La banca que controla en Diputados se suma al megabloque prolibertario, que se convertirá en primera minoría. La réplica en el Senado.
Jazmín Carrizo.
El acuerdo al que arribaron la diputada Carolina Piparo y la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, es más que un dato político: se traducirá en mayor músculo legislativo para Javier Milei en el Congreso y en la Legislatura bonaerense, donde sumará bancas opositoras a Axel Kicillof. En la cámara baja, la tropa libertaria se convertirá en la primera minoría, junto al PRO.
En diciembre, la excandidata a gobernadora por La Libertad Avanza decidió conservar el nombre de su armado en el Congreso -Buenos Aires Libre- y no sumarse al bloque oficialista, a pesar de compartir ideas y votar casi siempre en sintonía. Su espacio tiene dos monobloques en el parlamento bonaerense: uno en el Senado, con Betina Riva, y otro en Diputados, con Jazmín Carrizo. Además, Piparo controla las dos bancas libertarias en el Concejo Deliberante de La Plata, con Guillermo Bardón y Florencia Defeo.
Con el pase de la platense al bloque libertario, se confirma lo que Letra P adelantó respecto al nacimiento del megabloque que Milei tendrá en Diputados, surgido de la fusión de La Libertad Avanza (seis bancas) y el sector de Patricia Bullrich -PRO Libertad (cinco)- y los aliados Guillermo Castello, del bloque Libre, y ahora Carrizo. Así, llegarán al número de 13 escaños, igual que el PRO, que hasta ahora era la primera minoría en soledad.
En el Senado también gana, aunque no tanto. Todo indica que la piparista Riva se sumará al bloque La Libertad Avanza 1, que tiene tres bancas: Carlos Curestis, Florencia Arietto y Joaquín De la Torre. Eso podría hacerse realidad en las próximas sesiones y así la bancada línea Casa Rosada será la mayoritaria de las libertarias, relegando a La Libertad Avanza, que tiene a Sergio Vargas, Carlos Kikuchi y Paola Ventura.
No obstante, aún no está sellada la incorporación de la bullrichista Daniela Reich, que sería la quinta de esa tropa. La delegada de Bullrich se apartó del bloque PRO y armó un monobloque que trabaja en sintonía con LLA 1. Sin embargo, continúan los diálogos para confluir en el mismo espacio, al que podría sumarse un legislador más, aunque esto último está más frío.
De todas formas, aún sumando todas esas voluntades en el bloque libertario, los representantes de Milei en ese cuerpo seguirían lejos de la pelea por la minoría, ya que el radicalismo tiene ocho bancas y el PRO, nueve.
Con ese panorama LLA suma músculo en un año en el que empiezan a mostrarse los armados en los distritos pensando en 2025, año en el que el Gobierno buscará poblar la Legislatura y los concejos deliberantes de sillas violetas que sean opositoras a Kicillof, por un lado, y a posicionarse en el territorio para sumar intendencias en 2027.