El debate presidencial le trajo una buena noticia al candidato de Unión por la Patria, Sergio Massa, claro ganador de la contienda que libró con su rival, el libertario Javier Milei, quien tuvo una actuación deslucida. Este lunes, la senadora neuquina Lucila Crexell, de Juntos por el Cambio, anunció que apoyará al ministro de Economía en el ballotage.
En caso de convertirse en jefe de Estado, Massa tiene una mayoría asegurada en el Senado, pero cada respaldo que suma le permite confiar en alcanzar los dos tercios, el número necesario para cubrir las vacantes de la Corte Suprema y la de la jefatura de la Procuración General, que monitorea la selección y la conducta de los fiscales federales.
Crexell, que en las primarias y las generales respaldó a la excandidata de Juntos por el Cambio Patricia Bullrich, anunció por Twitter que el 19 de noviembre votará a Unión por la Patria. "La prescindencia no es una opción en política. Por eso apoyo a @SergioMassa. Me sumo a su convocatoria al diálogo. Confío en que tiene las cualidades para encarar la reconstrucción institucional de Argentina. Lo 'nuevo' es improvisación e incapacidad política para gobernar", posteó la mañana siguiente al debate.
La neuquina ocupa una banca desde 2013 y le quedan dos años más de mandato. Asumió por el Movimiento Popular Neuquino (MPN), pero luego rompió la relación con el gobernador Omar Gutiérrez y se convirtió en una librepensadora, aunque siempre estuvo atenta a los intereses de su provincia, que es ni más ni menos que la sede del yacimiento de shale oil Vaca Muerta.
En 2019, Crexell renovó su banca por Juntos por el Cambio, a partir de una gestión de Miguel Ángel Pichetto, quien por entonces dejó la jefatura del bloque PJ para convertirse en compañero de fórmula de Mauricio Macri. Desde la asunción de Alberto Fernández, la senadora se alió a JxC y votó en contra de la agenda del Gobierno.
El año pasado se mantuvo en el interbloque opositor, pero a través de un nuevo bloque, llamado Cambio Federal, que integraron además los chubutenses Ignacio Torres y Edith Terenzi (del PRO y la UCR); y el salteño Juan Carlos Romero.
El primer gesto de Crexell a Massa fue en la última sesión del Senado, cuando dejó su banca vacía por un viaje al exterior y facilitó las mayorías al Frente de Todos, que pudo así abrir el recinto después de cinco meses, cubrir vacantes en la Justicia y sancionar proyectos impulsados por el candidato presidencial.
¿Mayoría especial?
Con el anuncio de Crexell, el oficialismo del Senado afianza una mayoría propia que, como adelantó Letra P el 22 de octubre, de llegar a la presidencia, Massa tendrá garantizada con la ayuda de partidos provinciales. Con el conteo definitivo, en la semana siguiente a los comicios generales, Unión por la Patria sumó una banca más por San Juan, acumuló 35, sólo dos menos que lo necesario para el cuórum.
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Con este potencial, a Massa se le facilitó el esquema de eventuales alianzas para abrir el recinto en caso de llegar a la Casa Rosada. Le alcanzaría sólo con las dos bancas que ocuparán representantes del gobierno de Misiones: Carlos Arce y Sonia Decut. El esquema de partidos locales lo completan la rionegrina Mónica Silva, quien reemplazará al gobernador electo de Río Negro, Alberto Weretilneck; y dos bancas obtenidas por la fuerza del gobernador electo de Santa Cruz, Claudio Vidal. Se trata de José Carambia y Natalia Gadano, votos que el oficialismo cree tener asegurados.
Los días siguientes a la elección, Torres, que proviene del PRO y es gobernador electo de Chubut, empezó a negociar junto a su futuro colega Vidal un bloque patagónico para defender los intereses de la región. El alineamiento del partido de Macri a Milei, congeló las gestiones.
La santacruceña Gadano se convirtió en motivo de conversaciones en los pasillos de la Cámara alta. En UP creen que es un voto asegurado porque trabaja en el PAMI; pero en el JxC recuerdan que es cuñada de Alex Campbell, actual diputado provincial del PRO y ex secretario de Asuntos Municipales en la gobernación de María Eugenia Vidal.
Con el cuórum garantizado, en el Senado buscan potenciales aliados para llegar a 48 bancas y conseguir dos tercios. Con Crexell y todos los partidos provinciales, UP tendría 41 votos. Los siete que faltan son exactamente la misma cantidad de representantes que tendrá La Libertad Avanza. De esta manera, aún si JxC se mantiene unido, no será esencial la ayuda de Alejandra Vigo, la esposa del gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, que seguirá en la Cámara alta hasta 2027.
Una banca libertaria se coloreó de celeste y blanco: es la que ocupará Ivana Arrascaeta, de San Luis, quien formó parte del grupo de representantes del Congreso de LLA que firmó un comunicado para rechazar el acuerdo de Milei con Macri. En UP la dan como propia, a partir de contactos con dirigentes del PJ local y creen que la seguirá la jujeña Vilma Bedia. En LLA aseguran que son rebeliones efímeras o ficticias.
De todos modos, si Massa llega a la presidencia, la negociación para robar bancas libertarias será más agresiva y puntual para las pocas ocasiones en las que se necesitarán dos tercios, como es cubrir las vacantes de la Corte o la de la Procuración General.
En esos casos, en UP esperan que Massa rompa la UCR y asegure algunos de los 13 votos que tendrá esa fuerza desde el 10 de diciembre. Apuntan a quienes se referencian con el gobernador de Jujuy y presidente del partido, Gerardo Morales, como son el fueguino Pablo Blanco y el pampeano Daniel Kroneberger. También está en la mira la dupla de Evolución radical: su líder, Martín Lousteau; y el catamarqueño Flavio Fama. Por ahora, son sólo esquemas de trabajo que circulan. Para aplicarse, el ministro de Economía primero debe ganar el ballotage.