Ezequiel Atauche, jefe del bloque LLA en el Senado, con Estela Carlotto.
Javier Milei volvió a fracasar en el intento de dictaminar la ley ómnibus XS y la reforma fiscal en el Senado, esta vez con una consecuencia decisiva: por reglamento, no hay tiempo para tratar los proyectos en el recinto antes del sábado 25, condición que puso el Presidente para firmar el Pacto de Mayo con los gobernadores.
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Descartada la idea de una sanción antes del 25 de mayo, a Milei le alcanzaba una aprobación del Senado con modificaciones para exhibirse en Córdoba con los gobernadores con la certeza de que ese trámite se completaría a la brevedad. Tampoco lo logró y festejará el aniversario patrio junto "a la ciudadanía".
No era el final que quería el Presidente y la muestra es que intentó hasta último momento que se firmaran los dictámenes en el Senado. Los encargados de buscarlo fueron el vicejefe de Gabinete, José Rolandi y el ministro del Interior, Guillermo Francos.
Pacto de Mayo, afuera
Los funcionarios no pudieron ablandar a las figuras rebeldes de la oposición dialoguista y tampoco exhibieron una voluntad de los gobernadores. Esta semana, ninguno quiso dar la cara por Milei. Menos capacidad hubo de hablar con los senadores sin tierra.
La rebelión fue liderada por los radicales Maximiliano Abad, Pablo Blanco y Martín Lousteau; junto a Guadalupe Tagliaferri (PRO), Eduardo Kueider (Unidad Federal) y el santacruceño José María Carambia.
Recién el martes en la Casa Rosada se dispusieron a escuchar sus reclamos, cuando las chances de dictaminar se alejaban. La UCR hizo causa común y envió su propio pliego de condiciones, como bloque. Los gobernadores, esta vez, no metieron presión para acelerar.
El partido centenario pidió proteger a la industria local del Régimen de Incentivos a las Grandes Inversiones (RIGI), restringir las condiciones del blanqueo y sumar al Banco Nacional de Datos Genéticos entre los organismos que no serán disueltos.
La reforma fiscal está trabada por el pedido de los patagónicos de ser reconocidos como zona desfavorable, un reclamo que recién fue atendido este jueves. No había tiempo para escribir la nueva letra chica.
Tanta era la desesperación del Gobierno por sostener el Pacto de Mayo que a última hora del miércoles se convocó de urgencia a la comisión de Presupuesto para tratar el pacto fiscal. La ley ómnibus XS estaría en tratamiento por la citación, vigente desde el martes, para que expongan invitados desde las 14. La reunión se extendió hasta las 22 horas y participaron Estela de Carlotto (Abuelas de Plaza de Mayo), dirigentes de asociaciones gremiales, empresariales e industriales. La última oradora fue Nancy Pazos, representante de la ONG Periodistas argentinas.
Enterado de la urgencia de la Casa Rosada, el radical Blanco informó temprano que no habría dictamen. Puertas adentro, Tagliaferri y los partidos provinciales hicieron saber lo mismo. La rionegrina Mónica Silva, que el Gobierno considera alidada, se tomó un avión de regreso que hacía imposible reunir a la comisión de Presupuesto. Habría sido un mensaje de su gobernador, Alberto Weretilneck, molesto con tantas idas y vueltas.
El presidente de la comisión de presupuesto es Ezequiel Atauche, quien además es jefe del bloque La Libertad Avanza. Este jueves al mediodía, Atauche no tuvo otra alternativa que desechar la reunión de comisión que él mismo había convocado. No iba a tener cuórum.
En esos instantes, Francos y Rolandi se reunieron con Villarruel y le pidieron ayuda para evitar otro fracaso. Proclamada como mediadora, la vicepresidenta no tardó en empezar sus gestiones: por la tarde, tuvo una reunión con Lousteau.
La vice quiso saber cómo fue el encuentro del senador radical con Francos el último viernes. Supo que el economista le recriminó al ministro el bajo nivel de diálogo político. También visitó el despacho de Villarruel el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem.
Cómo sigue
El plan de Villarruel es reunir a los jefes de bancada la semana próxima y explorar acuerdos. En el Gobierno hicieron un mal cálculo: creyeron que con el diálogo que tuvo Francos con autoridades de bancada, hace un mes, el trámite en Senado estaba cerrado.
Es cierto que ese día no aparecieron quejas a fragmentos del proyecto que ahora en el Senado piden cambiar, como el RIGI o el blanqueo. La vice deberá, además, hablar con los sin tierra, porque a la Casa Rosada le cuesta ese dialogo. Hasta este jueves, Kueider esperaba la respuesta a sus reclamos. Espínola estuvo en su despacho y no atendió el teléfono.
Los pronósticos son complicados porque la demora le subió el precio a todos los posibles aliados y al Gobierno no le sobra nada. Sin llamar a Unión por la Patria, el oficialismo sólo puede resignar dos votos. Los rebeldes son muchos más. Francos había prometido ayuda peronista, pero no hubo testimonios que certifiquen que llegaría.