La CGT no sacó todo a la calle. Las expectativas de reventar Plaza de Mayo estuvieron lejos de concretarse. La atención mediática se centró en el expresidente.
Fotos Victoria Gesualdi.
La movilización por el San Cayetano de los movimientos sociales, la CGT y la izquierda mostró este miércoles una foto de la oposición al gobierno de Javier Milei , por un lado, devaluada en convocatoria y, por el otro, opacada por la denuncia por violencia de género contra el expresidente Alberto Fernández, que acaparó la agenda mediática de la jornada.
Las expectativas de una movilización que reventar la zona de la Casa Rosada para reclamar por el aumento de la pobreza estuvieron muy lejos de concretarse. La concentración con el lema "Paz, pan, techo, tierra y trabajo" logró ocupar media Plaza de Mayo con columnas de la izquierda y organizaciones sociales, junto a dos cuadras por Diagonal Sur acaparadas por gremios de la CGT y las dos CTA.
Pasado el mediodía, sobre el escenario montado frente a la Pirámide de Mayo y de espaldas a la Casa Rosada, el secretario general de UTEP, Alejandro Gramajo, cerró el acto con un fuerte mensaje contra el Gobierno que, afirmó, está "generando la peor crisis humanitaria que haya vivido el país" y "empujando a la gente a un exterminio social" por no entregar alimentos a comedores.
A su lado lo acompañaban los dos cosecretarios generales de la CGT, Héctor Daer y Pablo Moyano, junto al titular de la CTA Autónoma, Hugo Godoy, además de referentes sociales y de la izquierda. Frente al escenario, en las primeras filas, pudo verse a dirigentes del peronismo, como el diputado nacional Eduardo Valdés y el ministro de Gobierno bonaerense Carlos Bianco, que fue en representación de Axel Kicillof junto a sus pares del gabinete, Andrés Larroque y Walter Correa.
La UTEP, la central gremial de las organizaciones sociales que conduce el Movimiento Evita, fue el motor de la convocatoria junto a Barrios de Pie, Libres del Sur, la Corriente Clasista y Combativa y el MTE, que integran el colectivo conocido como "Los Cayetanos". Desde 2016, este sector viene realizando la peregrinación y la marcha. Para este año, el primero de la administración libertaria, esperaba una alta adhesión en las calles, con la polémica por el recorte en los alimentos para los comedores en primer plano.
“A las ollas populares se acercan cientos de miles de trabajadores, producto del ajuste de Milei", dijo Gramajo. "Este Gobierno miente, funcionarios de primer nivel tuvieron que salir a dar explicaciones de por qué tenían mercadería encanutada en los galpones”, agregó.
El discurso de Gramajo fue el momento culminante de una jornada que había comenzado bien temprano, en el santuario de San Cayetano en Liniers, con una misa para celebrar al santo patrono del pan y del trabajo en Argentina. De allí partió una peregrinación de la que participaron figuras como Grande Juan Grabois y el senador Wado De Pedro, además de la diputada Natalia Zaracho y la secretaria general de La Cámpora, Lucia Cámpora.
La figura de Grabois estuvo lejos de los primeros planos en la jornada. El dirigente social no se subió al escenario y, en la previa del acto, difundió un comunicado en sus redes sociales sobre la acusación contra Fernández de la exprimera dama Fabiola Yánez por violencia de género. Recién pasadas las 17 posteó una imagen aérea de la Plaza de Mayo.
Aunque en la previa se había anunciado una gran movilización de respaldo, la CGT sacó a las calles una columna acotada, con pocos gremios, que se desplegaron por dos cuadras sobre Diagonal Sur.
Camioneros, SMATA, Uocra, Sanidad, Judiciales y la Corriente Federal fueron algunos de los sindicatos de la central obrera que se movilizaron este miércoles en respaldo a la convocatoria de los movimientos sociales.
La CGT buscó enviar con la movilización un mensaje al Gobierno en medio de los cortocircuitos en el diálogo que derivaron de las tensiones por la reglamentación de la reforma laboral. Está pendiente de realización de una reunión de la cúpula con el secretario de Trabajo, Julio Cordero, después de que a la anterior la central obrera prefirió enviar a representantes técnicos. La Casa Rosada quiere evitar que vuelvan a dejar esas sillas vacías.