Será el miércoles, Día de San Cayetano, con la consigna “Paz, Pan, Techo, Tierra y Trabajo”. Una señal en medio de las tensiones con Javier Milei por la reforma laboral.
Marcha de la CGT por el Día del Trabajador
La CGTvolverá a mostrar su poder de movilización en medio de las tensiones con el gobierno por la reforma laboral y Ganancias. Será el miércoles en una marcha por el centro junto a la UTEP de Juan Grabois, la CTA Autónoma y organizaciones sociales, por el Día de San Cayetano, con la consigna Paz, Pan, Techo, Tierra y Trabajo.
La participación en la marcha fue resuelta por la CGT como parte de la declaración de hostilidades al gobierno de Javier Milei, en paralelo al anuncio de la decisión de la conducción de la central de abandonar la mesa de diálogo con el secretario de Trabajo Julio Cordero y empresarios. Mientras se cocina a fuego lento la posibilidad de un nuevo paro, la central mostrará su histórica capacidad de movilización la semana que viene por el microcentro porteño.
Este viernes, la CGT reforzó la convocatoria a todos los gremios a concentrar el miércoles 7 de agosto a las 12 en la esquina de Diagonal Sur y Perú. Por allí pasará la columna principal con UTEP a la cabeza, que partirá por la mañana desde la Iglesia de San Cayetano en Liniers hasta la Plaza de Mayo.
“En una Argentina donde 7 de cada 10 pibes y pibas están en la pobreza, volvemos a llevar adelante la marcha de San Cayetano, en este contexto de hambre que sufre nuestro pueblo, sobre todo en los barrios populares donde los alimentos no llegan a los comedores comunitarios”, dice la convocatoria motorizada por UTEP, la organización gremial de los movimientos sociales que conduce el Movimiento Evita.
La CGT acompañará a la movilización con todo el poder de fuego de sus principales gremios, en esta nueva etapa de acercamiento entre los sindicatos más combativos y los dialoguistas, unidos ahora para enviar un mensaje al gobierno de Milei. La central presiona para que el Ejecutivo acepte un pliego de condiciones que incluye una suba del mínimo no imponible de Ganancias para atenuar su impacto y frenar aspectos polémicos de la reforma laboral.
"Es una convocatoria del Consejo Directivo. Ningún gremio va a quedar afuera", dicen en la central sobre la marcha del miércoles. Para la CGT, la consigna de la movilización tiene un eco histórico: evoca el "Paz, Pan y Trabajo" de la central obrera en 1982, con Saúl Ubaldini a la cabeaza, considerada un mojón en la trasnsición de la dictadura a la democracia.
La vuelta de la CGT a la calle se da después de los cortocircuitos a cielo abierto que provocó la última movilización gremial de parte de la conducción, el 12 de junio pasado, el día que el Senado trató la ley ómnibus. La central había resuelto no acompañar la movilización de la izquierda al Congreso, pero Pablo Moyano (Camioneros) y Mario Manrique (SMATA), entre otros, decidieron convocar a una jornada que terminó con una violenta represión e incidentes.
La participación de los gremios combativos en esa marcha generó un reproche abierto de los representantes del ala dialoguista, como Andrés Rodríguez, de UPCN, que cuestionó a Moyano por movilizar junto a la izquierda mientras el Consejo Directivo de la central obrera intentaba acordar modificaciones a la reforma laboral que se discutía por esos días en las cámaras.