El sector del exsecretario de Energía Darío Martínez se aferra al rol opositor extremo. Palos al acuerdo de Rolo con Mariano Gaido.
El peronismo de Neuquén busca su destino. Darío Martínez se planta y rechaza un acuerdo con Rolando Figueroa.
El peronismo que no comulga con Rolando Figueroa se aferra al rol de oposición al frente Neuquinizate del gobernador de Neuquén. El sector referenciado en el diputado provincial Darío Martínez y el senador Oscar Parrilli, al que se le suma como aliado circunstancial el intendente de Cutral Co, Ramón Rioseco, se resguarda con vistas a la elección de medio término en 2025.
“No es tiempo de rosca, es tiempo de gestionar”, advirtieron en un comunicado conjunto los peronistas que no abrevan en el acuerdo con la Casa de Gobierno, mientras asimilan los embates de viejas compañeras como la diputada Tanya Bertoldi o la ministra de Educación, Soledad Martínez, quien supo ser intendenta de Zapala.
En forma de réplica a esas voces amigables con el oficialismo neuquino, el grupo intenta defenderse camino a la instancia nacional del año que entra, cuando en esta provincia de la Patagonia se pongan en juego tres lugares en el Senado y otros tres en la Cámara de Diputados.
“Es insólito que esta nueva alianza neo-MPN que encabeza Rolo ponga como objetivos defender los intereses de Neuquén, la salud, la educación pública, la Universidad del Comahue y el transporte público. ¿Por qué no lo hace ahora que todo eso está en peligro?”, se preguntó en una carta pública el peronismo opositor que se viralizó en la semana.
Las declaraciones del legislador Darío “Pampa” Peralta fueron ratificadas a Letra P y avivaron las diferencias con quienes manifestaron la idea de sumarse a Neuquinizate como Partido Justicialista (PJ), una jugada que barrería con un frente de histórica cosecha en las instancias nacionales.
La principal armadora para que eso suceda es Bertoldi, con una banca en el Congreso y articuladora en el gobierno neuquino a través de la Unidad Provincial de Enlace y Ejecución de Proyectos con Financiamiento Externo (Upefe), un reducto que le permite recorrer la provincia y vertebrar acciones en los municipios.
“Es hora de que el PJ salga no sólo a hablarnos entre nosotros, sino a abrir el debate y la discusión. Las internas son bienvenidas, porque generan un dinamismo necesario y para plantear qué provincia queremos, qué peronismo queremos”, razonó la funcionaria, a principios de mayo, en contacto con este medio.
Cada palabra toma vigor tras el anuncio de un acuerdo electoral entre Figueroa y el intendente de la capital, Mariano Gaido, quien representaba la esperanza de conformar una oposición fuerte a la actual gestión. Con el jefe de Primero Neuquén adentro de la alianza, las opciones son más difíciles de ratificarse para la oposición.
Los cortocircuitos entre antiguos aliados se dieron en un encuentro en en la región centro, en el que estuvieron Bertoldi, el titular del PJ dela capital, Marcelo Zúñiga, y otras figuras de rol trascendente en la política partidaria.
“Es nuestra voluntad construir un peronismo neuquino que recupere su contacto con la realidad difícil que le toca vivir a nuestro pueblo, que se comprometa con las necesidades y la resolución inmediata de sus problemas. Estamos decididos a sacar al peronismo del encierro autocomplaciente de la dirigencia que nos trajo hasta acá. Vamos a hacerlo recuperando las experiencias de la militancia que, en cada barrio, en cada paraje, en cada ciudad de esta provincia, milita sin pedir permiso”, lanzaron en un documento de esa cumbre.
Desde entonces, las diferencias se profundizaron en un callejón que parece no tener retorno y puede profundizar la fractura de un sello que siempre corrió de atrás al Movimiento Popular Neuquino (MPN).
Martínez tiene decidido pelear por un lugar en el Senado, pero deberá sortear la pelea interna desatada en torno al acercamiento con Rolo y al fortalecimiento del espacio libertario, que está cerca de tener sello propio con La Libertad Avanza.