El intendente de Río Cuarto, Guillermo De Rivas, es uno de los más activos promotores de la liga blue de autoridades municipales que están en la mira del Banco Nación, conducido por el excordobesista Daniel Tillard, por las tasas que cobran al comercio y la industria.
El encuentro se manejó por debajo de los radares de la prensa. No hubo comentarios sobre la agenda de esa reunión. En cambio, los mandatarios dejaron trascender que vienen trabajando en forma coordinada para defender los tributos locales, intercambiando información y consultas.
La liga no oficial de intendentes cobija también a otras ciudades importantes en escala, como Villa Carlos Paz, que también quedó en la mira de la entidad que comanda quien fuera el director del Banco de Córdoba.
La preocupación del intendentismo de Córdoba
En la capital alterna, uno de los lugares donde la cruzada contra los tributos municipales pegó más fuerte, se entusiasman con la idea de una sociedad de intendentes perseguidos por el Banco Nación. Después del encuentro en el Panal, se muestran optimistas al menos con la reacción del municipalismo, al que definen como el verdadero objetivo de la motosierra de Javier Milei, Toto Caputo y Federico Sturzenegger en esta fase del gobierno.
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Martín Llaryora escoltado por los intendentes Guillermo de Rivas (Río Cuarto) y Daniel Passerini (Córdoba)
Hablan de un grupo transversal de autoridades municipales, que agrupa a diferentes expresiones del peronismo, pero también del radicalismo; todos ellas unidos por el espanto. En este esquema, los límites y las fronteras partidarias quedan desdibujadas en un segundo plano, mientras la preocupación por la sostenibilidad de las políticas públicas surge como un nuevo común denominador.
Aunque dentro de ese colectivo hay pluralidad de intereses y prismas ideológicos, Río Cuarto considera que comparten una misma visión de la coyuntura. Están convencidos de que la ofensiva legal contra las tasas municipales no es más que la excusa de una avanzada política de un Estado nacional que se retira sin aflojar su presión fiscal.
Guillermo De Rivas agita el municipalismo
Desde la otra vereda, los intendentes cordobeses buscan responder en consecuencia, desde la misma arena política. De Rivas lo tiene claro y lleva un mensaje que apela al orgullo y la historia de las administraciones locales de la provincia de Córdoba para activar una respuesta en bloque.
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“Tenemos que contribuir a que el municipalismo no se debilite. Durante mucho tiempo se confió en el municipalismo, cuando se descentralizó y se delegó la responsabilidad del servicio de agua de la Nación a los municipios, para que sean eficientes”, dijo el mandatario de la segunda ciudad de la provincia.
En el mismo sentido, De Rivas hace un ejercicio de memoria para mostrar que los sucesivos gobiernos fueron achicando y tirando abajo los resabios del estado de bienestar. Hoy, muchas de esas funciones están delegadas en los municipios, última frontera del Estado, y sus fuentes de financiamiento están en veremos por la ofensiva de la Nación.
La avanzada del Banco Nación y los servicios en riesgo
Río Cuarto advierte que el desfinanciamiento del municipio, vía Banco Nación, significará la destrucción de la última red de contención social existente actualmente. Si la entidad que comanda Tillard tiene éxito en su batalla judicial –sostienen en el gobierno local-, le pegará un verdadero hachazo a los ingresos del gobierno local.
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Las autoridades municipales de Córdoba en la primera audiencia con el Banco Nación
Deberían pasar por la motosierra grandes áreas de asistencia y prevención, como desarrollo social, género, niñez, discapacidad, promoción industrial y salud. En la capital alterna explican que no habría recursos para atender una demanda de asistencia alimentaria en una curva ascendente -creció un 35 % este año-, que se traduce en la ayuda directa para que 12 mil riocuartenses tengan un plato de comida al día.
Por otro lado, vuelve a plantearse la dicotomía entre el centralismo porteño y el interior perjudicado. En este caso particular, le reprochan al gobierno de Milei tener un profundo desconocimiento de la realidad social y territorial que existe al trasponer la frontera de la avenida General Paz.
El nuevo round con el Banco Nación
El Municipio de Río Cuarto debe volver a discutir con el Banco Nación en la Cámara Federal de Apelaciones de Córdoba el próximo martes 20 de mayo. La propuesta de la entidad financiera es, hasta ahora pagar, el10% de lo que hoy viene tributando, lo que en el Municipio consideran simplemente como una provocación, mientras que al argumento de que las tasas encarecen los créditos lo tachan de “ridículo”.
De todos modos, aclaran que la Municipalidad tiene voluntad de negociar aunque no a costa de resignar la prestación de servicios.
El municipalismo entiende que hay un alto grado de perversidad en la avanzada del Gobierno nacional, que no modera su propia voracidad fiscal pero aprieta hasta la asfixia la recaudación de los intendentes.
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Daniel Tillard, presidente del Banco Nación y exfuncionario del gobierno de Juan Schiaretti
Con fuerte poder de síntesis, el secretario de economía de Río Tercero, Raúl Bertalot, expresó el conflicto en los siguientes términos: “La carga fiscal es de un 86% nacional, un 13% provincial y un 1% municipal. ¿Por qué los municipios tenemos que ajustar y la Nación no ajusta ningún impuesto?”.
La ciudad petroquímica, comandada por el radical Ferrer, es otra de las que más enérgicamente rechaza la ofensiva de la banca oficial. El mandatario advirtió que pone en jaque la prestación de servicios básicos del municipio con fuerte impacto social.
Río Cuarto se diferencia de los municipios más "chicos"
Guillermo Cavigliasso, intendente radical de General Cabrera, es el último mandatario local que le puso la firma a un entendimiento con el Banco Nación hace algunos días, cuando acordó una serie de modificaciones en comercio e industria que implican resignar -desde el año que viene- el 70% de lo que hoy le cobra a la banca pública. A partir de enero de 2026, la entidad tributará apenas el 30% de lo que paga hoy.
El convenio no contempla una rebaja sobre la tasa, pero sí modifica la base imponible y excluye el gravamen sobre la emisión de títulos públicos desde enero del año que viene. Cavigliasso lo justificó al argumentar que este tipo de operaciones no tienen lugar en la ciudad que gobierna. El intendente se mostró esperanzado respecto a la promesa del Banco Nación de bajar los costos de los créditos para los cabrerenses.
En Río Cuarto sostienen que, en relación impacto sobre los tributos, la realidad de los municipios cambia cualitativamente a medida que suben la escala y las prestaciones de los estados locales. Es decir que el tamaño sí importa. En las localidades “chicas”, entre las que computan a General Cabrera, el Banco Nación es virtualmente la única entidad financiera existente, lo que la deja particularmente expuesta a las presiones como por caso la amenaza de cerrar la sucursal.