Tres gremios de influencia en Neuquén mostraron un bloque de acción cuando sus secretarios generales unificaron el grito de rechazo a la Ley ómnibus y deslizaron la posibilidad de que el frente sindical se traduzca en una opción electoral para 2025, cuando la provincia ponga en juego tres bancas en el Senado y otras tres en la Cámara de Diputados.
“Los dirigentes y las bases se preguntan por qué no tenemos la representatividad que deberíamos tener”, advirtió Marcelo Rucci, del poderoso Sindicato de Petróleo y Gas Privado de Río Negro, Neuquén y La Pampa, base de la Agrupación Azul y Blanca del Movimiento Popular Neuquino (MPN), partido que se vio relegado del poder con la llegada del frente multicolor Neuquinizate del gobernador Rolando Figueroa.
“Es crucial que los trabajadores estén presentes en las decisiones políticas que se tomen, especialmente considerando lo que está en juego”, se plantó el pope emepenista, acompañado de Carlos Quintriqueo (ATE Neuquén), Juan Carlos Levy (UOCRA) y Maximiliano Arévalo (Petroleros Jerárquicos). Todos coincidieron en la posibilidad de trabajar en un frente político el año entrante.
Poder sindical en Neuquén
“Hoy vemos que el voto de nuestros legisladores nacionales está en venta cuando están en juego los destinos de una provincia y los destinos de todos los trabajadores”. El tiro por elevación de Rucci fue directamente para Lucila Crexell, un eslabón suelto de la política provincial que saltó del MPN a Juntos por el Cambio, armó un bloque propio por fuera de ese frente y hoy abreva en el espacio de Figueroa.
Justamente la senadora es blanco de críticas de la plana mayor sindical neuquina. Como explicó Letra P, es histórico el enojo del gremio petrolero con Crexell que llegó al cargo en 2013, colgada de Pereyra al Senado. Toda la carrera parlamentaria fue esquivando responsabilidades, saltando de espacio en espacio para sobrevivir.
En las primeras horas de la tarde de este martes, circuló el pliego como embajadora ante la UNESCO de la neuquina, quien alcanzaría nuevos horizontes a cambio de la ley ómnibus. Unión por la Patria la denunciará en el Senado por dádivas.
Pensar en 2025
“Mañana se va a dar tratamiento a la ley Bases y nos encontramos en estado de orfandad al no tener representación de las organizaciones sindicales. Es momento de discutir también cómo nosotros intervenimos en la política”, sumó Quintriqueo, que amaga desde hace tiempo con la conformación de un partido.
“Si bien cada uno tiene una pertenencia distinta en la política, tenemos una cuestión en común que es tratar de juntarnos para traccionar en la misma dirección. Esa debe ser la salida. Siempre lo dijimos, si no es a través de la política, no hay salida. Entonces, debemos intervenir y nuestra responsabilidad de dirigentes es construir esa salida también”, pidió el estatal.
MPN vs. Crexell
La trayectoria de la senadora es peculiar para la política neuquina, de oscilante construcción y personalismo extremo. Hija de la fallecida intendenta de San Martín de los Andes Luz Sapag, decidió enfrentar a su tío, el exgobernador Jorge Sapag, acompañando al petrolero Guillermo Pereyra en la lista que ganó la histórica elección primaria por las candidaturas del MPN al Senado en 2013.
En Neuquén todavía se recuerda lo movilizante que fueron aquellas PASO, en la que se batieron a duelo dos boletas de notable influencia en el partido neuquino: la otra opción, la del sector Azul, llevaba a la vicegobernadora Ana Pechen y al ministro territorial de Sapag, Leandro Bertoya. El éxito fue tal que el MPN logró dos bancas en el Senado en la instancia general. Desde entonces, la historia fue de amor-odio.
El último capítulo se dio con Rolo Figueroa, a quien responsabilizó de su voto en la sesión de esta semana.