“Es el caso testigo del ataque troll, empezaron con ella”. Carolina Piparo caminó la campaña electoral con Javier Milei, fue su candidata a gobernadora y la cara de la motosierra en Buenos Aires. Un anuncio fallido y alguna diferencia con el Gobierno terminaron por convertirla en el blanco perfecto para la guerra tuitera a la que le hizo frente, con la certeza de no estar en los planes libertarios para 2025. Pero pasaron cosas.
Piparo todavía usaba la gorra de Las Fuerzas del Cielo y celebraba la victoria de Milei en el ballotage cuando se enteró que finalmente no sería titular de la ANSES, tal como el presidente electo lo había anunciado el 20 de noviembre, en la mañana posterior al triunfo. Tres días después, la platense fue recibida por Milei en el hotel Libertador, donde escuchó una explicación que no la conformó. A pesar de entender que son situaciones que en la política pueden suceder, la diputada se molestó por la exposición pública de ese episodio, que entiende, se podría haber resuelto de otra manera.
El primer chispazo con Javier Milei
Fue un quiebre en la relación que no explica todo lo que siguió después, en una escalada de tensión entre la diputada y la mesa chica del Presidente. Antes del 10 de diciembre, los armadores libertarios pretendían tener conformadas las autoridades del bloque La Libertad Avanza en el Congreso, del que Piparo no sería parte. La legisladora decidió continuar con la bancada Buenos Aires Libre, que había conformado en soledad cuando José Luis Espert, su compañero de la lista Avanza Libertad en 2021, partió hacia el espacio PRO que conducía Horacio Rodríguez Larreta.
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José Luis Espert y Carolina Piparo en la campaña de Avanza Libertad 2021.
No sumarse al bloque violeta le valió el rechazo libertario, un sector que la notó desagradecida, creyendo que que Piparo nunca hubiera tenido capital político para encabezar una candidatura a gobernadora si no fuera por la confianza de Milei. Sin embargo, la legisladora mantuvo su propio espacio, al que sumó a Lorena Macyszyn, uno de sus cuadros técnicos, para conformar un binomio autónomo en la cámara baja. Con la marca Buenos Aires Libre, Piparo conduce a una diputada y a una senadora en la Legislatura bonaerense, y a dos concejales en La Plata.
El voto de Carolina Piparo que desató la furia troll
El detonante del vínculo de Piparo con LLA fue el voto en contra de un inciso del artículo 4 de la ley ómnibus original, en febrero. “Carolina votó toda la ley en general, todos los artículos en particular y se diferenció en un sólo inciso”, explica a Letra P un colaborador de confianza de la diputada. Ese argumento no conformó al oficialismo. Y su voto a favor del artículo 11 en la reforma previsional para mantener las jubilaciones de privilegio a presidente y vicepresidente fue el punto de no retorno. Un ataque feroz de la legión tuitera del Presidente la encontró plantada y con los dedos calientes para responder los misiles digitales y anónimos.
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“A mí no me van a amedrentar, la gente no me putea como me putean en redes. Yo camino y hago política”, le dice Piparo a sus colaboradores cada vez que es señalada en las redes sociales. Cree que es el caso testigo de lo que después se tradujo en un modus operandi del Gobierno, cada vez que echa a un funcionario y pasa de ser defensor de las ideas de la libertad a traidor.
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Las caravanas bonaerenses de la motosierra.
El regreso
Quienes conocen a Piparo saben que vive creyendo que hay pocas cosas que no tienen vuelta atrás. Por eso, a pesar de esa convicencia áspera con el Gobierno, este viernes se sentó a la mesa política libertaria que conduce Karina Milei y cerró su incorporación al bloque La Libertad Avanza. Las fugas y la tensión permanente del bloque que conduce Gabriel Bornoroni, necesitaron de una vieja aliada para aportar número y, por qué no, una cara conocida para la boleta violeta en 2025.
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Piparo asegura que no piensa en elecciones y que no se le caen los anillos por volver a la actividad particular que ejercía hasta que, en 2017, se acercó a cosa pública a través de la entonces gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal. Fue diputada provincial de JxC durante cuatro años, trabajó en la secretaría de Asistencia a la Víctima del gobierno platense de Julio Garro y se fue con Espert en 2021. Sin embargo, nadie en su entorno ve a la diputada fuera de la política.
Mientras muchos se lamentan de que no se haya apostado por su apellido para la intendencia de La Plata en 2023, hay quienes se entusiasman con el capital que LLA acaba de repatriar. Que Piparo haya regresado significa que Milei tendrá dos concejales en La Plata y dos legisladoras provinciales que podrían convertir a los bloques libertarios de la Legislatura bonaerense en la principal oposición a Axel Kicillof.
Que nadie se sorprenda de que la diputada vuelva a ser una carta electoral válida para el oficialismo.