para aumentar el dolor de cabeza de Macri, apuntó contra el gobernador mendocino por Twitter: “Mil disculpas Cornejo, es una vieja broma que hago hace 20 años, que hace reír a la gente, solo que quizás no la recordás porque en esa época estabas en el kirchnerismo”.
Las tensiones entre el radicalismo y Carrió son preexistentes a la conformación de Cambiemos. Macri buscó alivianar esa rispidez, pero fue imposible. Apenas la coalición llegó a la Casa Rosada, se hicieron públicas las diferencias y cruces entre la chaqueña y Ernesto Sanz, entonces presidente del partido a nivel nacional.
En paralelo, la UCR mantuvo un perfil cauto con respecto a la gestión del Gobierno Nacional hasta que el propio Cornejo exteriorizó quejas en torno a la política tarifaria, que colaboraron con la salida del gabinete del ex ministro de Energía y Minería Juan José Aranguren. Sin embargo, el radicalismo confronta también con Carrió para evitar expresar en voz alta con la Casa Rosada, como Sanz aclaró ante la atenta mirada de Horacio Rodríguez Larreta días atrás.
El Presidente y el núcleo duro del Gobierno sigue relegando a los caciques radicales, que se enteran de las grandes decisiones por TV, pero evita manifestaciones públicas críticas, aunque también se mantiene ausente a la hora de los pronunciamientos de respaldo al Gobierno en su hora más crítica.