ELECCIONES 2025 | 7 DE SEPTIEMBRE

Hundido en un caos que lo paraliza, el gobierno de Javier Milei fija en -5% el límite de la derrota digna

La Casa Rosada mide el golpe que ve venir en Buenos Aires. Sueña con amortiguar el impacto y tener margen para una remontada en octubre. Números en rojo.

Varias fuentes consultadas por Letra P calificaron al cinco como el número mágico para que el Gobierno pueda vender un eventual revés en las urnas bonaerenses como "una derrota digna", frase para identificar el esfuerzo de Los Pumas a pesar del score negativo. En un despacho se estiraron un poco más: hasta un ocho es "remontable".

¿Es remontable una derrota, por más digna que sea? Desde que arrancó el año, el Gobierno tuvo una única apuesta fuerte: las nacionales de octubre. Según el argumento oficial, son las elecciones que le permitirían a La Libertad Avanza pintar de violeta parte de un Congreso en el que -como nunca antes otra administración, por su propia lógica de arribo al poder- le es totalmente ajeno.

Por más buena performance que pudiera lograr, no llegaría a tener cuórum propio (para impulsar las reformas de segunda generación que sigue prometiendo Milei), pero, hasta hace 15 días, en Balcarce 50 se conformaban con sostener los vetos presidenciales. Ahora piensan en otro tipo de blindaje: desde la irrupción de los audios de Diego Spagnuolo resurgió la pesadilla de que la oposición tiene los números para un eventual juicio político. Es un temor que vuelve a circular en voz baja.

La espiral de crisis de Javier Milei

El gobierno libertario llega a las elecciones bonaerenses con el aire con el que pensaba aguantar hasta octubre. "Nos entran todas las balas", se resignó una fuente con llegada al triángulo de hierro, con léxico libertario de las redes sociales. Los dos pilares del mileísmo ("reactores de un avión", apelando a las metáforas de Alejandro Fantino) fueron impactados por dos misiles: la oda a la anticasta se tiñó de denuncias de corrupción con el apellido Menem en el medio y la prometida liberación del tipo de cambio, camino a un sistema sin Banco Central, fue intervenida este martes por el Tesoro. Mientras tanto, la rebelión de los gobernadores y los reveses que ya se volvieron habituales en el Congreso.

La caída de una bandera impacta en el electorado: si bien todavía nadie se anima a estimar cuánto, los más optimistas en la Casa Rosada admiten que puede empujar al ausentismo, con especial foco en el votante "prestado" del ballotage 2023 que ahora estaría desencantado. Sin demasiado rigor científico, apenas contando los antecedentes de las recientes elecciones desdobladas, en el Gobierno estiman la participación electoral del domingo en entre 50 y 55%.

Es un escenario que esperaban desde hacía un mes, cuando el derrotismo para el 7-S comenzaba a ganar terreno en LLA y en la mesa de campaña preparaban el decálogo de justificativos para el día después. "Si poca gente va a votar, pesa el aparato", repiten. Lo llaman "el voto remís" (en referencia a los autos de los que pueden disponer los municipios para los traslados), lo cual también revela un problema interno de la Casa Rosada, otra de las balas que entró: el asesor Santiago Caputo quería acordar con intendentes, argumentando que el peso territorial sería clave en esta elección, pero fue un consejo que Karina Milei le ordenó a Sebastián Pareja no tomar. Extrapolado, la misma pulseada se llevó a nivel nacional, con el 8% de LLA en Corrientes como corolario, por haber detonado un potencial acuerdo con el gobernador Gustavo Valdés.

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Como daño colateral de esa interna, Las Fuerzas del Cielo se replegaron en las redes. "No podemos militar esos candidatos", se excusaban, heridos por el cierre karinista. El tema es que su silencio continúa, en medio de la peor crisis de imagen que sufre el Gobierno. "Perdimos el control de la agenda y hasta de las redes, no salen a bancar", recriminan en un despacho que está lejos del Salón Martín Fierro, donde trabaja el ecosistema digital de Caputo. Fantino exteriorizó el descontento al apuntar contra Gordo Dan. "¿Dónde están los picantes de redes?”, se preguntó el conductor que en julio le pedía a Karina Milei que echara a Pareja, disconforme con el cierre de listas bonaerense.

Aire denso en la Casa Rosada

La espiral de crisis permanente en la que vive el Gobierno se respira en la Casa Rosada. Las reuniones que antes eran habituales ahora toman un tinte de emergencia. Hay decisiones que se toman en la Quinta de Olivos que sorprenden a más de uno. Por ejemplo, la cumbre del viernes pasado, en la que Caputo se juntó con Manuel Adorni y Sebastián Amerio (vice de Justicia, que responde al asesor) y otros para diagramar una estrategia de defensa ante la filtración de los audios de Karina Milei, habría pasado a un cuarto intermedio para terminar de consensuar una salida.

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Pero durante el fin de semana, Milei habría ordenado avanzar con la denuncia contra los periodistas Jorge Rial y Mauro Federico y pedir el allanamiento de sus domicilios, como integrantes de una operación de inteligencia ruso-venezolana. Fue una medida que Patricia Bullrich negó en vivo haber pedido, incluso después de que en un programa de LN+ le leyeran la página 18 de la denuncia presentada por el Ministerio de Seguridad. La firma digital de ese PDF revela que su autor fue Amerio.

La descoordinación sumó otro capítulo este martes con la no desmentida de Martín Menem. En algunos despachos no terminaban de entender la lógica del tuit del titular de Diputados poniendo en duda la veracidad del audio atribuido a Karina Milei, emitido en Uruguay para sortear el bozal legal, pero por otra parte revelando que, "en el hipotético caso de ser real", se grabó en su despacho. El fallo judicial se limita a impedir la reproducción de la grabación de la secretaria general realizada en la Casa Rosada.

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A pesar de acusar ser víctimas de una red de espionaje internacional, en la superficie de Balcarce 50 todo parece seguir igual, a pesar de que estaría en marcha la caza del "topo" que grabó a El Jefe. Sin medidas de seguridad extra, el único cambio sería que Karina Milei estaría ordenando a quienes entren a verla en su despacho que abandonen el celular en el umbral de la puerta. Lo mismo pide su hermano.

Abriendo el paraguas

Con la presunción de que la elección en la provincia podía perderse, en la mesa de campaña le recomendaron a Milei limitar sus apariciones de campaña, en especial en distritos donde la marca de LLA está peor. Su respuesta fue encabezar una caravana en Lomas de Zamora que terminó en una evacuación de emergencia. Y este miércoles liderará el cierre en Moreno.

A pesar de que el propio Presidente le puso el cuerpo a la boleta violeta para polarizar con Axel Kicillof, su villano designado, en la Casa Rosada buscan minimizar la decisión y abren el paraguas: tampoco hizo tanta campaña, se atajan, mientras lamentan -como otro capítulo más de no haber podido instalar temas en agenda desde hace meses- que ni pudieron correr al gobernador con el cuco de la inseguridad, por lo cual habían apostado como candidato en la Tercera sección al excomisario Maximiliano Bondarenko.

Y en el rosario de quejas suman que "del otro lado (por Fuerza Patria) apelaron a todo lo peor de la casta", antes de enumerar cuestiones como las candidaturas testimoniales. Al menos no agitan aún el fantasma del "fraude", aunque Milei habló de "un sistema" que puede permitirlo, en alusión a la boleta tradicional de papel, la misma que lo llevó a la presidencia. Cuando cuenten los votos, la historia puede ser otra.

Axel Kicillof

La narrativa del domingo por la noche desvela a las luminarias libertarias. Siendo una elección inédita, también lo será la lectura de sus resultados. Como contó Letra P, hay tres dimensiones para analizar los votos: lo que ocurra en los 135 municipios, en las ocho secciones electorales y con la sumatoria del voto popular. Hundido en un caos paralizante, el Gobierno se resigna a meter concejales y ganar bancas en la Legislatura, pero no la suficientes para cimentar una narrativa ganadora ni como para pintar el mapa provincial de violeta (sin contar el truco de la densidad poblacional del conurbano). La única que le queda es arañar un empate técnico en la medición global... Salvo que haya un batacazo como el que Adorni protagonizó en la Ciudad, es un escenario que en Balcarce 50 niegan que pueda darse, jurando que no se trata de una estrategia de ir a menos.

Los números juegan en contra

La matemática en los sondeos que manejan todas las fuerzas (La Libertad Avanza, Fuerza Patria y las terceras vías Somos y Hechos) ni siquiera le permite ilusionarse a la Casa Rosada con una derrota digna. Según encuestas de los últimos días, en la Tercera sección, el peronismo gana por 12 puntos y en la Primera hay empate técnico. Si bien el Gobierno descuenta que ganará en las regiones Quinta y Sexta, eso no le alcanzaría más que para recortar uno o dos puntos porcentuales, mientras que en las restantes cuatro secciones hay paridad.

En la Segunda y la Cuarta, a Milei le patean en contra los terceros en discordia: los Passaglia se hacen fuerte en el norte y Pablo Petrecca en el noroeste, y se descuenta que ambos pescan en la misma pecera de votos que la tropa libertaria.

Para ver el vaso medio lleno, en la Casa Rosada imaginan una derrota provincial que pueda oficiar de "voto útil" para forzar una polarización en Buenos Aires en los comicios nacionales, para insistir con la dicotomía "kirchnerismo o libertad", mientras le preden velas a los intendentes para que no militen la boleta nacional de Fuerza Patria, que fue confeccionada por Cristina Fernández de Kirchner y no por Kicillof. Pero mucho antes de octubre, está el próximo lunes postelección, en el que el Gobierno apuesta a una reacción moderada de los mercados. Son quienes guardan la bala de plata.

Así recibieron a Javier Milei en Lomas de Zamora.
Karina Milei, Diego Spagnuolo y Javier Milei.

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