La vicegobernadora Gisela Scaglia respetará el acuerdo que Federico Angelini alcanzó con Maximiliano Pullaro y validará que un halcón quede al frente de la Defensoría del Pueblo de Santa Fe. El pliego se enviaría junto con los de los candidatos a integrar la Corte Suprema, en donde el PRO también quiere mojar.
El macrismo le había echado el ojo a la Defensoría del Pueblo a fines del año pasado, en plena rosca por el gabinete de un gobierno de Unidos para Cambiar Santa Fe que aún no había asumido. Allí, Angelini había acordado con el entonces gobernador electo que ese lugar sería para su grupo. Fue uno de los pocos casilleros importantes que quedaron para el sector del exdiputado.
El entendimiento, que aún no se había hecho efectivo, entró en una etapa de incertidumbre cuando Scaglia y Angelini tensionaron para definir quién se quedaba con el control del PRO. Ambas tropas llegaron a presentar sus listas de cara a una elección interna y todo parecía naufragar -defensor del pueblo incluido- hasta que, contrarreloj, alcanzaron la unidad con la galvense como presidenta. A cambio, entre otras cosas, los halcones pidieron que se respete el acuerdo que habían sellado con el gobernador. Scaglia accedió.
La Defensoría del Pueblo está vacante desde 2021, cuando se terminó el mandato de cinco años de Raúl Lamberto. Su nombre había sido propuesto por Miguel Lifschitz en su paso por la Casa Gris y había logrado que la Asamblea Legislativa aprobara su pliego en 2016. Desde ese entonces, el órgano quedó a cargo de los dos defensores adjuntos: el exvicegobernador Jorge Henn -encargado del norte provincial- y Gabriel Savino -a cargo del sur santafesino-, cuyos mandatos vencen en diciembre.
El candidato de Federico Angelini para la Defensoría del Pueblo
El otro ruido que surgió fue en torno al nombre. Según revelaron fuentes al tanto de la negociación, el acuerdo entre el excompañero de fórmula de Carolina Losada y Pullaro indicaba que el pliego que se enviaría a la Legislatura para ocupar el cargo de defensor del pueblo sería el del propio Angelini. Claro, el exdiputado aún no había recibido el convite de Patricia Bullrich para desempeñarse como subsecretario de Intervención Federal en el gobierno de Javier Milei.
Por eso es que, cuando revalidó el entendimiento con Scaglia, Angelini avisó que no sería él sino un soldado suyo el postulante. La novedad no cayó muy bien en el entorno de la vice. El nombre elegido es el de Roberto “Tato” Ryan, un abogado que ya había sonado como secretario de Desarrollo Económico y Empleo para el segundo tiempo de Pablo Javkin al frente del Palacio de los Leones.
Duro entre los duros, Ryan fue delegado en Rosario de la Superintendencia de Servicios de Salud durante la presidencia de Mauricio Macri y se viene desempeñando como coordinador de la mesa de educación de la Fundación Pensar en Santa Fe, presidida por Carlos Castellani. En sus redes sociales se muestra como soldado fiel de la tropa halcona, en donde fue uno de los pioneros, y no se ahorra sus ácidas opiniones políticas.
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El PRO clama por un lugar en la Corte Suprema
En cuanto a los tiempos, el proceso viene lento: en la Casa Gris aseguran que el envío del pliego se dará junto con el de los nombres para ocupar las vacantes que el gobierno provincial quiere generar en la Corte Suprema de Justicia, que en principio no se activarán hasta tanto se logre que todos los cortesanos apuntados anuncien su retiro: solo dos -Mario Netri y María Angélica Gastaldi- de los cinco marcados lo hicieron hasta ahora.
La decisión de atar los tiempos de los pliegos para las distintas vacantes alimentó una versión que corre hace tiempo entre los operadores de Unidos: que el PRO debería darse por pagado con la Defensoría del Pueblo y no tendría derecho a pelear por una de las sillas del máximo tribunal provincial. Quienes aseguran que esto será así señalan, además, una supuesta falta de cuadros preparados en el macrismo santafesino para hacerse cargo de semejante responsabilidad como lo es ser ministro de la Corte Suprema.
Solo con ser difundida, la versión logró un milagro: que las tropas de Angelini y Scaglia se pongan de acuerdo. Sostienen que son negociaciones distintas y que, además del defensor, buscarán mojar entre los nuevos cortesanos. “La Corte la tiene que armar Unidos, no el Frente Progresista”, dicen cerca del exdiputado, en referencia a la vieja alianza que tenían radicales y socialistas. “Si nos quieren dejar sin lugar ahí, nos tendrán que dar otras cosas”, agregaron en el entorno de la vice, con un ojo en las vacantes que se abrieron en las distintas cámaras de apelaciones de la Justicia de Santa Fe.