Luego de deslizar la posibilidad de patear el Pacto de Mayo por la falta de acuerdos en el Congreso, Javier Milei recibió un listado de modificaciones que piden los bloques opositores del Senado para aprobar la ley ómnibus XS y la reforma fiscal, que aún no fueron dictaminadas.
Recién el lunes por la noche, por gestión del secretario parlamentario Agustín Giustinian, mano derecha de Victoria Villlarruel, el vicejefe de Gabinete, José Rolandi, fue al Senado a negociar con la oposición. No le fue bien.
Rolandi supo que la lista de modificaciones pedidas era larga y solicitó que se las enviaran este martes. En ese estado de la negociación, el ministro del Interior, Guillermo Francos, especuló con un dictamen este martes que nadie imagina. Esa declaración molestó a la vicepresidenta.
El bloque de la UCR del Senado tuvo una reunión por la mañana y anotó las modificaciones que pretende, la mayoría pedidas por Martín Lousteau y Pablo Blanco, quienes la semana pasada se negaron a firmar cualquier dictamen.
La UCR y la ley ómnibus
El pliego de la UCR que llegó a Rolandi pide proteger la industria local en el Registro de Inventivos a las Grandes Inversiones (RIGI), excluir del blanqueo a los hermanos de funcionarios y a la declaración de criptomonedas; eliminar las reversión de Ganancias, sostener el monotributo social y sumar dos proyectos que se trabajan en Diputados: el aumento de las jubilaciones y del presupuesto universitario.
Blanco pide otras modificaciones, como quitar Aerolíneas Argentinas y Radio Nacional de la lista de empresas a privatizar; y modificar el capítulo energético. “Es una negociación. Si no pasan, tal vez haya un voto menos. Lo importante es que el bloque se mostró unido”, celebraron en la bancada presidida por el correntino Eduardo Vischi, quien tenía la misión de hablar con Rolandi.
El funcionario envió a su secretaria de planeamiento, María Ibarzabal Murphy, a reunirse con el entrerriano Edgardo Kueider, de Unidad Federal, dueño de un voto decisivo. Recibió una larguísima lista de modificaciones sugeridas, en casi todos los capítulos. En la Casa Rosada ya piensan que tanto su apoyo como el de su socio Carlos Espínola serán difíciles de garantizar.
Si no logra sumar alguna ayuda de Unión por la Patria, el Gobierno sólo puede ceder dos votos del resto del recinto. Por eso la negociación está verde. Hasta el fin de semana, Francos confiaba en dos aliados peronistas: Guillermo Andrada (Catamarca) y Sandra Mendoza (Tucumán). Con la demora del dictamen, el ministro fue perdiendo seguridad de poder sumarlos.
Partidos locales
El otro eslabón que debe cerrar Francos son los partidos provinciales. Si bien casi todos tenían un entendimiento para votar la ley ómnibus XS, en los últimos días surgieron demandas.
Como anticipó Letra P, el acuerdo de Francos con el gobernador Claudio Vidal para sumar dos votos de Santa Cruz no funcionó. José Carambia y Natalia Gadano, representantes de la provincia austral, negocian por su cuenta y sus planteos no son sencillos de complacer. Además de eliminar la reversión de Ganancias del paquete fiscal, quieren que se trate en una sesión aparte de la ley ómnibus XS, para no correr riesgos. En cuanto al proyecto emblema de Milei, la dupla santacruceña tiene objeciones en privatizaciones, RIGI y derecho laboral, entre otras cuestiones.
¿Dos sesiones?
La posibilidad de dividir sesiones es planteada por referentes patagónicos que exigen eliminar el capítulo de Ganancias, o al menos reconocer el 22 por ciento por zona desfavorable en la región. En Diputados hay dudas sobre ese planteó: citan fallos de la Corte que impiden tratos desiguales entre contribuyentes.
Los gobernadores de esos distritos quieren aprobar la ley ómnibus, interesados en el capítulo energético y el RIGI. "Hay que tener claro que antes del 30 de mayo no será fácil abrir el recinto. No tiene sentido apurarse", sostuvo uno de los negociadores.
De todos modos, con las gestiones empantandas, reclamar es gratis. La rionegrina Mónica Silva, por caso, solicita eliminar el artículo que deroga la moratoria previsional. Respalda su posición la cordobesa Alejandra Vigo. Es un fragmento del proyecto casi caído y no es el único.
Otra figura rebelde es Guadalupe Tagliaferri, del PRO, quien también fue contactada por Rolandi. Sus planteos son similares a los de Lousteau. Es su socio político.