Con la mira en 2027, Axel Kicillof ya compone su nueva canción económica
El gobernador hurga fuera del peronismo y habla de derechos, pero también de instituciones, inflación y equilibrio fiscal. La piedra del FMI y la puja con CFK.
Axel Kicillof debe la nueva canción. pero empiezan a sonar algunos acordes.
El resonante triunfo de hace exactamente una semana ubicó a Axel Kicillof como el primer presidenciable del peronismo frente a Javier Milei, rol que le impone la prudencia de no comerse la cena antes del almuerzo, pero también lo obliga a apurar el paso. La " nueva canción" prometida tiene que empezar a sonar.
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Hasta el momento, esa creación tenía solamente letra política, pero ya resulta inevitable que se le adose una melodía económica. Los dichos del propio gobernador en la noche del triunfo, declaraciones posteriores de sus principales colaboradores y comentarios off the record recogidos por Letra P entre altas fuentes del gobierno bonaerense indican que la tarea ya empezó.
"Venimos de una enorme decepción a nivel nacional con nuestro propio gobierno. Ganamos sumando fuerzas y vamos a seguir sumando fuerzas en el peronismo y fuera del peronismo", dijo Kicillof en el palco donde festejó hace una semana en La Plata.
Embed - La euforia de Kicillof tras la victoria electoral en la provincia: "Las urnas le hablaron a Milei"
"Vamos a seguir trabajando con las otras provincias de la Argentina ante la desintegración que plantea el Gobierno nacional (…). Sabemos muy bien la responsabilidad que nos toca (…). queda confirmado que hay otro camino y que hoy empezamos a recorrerlo", mostró sus cartas.
Axel Kicillof empuja las fronteras del peronismo
La próxima parada es el 26-O, pero más allá, si quiere ser presidente, el gobernador necesitará retener el voto kirchnerista y adaptar su discurso al paladar de potenciales aliados y sus respectivas bases sociales, ubicados, a priori, más hacia el centro. Todo junto. El camino –hecho de señales políticas y también económicas– es estrecho, pero inevitable.
"Las urnas le dijeron (al Gobierno) que debe respetar la democracia, la Constitución, la división de poderes y el país federal", definió en La Plata, marcando una cancha discursiva novedosa para el peronismo.
Elisa 'Lilita' Carrió expresó que la elección en Provincia de Buenos Aires fue "positiva en términos de la renovación del propio peronismo" y destacó que Axel Kicillof es un "chico educado, normal". pic.twitter.com/2MyApGGcNE
¿Sería, eventualmente, Kicillof un presidente posgrieta?
Más que por estrategia, por imperio de la curiosidad periodística, algunos de los hombres más cercanos al gobernador comenzaron a desvelar la letra económica de la nueva canción. "Desde el domingo nos miran y nos escuchan de otra manera. Es lógico; Axel se proyecta como un referente importante en lo nacional y hay curiosidad sobre qué podría llegar a hacer", le dijo a este medio una alta fuente bonaerense.
Ese texto incluye la restauración de derechos, la justicia social y el fin del ajuste, desde ya, pero incluye novedades destinadas a ahuyentar fantasmas. Entrevistado por Alejandro Bercovich en Radio Con Vos, Cristian Girard, director de la Agencia de Recaudación Provincia de Buenos Aires (ARBA) y miembro de la mesa chica económica, dijo que "los empresarios juegan un rol clave en la organización de la producción, porque son los que invierten. Me parece que basta con ver la gestión (de Kicillof), que está muy lejos de ese estereotipo del 'enano comunista soviético' que pretende hacer Milei".
El peronismo y el estigma de la inflación
En la misma emisora, el periodista de Letra PEsteban Rafele le preguntó al ministro de Gobierno, Carlos Bianco, "qué haría el peronismo, si fuera gobierno, para que la inflación no se volviera a descontrolar".
"Hay un tema que hemos aprendido y que tienen que aprender todos que es la disciplina fiscal, pero sobre otra base. No sobre el ajuste, una quita de derechos, no darles lo que les corresponde a los discapacitados, a los jubilados, a las provincias, sino (…) generando ingresos. Eso se consigue cobrando impuestos a los que más tienen y con una economía en crecimiento", respondió.
Por abundancia de necesidades sociales, carencia de recursos –debido a una coparticipación objetivamente lesiva– y falta de acceso al crédito en el país del riesgo soberano de los mil puntos, la provincia de Buenos Aires es una especie de compendio de la Argentina.
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Pese a su retórica, Javier Milei y Toto Caputo alejan con sus políticas a la Argentina del mercado voluntario de deuda.
"Cobrar impuestos a los que más tienen", dijo Bianco, responsabilidad que recae justamente sobre Girard, base de un Presupuesto apretado, pero que tiene como prioridad realizar toda la inversión posible en salud y educación y en la construcción de infraestructura básica. Imaginando, la Argentina posmileísta debería pergeñar un gran acuerdo nacional que reviera una coparticipación ochentosa y que, desde allí, apuntara a una reforma tributaria razonable –que no ahogue la inversión– y progresiva, reverso del estímulo al "evasor héroe" del gobierno paleolibertario.
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Axel Kicillof y Cristian Girard, director de ARBA. Sin recaudación, no hay presupuesto.
En otra entrevista, con El Destape, el ministro de Gobierno recordó que "la provincia tiene equilibrio fiscal y siempre lo tuvo" con la actual administración.
¿Déficit cero por vocación o por necesidad? El propio Bianco explicó que eso es inevitable "porque hoy en día los mercados no prestan".
Una fuente muy próxima a Kicillof le dijo a Letra P que "el diagnóstico sobre el futuro es muy complejo". "No sabemos qué va a pasar con el gobierno actual. Sabemos que termina mal y que este esquema no es sostenible, pero no conocemos en qué condiciones va a dejar a la industria, a las pymes y a los trabajadores", agregó.
"La idea es tener equilibrio fiscal y las variables macro ordenadas para generar crecimiento genuino con inclusión social. Eso no se discute", añadió.
Kicillof, ministro de Economía entre noviembre de 2013 y diciembre de 2015, peleó en la interna contra la manipulación del INDEC, logró que Guillermo Moreno terminara como agregado económico de la embajada en Italia –¿será por eso que lo detesta?–, devaluó cuando ya era inevitable, a comienzos de 2014, y buscó –sin éxito por resistencias que también conoció Martín Guzmán– racionalizar los subsidios a los servicios públicos. Además, regularizó la deuda con el Club de París con la idea de restablecer el crédito voluntario en los mercados internacionales, pero eso se hizo imposible por los juicios de los fondos buitres y la división política interna que generaron.
Ese es el Kicillof real que recomiendan mirar sus aliados, aunque pareciera que en el imaginario colectivo quedó pegado al paquete completo del cristinismo tardío. Como contó Francisco Aristi en Letra P, El Circulo Rojo lo reconoce como candidato, pero huele más Estado y desconfía. La nacionalización de YPF es una cicatriz que todavía le pica al empresariado.
De ahí su necesidad de cantar una nueva canción económica, al menos si realmente quiere acercarse a sectores moderados y no peronistas. Hay, sin embargo, otro tema sensible: la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI), la piedra con la que chocó la relación entre Cristina y Alberto Fernández y que llevó al naufragio del Frente de Todos. Alerta 2027.
El cristinismo moderniza su agenda en temas como el tamaño y la eficiencia del Estado, el futuro de las relaciones laborales, la necesidad de prestarle atención en serio a la seguridad y la urgencia de mejorar la educación pública, pero en la nodal cuestión del FMI parece seguir buscando una alternativa ideal.
Como reveló Letra P, el economista jefe de la Confederación Sindical Internacional, Daniel Kostzer, propone una relación con el Fondo que involucre solamente el pago correspondiente al monto máximo que habría permitido tomar como deuda la cuota argentina –hasta 20.000 millones de dólares– y una negociación por el resto –unos 40.000 millones más– a través del Club de París.
La deuda en la nueva canción
Esa idea es, acaso, demasiado optimista respecto de lo que sería aceptable para el FMI y para un Donald Trump que tiene mandato hasta el 20 de enero de 2029, lo que obligará al próximo presidente argentino a convivir con él. Como sea, no es necesariamente la de Kicillof, pero en ese punto un entendimiento con CFK parece más probable que lo ocurrido en la fallida experiencia de Alberto Fernández, a quien el gobernador cuestiona en ese ítem.
La idea del jefe bonaerense es renegociar con el Fondo en términos "extraordinarios" un endeudamiento concedido, asimismo, de modo "extraordinario", por no decir directamente irregular.
La letra chica –tasas, plazos– deberá escribirse, pero su mantra debería ser que semejante condicionante no ahogara las posibilidades de crecimiento.
"Para eso va a hacer falta un verdadero consenso nacional", le dijo una fuente a Letra P.
Definitivamente, la nueva canción de Kicillof requiere que se la escuche en el peronismo y bastante más allá.