Toto Caputo, un campeón contra las cuerdas por el dólar
Vendió más de u$s 100 millones para evitar que la divisa llegue al techo de la (ex) banda de flotación. Las mil y una contradicciones del equipo económico.
Toto Caputo comenzó a vender dólares en el Mercado Libre de Cambios. Es el último manotazo del campeón que se siente contra las cuerdas. Ni la suba de tasas, ni el aumento inédito de encajes ni las ventas récord de dólar futuro sirvieron para evitar que la divisa coquetee con el techo de la banda. Sólo quedaba entregar billetes.
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"El Tesoro Nacional anuncia que a partir del día de la fecha participará en el Mercado Libre de Cambios con el fin de contribuir a su liquidez y normal funcionamiento", tuiteó el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, diez minutos antes de la rueda cambiaria de este martes. La manera de "contribuir a su liquidez y normal funcionamiento" fue con venta de billetes en el mercado.
El Tesoro Nacional anuncia que a partir del día de la fecha participará en el mercado libre de cambios con el fin de contribuir a su liquidez y normal funcionamiento.
El BCRA estuvo presente en toda jornada, con ventas que, según fuentes del mercado, fueron a cuenta del Tesoro. No hubo confirmación oficial. Operadores estimaron ventas por entre 100 y 130 millones de dólares.
Toto Caputo: vendé, campeón
La política cambiaria sumó así una nueva modificación desde que se anunció el nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), a mediados de abril. Un rápido recorrido cronológico deja en evidencia los zigzagueos.
El 11 de abril, se anunció el nuevo acuerdo. El BCRA comunicó el sistema de flotación entre bandas y cómo podría intervenir: "Dentro de la banda: se promoverá la flotación libre del tipo de cambio entre los límites establecidos para el régimen. El BCRA podrá considerar la compra de dólares en función de sus objetivos macroeconómicos y de acumulación de reservas internacionales (RIN), así como la venta de dólares para morigerar volatilidad inusual. En ningún caso la intervención será esterilizada", informó.
Ni bien firmado el entendimiento, el presidente Javier Milei y Economía hicieron saber que el Banco Central sólo compraría dólares en el piso de la banda de flotación. "No venimos acá a comprar reservas, venimos a bajar impuestos y a bajar la inflación", dijo el asesor Felipe Núñez, uno de los picantes de Toto. Federico Furiase, director del BCRA, repetía hasta inicios de junio: “Hoy hay fundamentos para que el dólar esté más cerca del piso de la banda que del techo”.
Javier Milei y Toto Caputo, en el Ministerio de Economia.
Toto Caputo y el equipo económico celebran la apertura del cepo.
El 10 de junio, Economía y el BCRA anunciaron que discontinuarían las Letras de Financiamiento (LEFI) con las que los bancos administraban su liquidez diaria, a partir del 10 de julio. Santiago Bausili explicó entonces que los bancos podrían hacer con su dinero lo que quisieran: o bien pasarse a bonos del Tesoro o ampliar el crédito al sector privado.
El despertar del dólar
El dólar empezó a subir antes de que se cerrara la ventanilla de retenciones diferenciales que había impulsado Economía para acelerar la liquidación del agro. El mercado percibía un crecimiento elevado de importaciones, compra de dólares para atesoramiento y pago de servicios y viajes al exterior. Caputo, a comienzos de julio, ninguneó el problema: "Agarrá los pesos y comprá, no te la pierdas, campeón".
Sin haber aprovechado la cosecha gruesa para sumar reservas, el Tesoro salió a juntar dólares para acercarse a la meta de acumulación que acordó con el FMI. Lo hizo con emisión de bonos en pesos suscribibles en dólares (unos u$s 1.500 millones) y compras de divisas en bloque (por ejemplo, los que YPF trajo al país para financiar el oleoducto Vaca Muerta Sur) por otros u$s 500 millones.
El 10 de julio comenzó el desarme de las LEFI. El BCRA y el Tesoro soltaron más de $10 billones. Las tasas de interés se desplomaron. El Tesoro reaccionó con licitaciones de emergencia en las que pagó tasas muy por encima de la inflación para reabsorber los pesos.
Este esquema se mantuvo hasta este martes y sumó nuevas trabas: encajes al 53,5% (el nivel más alto en más de 30 años) y ventas de dólar futuro por unos u$s 6.000 millones.
Señor banquero, devuélvame el dinero
El 29 de agosto, último día hábil del mes, el BCRA emitió una norma que prohibió a los bancos comprar dólares por un día. Buscó evitar la suba de la cotización que hubiera implicado, para la autoridad monetaria, pagar esos contratos de dólar futuro con una mayor emisión monetaria.
A partir del 20 de agosto, el Tesoro empezó a vender una parte de los dólares que compró entre junio y julio. Según estimaciones privadas, se desprendió de u$s 300 millones. Economía deslizó que vendió dólares a provincias que tenían que saldar pagos de deuda. Las administraciones subnacionales dijeron a Letra P que compraron sus divisas en el Mercado Libre de Cambios.
El 2 de septiembre, la venta de dólares por parte del Tesoro se oficializó con un tuit de Quirno. Fueron hasta u$s 130 millones, según operadores, para dejar al dólar mayorista en $1.361, o $110 por debajo del techo de la banda dentro de la cual el tipo de cambio debería flotar.
El FMI la mira desde afuera
La venta de dólares del Gobierno busca frenar la presión cambiaria antes de las elecciones bonarenses del domingo. Si el dólar oficial toca el techo, el BCRA queda habilitado para vender a discreción los u$s 14.000 millones que giró el FMI como parte del nuevo acuerdo.
Si el resultado electoral genera un escenario de salida de capitales, el Central tiene pocas herramientas para evitar que esas divisas terminen fuera del sistema financiero.
No sería la primera vez que los dólares del Fondo terminen financiando una fuga de divisas. Sucedió en 2018, con Caputo como presidente del Banco Central. En aquel entonces, el FMI pidió su renuncia.