La diputada controla el sello y podría intentar un salto al Senado. El radical rema y busca un lugar en la boleta. La obediencia debida del ala violeta local.
Pablo Cervi, diputado de la UCR por Neuquén, y la libertaria Nadia Márquez.
El diputado radical Pablo Cervi ya se puso oficialmente la peluca, pero muestra cautela al hablar de su continuidad en el Congreso. Mientras tanto, la tribu violeta de Neuquén que tiene como líder a Nadia Márquez acelera la oficialización de la franquicia de La Libertad Avanza.
A pesar de que tienen el control del sello libertario neuquino, cerca de Márquez no bendicen ni condenan la posibilidad de que Cervi se sume a la oferta electoral de octubre y perjuran que agacharán la cabeza frente al mandato que llegue desde Buenos Aires a la hora de definir candidaturas.
Las elecciones en la provincia tendrán el atractivo adicional de renovar tres bancas en Diputados y las tres en el Senado. Esa es una de las apuestas centrales de Javier Milei, que deberá generar anabólicos en la cámara alta, donde cuenta con apenas seis votos puros y un puñado de voluntades aliadas. En ese marco, nadie descarta que la diputada y pastora evangélica busque pegar el salto y llegar al Senado.
En ese contexto, a Cervi, último candidato a gobernador de Juntos por el Cambio en Neuquén no le molesta el mote de "radical con peluca" y desde el desplante que le ocasionó a Rodrigo de Loredo, presidente del bloque oficialista de la UCR, se la pasó fidelizando con el team violeta desde la cámara baja.
Cervi tiene un pasado reciente en Evolución, la línea radical conducida por Martín Lousteau, y finaliza su estadía en la cámara baja a fin de año. Aunque dice que "aún falta mucho para la definición de las listas", en su entorno se muestran entusiasmados por el protagonismo del empresario frutícola. Dicen que cuando abandonó el bloque del radicalismo y se lanzó a la aventura libertaria, el parlamentario se sintió más liviano. Ahora, desde la bancada Liga del Interior, el legislador comenzó a acompañar con soltura al gobierno libertario.
Además de Cervi, finalizan sus mandatos Tanya Bertoldi (Unión por la Patria, pero aliada al gobernador Rolando Figueroa) y Osvaldo Llancafilo (Movimiento Popular Neuquino, MPN). En cambio, Márquez, pastora de la iglesia Jesús es Rey, tiene 24 meses más por delante. En el Senado, concluyen su periodo de seis años la dupla de Unidad Ciudadana que integran Oscar Parrilli y Silvia Sapag y, además, Lucila Crexell, una campeona del slalom político.
Esas vacancias abren nuevas posibilidades para las apetencias "neuquinizantes" del gobernador Figueroa, quien con un armado coalicional provincialista y rompiendo las estructuras partidarias tradicionales buscará ganarle a las listas del kirchnerismo y de LLA, mientras busca sumar a la mayor parte del MPN. El radicalismo, en tanto, luce dividido en Neuquén entre las aguas del oficialismo provincial y las de la opción libertaria encabezada por Cervi.
Cervi reúne varias de las condiciones que le gustan a Milei y las va marcando en su checklist. Es medianamente nuevo en política y no tiene "olor a casta". Es empresario, defiende las ideas de las fuerzas del cielo y tiene aceitados vínculos con referentes de la producción. Pese a ello, para el líder libertario, la gran carga de Cervi es su pasado en el radicalismo.
El diputado, que guardó en su mesita de luz el retrato de Hipólito Yrigoyen y se miró en el espejo liberal de Leandro N. Alem y Marcelo Torcuato de Alvear, fue rotulado despectivamente como radical con peluca cuando Milei lo llamó "héroe" e instruyó a sus tropas fanatizadas a guardarle respeto. En ese momento, el ingeniero neuquino pudo transformar esa etiqueta en un sello distintivo.
Cervi trabajó 20 años en su empresa familiar, exportó frutas a 30 países y se jacta de haber generado más de mil puestos de trabajo. El agrónomo ahora buscará seguir haciendo mérito en la comisión investigadora sobre la criptomoneda $Libra y el Presidente estará más cerca de estampar su nombre en alguna lista. En esa comisión, Cervi y Márquez coincidirán.
En marzo, el empresario dijo sentirse "escudo de la gobernabilidad" y acumuló fotografías no sólo con Javier y Karina Milei, sino también con Guillermo Francos, Martín Menem y con la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y sus pares Federico Sturzenegger (Desregulación) y Luis Petri (Defensa). Además, el neuquino bancó la Ley Bases; al veto al aumento jubilatorio; el rechazo al financiamiento de las universidades y amortiguó los palos opositores cuando el Libragate fue título nacional e internacional.
Alejandra Durdos, la apoderada de LLA en Neuquén, se siente "muy contenta porque el partido toma fuerza" y cree que el "desafío es avanzar con las fuerzas del cielo en la provincia, gobernada siempre por el mismo signo político". Además, le dijo a Letra P que desde esa trinchera serán "orgánicos" y que respetarán las visiones nacionales en el armado de las listas.
Los libertarios neuquinos respetan a Cervi, valoran sus posicionamientos, pero creen que "el radicalismo de la provincia está en decadencia"; por eso prefieren nombres propios en la boleta. En ese sentido, comienza a circular el nombre de la diputada Márquez para el Senado, para traccionar desde allí al resto de las candidaturas.
Mientras Cervi hace cuentas y sigue haciendo un trabajo fino de posicionamiento frente a Milei, la prioridad de la tribuna libertaria de Neuquén es acelerar el proceso para oficializar el partido. Si el equipo comandado por la diputada completa el 20% de las afiliaciones que restan, en dos semanas podrá exhibir el reconocimiento de LLA como partido político en la provincia.
Sin prisa, pero sin pausa, Cervi hace su parte y Márquez, la suya. Ambos mantienen un buen vínculo y saben que las listas neuquinas se están cocinando a fuego lento en Buenos Aires. Tal vez, si se alían y suman fuerzas, Milei estampe sus nombres en la boleta violeta neuquina el 17 de agosto, cuando vence el plazo de presentación de candidaturas. Si sucede, ¿aparecerá uno en cada categoría o los dos en la misma? La moneda está en el aire.