Javier Milei se abraza con la titular del FMI, Kristalina Georgieva.
Presidencia
El kirchnerismo empezó a sembrar en el peronismo la posibilidad de una "negociación política" para refinanciar la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por arriba del organismo, en un mano a mano con los países que integran su directorio, en un eventual regreso al gobierno al final del mandato de Javier Milei.
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La premisa es la que instaló la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner a comienzos de junio, en una entrevista con Gustavo Sylvestre en C5N: pagar lo máximo que le hubiera correspondido recibir al país de acuerdo a su cuota en un programa con el Fondo, dentro de sus reglas, y negociar con los países que lideran el organismo (Estados Unidos, Francia, Alemania, China y otros) un plan de pagos para el saldo, atado al desarrollo del país.
¿Qué hacer con el FMI?
La propuesta no es nueva y su autor intelectual es Daniel Kostzer, actualmente economista jefe de la Confederación Sindical Internacional (CSI) y exrepresentante argentino ante el Banco Mundial en el tramo final de la presidencia de CFK.
Martín Guzmán, con Kristalina Georgieva y el Papa Francisco.
Vatican Media
El kirchnerismo retomó esta propuesta a partir de una entrevista de Iván Schargrodsky a Emmanuel Álvarez Agis en Cenital, dos días después de la firma del nuevo acuerdo entre el FMI y el gobierno de Milei y Toto Caputo.
Con esta referencia, convocó a Kostzer y a la especialista Noemí Brenta e ideó un documento, que lideraron Nicolás Trotta y Rodra Rodríguez, referentes de la Escuela Justicialista Néstor Kirchner. Buscaron una "tercera posición" entre no pago y la negociación en los términos del FMI.
Cómo negociar más allá de la denuncia
El documento toma como criterio de trabajo que la manera más sencilla de determinar qué parte del préstamo fue política es discriminar entre lo que hubiera correspondido recibir como máximo por la cuota y lo que se otorgó por encima de este monto sin haber atendido los recaudos que surgen del estatuto del Fondo. Recuerda que la Asamblea de Naciones Unidas definió, en 2015, criterios de sostenibilidad y legitimidad para encauzar el endeudamiento de los países.
El texto plantea que, según la Oficina de Evaluación Independiente del FMI y otros documentos, el préstamo que el Fondo otorgó a Macri, que renegoció Alberto Fernández y que amplió Milei incumplió los criterios de acceso excepcional que permitirían a un país obtener más que el 600% de su cuota, que es el tope actualizado de lo que podría prestar el Fondo ante una crisis de balanza de pagos.
En estos términos, Argentina no podría haber recibido más de u$s 26.760 millones del Fondo. El documento sostiene que la cifra es menor, de u$s 19.400 millones, pero porque toma un máximo menor, del 435% de la cuota, que fue actualizado en el último tiempo.
Y, como el Fondo no habría evaluado correctamente que se cumplieran los criterios de acceso excepcional (alta probabilidad de repago, sostenibilidad de la deuda en el mediano plazo, perspectivas realistas de acceso al mercado y capacidad para implementar reformas económicas), el préstamo sería ilegítimo. Esto, sostienen en el kirchnerismo, abriría la puerta a una negociación no convencional.
La "solución Kostzer" y el Club de París
Ahí entra la "solución Kostzer": un nuevo programa con el Fondo por el máximo de la cuota (u$s 26.760 millones actuales o los u$s 19.400 millones de antes) y negociaciones políticas por el excedente de la deuda que alcanza, con el nuevo programa, los u$s 55.000 millones.
"El resto debería ser negociado en clave de política, tal como fue el préstamo al gobierno de Macri y actualmente al de Milei, y que tuvieron el apoyo del 100% de los miembros del Club de París, que concentran el 72% de las sillas que conforman el directorio del FMI", se lee en el texto.
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Daniel Kostzer, el peronismo y la negociación con el FMI.
El kirchnerismo va más allá y propone que sea el Club de París la instancia de negociación. La última experiencia del país con este grupo de acreedores fue una negociación dilatada que se cerró en 2014 y por la cual Argentina pagó, en cuotas, una deuda de u$s 9.700 millones sin quita de intereses ni punitorios.
"El Club de París representa una pieza clave del sistema financiero internacional para el tratamiento de deudas soberanas. Su operación, basada en consensos entre acreedores públicos, ha permitido evitar defaults desordenados, pero también ha evidenciado la necesidad de reformas hacia mecanismos", se lee.
Fuentes que participaron de la redacción del documento sostuvieron que la idea es instalar la discusión tanto dentro del peronismo como puertas afuera, con contactos con embajadas y representaciones de organismos internacionales. El texto también empezó a girar en las centrales sindicales.
El peronismo empezó a diagramar algo parecido a un programa económico en el último tiempo, bajo la conducción del diputado salteño Emiliano Estrada.
Las primeras discusiones o protodiscusiones involucraron a economistas de distintos sectores, aunque con faltazo de referentes de Axel Kicillof.
Haroldo Montagu, el primer secretario de Política Económica de Guzmán hasta comienzos de 2021, considera que deberían atarse los pagos de la deuda al crecimiento de las exportaciones. Por ejemplo, con un fondo que se integre con el excedente de las ventas al exterior.