Eyectado del círculo de confianza por Karina Milei, el heladero goza de gran protagonismo. El rol utilitario que le da Martín Llaryora. Cruces en la sesión.
Agustín Spaccesi tiene la llave del cuórum esta semana, en la Legislatura de Córdoba.
Agustín Spaccesi defiende a Javier Milei a ultranza en la Legislatura de Córdoba.
Cuando asumió la nuevo composición de la Legislatura se presumía que los momentos de tensión no serían del monopolio exclusivo del Congreso en la era de Javier Milei. La paridad entre la bancada de Martín Llaryora y la oposición hizo que el recinto de Córdoba recuperara la centralidad política que había perdido en tiempos de mayoría abrumadora de Juan Schiaretti.
Ese foco de atención debería aumentar el sentido de la responsabilidad por lo dicho y lo hecho. El empresario heladero y legislador libertario Agustín Spaccesi, fue el protagonista de la sesión de trasnoche de este miércoles por dos momentos puntuales.
Negó la brecha salarial de género al argumentar que las mujeres ganan menos porque eligen ser docentes y no conductoras de ómnibus, por ejemplo; y fue el único integrante del cuerpo que votó en contra del proyecto de repudio a la discriminación del Presidente a las personas con síndrome de Down.
"No me voy a solidarizar con alguien que no cumple los contratos", dijo en referencia a la polémica que protagonizó el presidente con el gobernador de Chubut, Ignacio Torres.
Después de asegurar que los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) demuestran que, supuestamente, la brecha salarial no es de género, vaticinó que las mujeres comenzarán a ganar más dinero que los hombres porque estudian más en las universidades.
Lo cierto es que el organismo estadístico oficial revela otra cosa: en Argentina, las mujeres ganan en promedio 25% menos que los varones por la misma tarea, según datos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), realizada en el primer trimestre de 2023.
La mirada clasista, que pone el foco en las mujeres que pueden “progresar” por acceder a una educación especializada, fue cortada en seco por la legisladora amarilla Karina Bruno, cuya intervención arrancó con una ironía: “Es medieval esta Legislatura. No sé cómo está haciendo para hablar con micrófono porque parece que viene de la edad de piedra”.
Antes, Luciana Echevarría (FIT) había enumerado las razones cualitativas que explican los datos estadísticos ampliamente difundidos.
Spacessi siguió en la suya. Incluso se dio el gusto de rechazar otra réplica. “Con una alcanza”, sobró, consciente de su minuto de fama.
El excandidato a la gobernación goza de una centralidad que derrama del fenómeno libertario, también de la exagerada ponderación del peso específico que le dio el gobierno de Llaryora, en la búsqueda diaria de quebrar la paridad que domina la dinámica en el recinto.
El dueño de heladerías de una reconocida franquicia cordobesa -que logró su banca sin que Milei pusiera las huellas en la campaña por la elección provincial de junio de 2023- en pocos minutos celebró la eliminación del lenguaje inclusivo de la redacción de los documentos oficiales de la Nación y avaló la evolución “natural” de la lengua. El darwinista del lenguaje siguió.
Entre risas nerviosas, miradas de desaprobación y bostezos en una Legislatura desacostumbrada al contraturno, Spaccesi siguió usufructuando la agenda de temas que impone con pericia el gobierno minarquista y distrae a la política de temas rutilantes
La radical Brenda Austin pidió la palabra para que Facundo Torres ordenara el debate y pudieran continuar el orden del día.
El presidente provisorio sugirió que la exdiputada quería irse antes a su casa, pero lo cierto es que no pasó desapercibido que el peronismo recicló el rol utilitario que le asigna al libertario sin padre político. Esa jugada no la dejó pasar la ex-Franja Morada.
Spacessi era uno de los apuntados por Hacemos Unidos por Córdoba para “contribuir” al juego del oficialismo cuando la relación institucional que se prometían Milei y Llaryora no había ingresado a la picadora.
En aquella instancia, el diálogo era directo entre la cúpula oficialista en la Legislatura y el libertario. Spaccesi negaba un acuerdo y aseguraba que su terminal era Guillermo Francos que, como se sabe, es un ministro que el cordobesismo asumió que no corta ni pincha desde que Llaryora tuvo su primera reunión en un temprano diciembre.
Lo cierto es que Spaccesi juega en espejo, en un permanente “vamos viendo”. Su pensamiento y posicionamiento sobre algunos temas son inherentes y no obedecen al revival libertario que llevó a Milei a la cúspide del poder. Punto por la coherencia.
El empresario gozó en esos albores de la confianza de Karina Milei. Mientras se pensaba que el economista era un fenómeno mediático y urbano, más precisamente de la ciudad de Buenos Aires, organizó la primera "clase pública" de Milei en el Parque Sarmiento, en febrero de 2022. En aquella época, tenía diálogo permanente con la dupla Karina-Javier.
Salió de ese controlado círculo de confianza que sólo pisa “el jefe” apenas tomó conocimiento público la gresca que protagonizó dos meses más tarde.
Fue imputado por agresiones en una escena pugilista callejera en Villa Allende, después de que una familia le hizo saber que había estacionado mal su 4x4.
El presidente del Partido Libertario de Córdoba forma parte de la oferta electoral de la provincia desde hace décadas. Sus últimas actuaciones no fueron muy lucidas.
En junio del año pasado, ganó la disputa legal para presentarse como candidato a la gobernación por La Libertad Avanza, marca que empezaba a cotizar alto. Sacó el 2,61% de los votos que le permitieron su ingreso a la Legislatura y la del sello, después de 28 años sin representación en el recinto.
Superó ampliamente su marca de 2019, cuando aspiró a la silla de Schiaretti y sólo sacó el 0,68% con el partido Unión Ciudadana, de Juan Carlos Neves.
En 2021, compitió por la Unión Popular Federal por una banca del Senado. Cosechó el 0,86% de los votos.