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Libragate: Martín Menem puja con la oposición por la comisión investigadora y cambian todos los bloques

El riojano apeló a la letra chica de la resolución para sumar integrantes. Nace UCR violeta, se amplía LLA y PRO. Fusión K y FIT, la respuesta.

La comisión investigadora del caso $Libra en Diputados quedó envuelta en una rosca sinfín que incluye rupturas y creaciones de nuevos bloques, que ponen en duda su funcionamiento. El responsable de esta situación es Martín Menem, quien intenta conseguir al menos la mitad de los miembros para evitar que se investigue a Javier Milei.

Menem jugó a fondo para lograr un empate y de ese modo trabar la designación de autoridades, prevista para el miércoles 23 de abril. Para eso había divisiones e incorporaciones en LLA y sus aliados: UCR, el PRO y los partidos provinciales. Este viernes por la noche, el riojano estaba logrando bloquear la comisión.

Como explicó Letra P, el juego de ajedrez surgió por la letra chica de la resolución aprobada el martes, en la que se establece un mecanismo peculiar para repartir los lugares de la comisión. Para que ninguna de las fuerzas que impulsó su creación se quede afuera, se le asignan dos miembros a bloques con más de cinco integrantes y otro a interbloques que reúnan esa cantidad. Además, cada 20 representantes en una bancada, se permite sumar otro vocal.

Con este diseño, hasta el martes -cuando se votó la resolución- la comisión iba a estar integrada y dominada por los bloques que aprobaron su creación, que son Unión por la Patria, Encuentro Federal, Democracia Para Siempre (UCR crítica), Coalición Cívica y la izquierda.

Menem armó una jugada para romper ese esquema: como en el recinto se votó que se podían enviar los integrantes de cada bloque -o interbloque- hasta el viernes, habilitó la negociación para ampliar o crear nuevas fuerzas que permitan sumar lugares en la comisión. Una puja de alianzas y contra alianzas, sin otros límites que la rosca.

Los nuevos bloques de Martín Menem

El riojano movió primero el martes, cuando convirtió en interbloques a La Libertad Avanza (con Paula Omodeo) y al PRO (con el MID). De esa manera, superaron los 40 miembros y cada uno agregó un vocal a la comisión. Además, Menem le negó un lugar al Frente de Izquierda, porque en la sesión del martes presentó su renuncia Mónica Schlotthauer, aún no asumió su reemplazo y el interbloque dejó de tener cinco votos esta semana. De esta manera, la comisión iba a tener 25 miembros, 13 decididos a oponerse a la investigación; y sólo 12 a favor.

Este viernes la oposición salió a contrarrestar la maniobra. Temprano, los aliados antiMilei optaron por pedirle a Menem que dejara de lado el vale todo y respetara el cuadro de fuerzas del martes. A través de una nota, los diputados Oscar Carreño y Nicolás Massot, le exigieron al presidente de la cámara baja desistir de considerar interbloques para ampliar los integrantes de la comisión investigadora. Señalaron que es válido crear interbloques, pero "no como una trampa".

Como Menem no respondió, la oposición dura se resignó a las nuevas reglas y salió a jugar. El riojano no se quedó atrás y este viernes por la noche la página web de Diputados mostraba como todos los bloques se partían o sumaban aliados con el único fin de tener más integrantes en la comisión investigadora del caso $Libra.

Por caso, los seis radicales cercanos al Gobierno (Pablo Cervi, Francisco Monti, Federico Tournier, Mariano Campero, Martín Arjol y Luis Picat) se fueron formalmente del bloque UCR y armaron su bancada, denominada Liga del Interior, para tener dos integrantes en la comisión investigadora. El bloque UCR tendría la misma cantidad de votos. Con el objetivo de sumar otras más, hubo un sondeo de Menem para partir el resto de la UCR en dos bancadas de siete miembros y no prosperó. Del otro lado no sé quedaron de brazos cruzados: el Frente de Izquierda se completó con las kirchneristas Julia Strada y Mónica Macha, para garantizarse una dupla de vocales.

Los nuevos bloques

Este viernes por la noche el oficialismo trataba de crear otro bloque con partidos provinciales (como San Juan) para sumar otro voto y hacer la diferencia. Con las últimas martingalas, la integración de la comisión tenía 28 miembros, 14 dispuestos a defender a Milei. De quedar así, sería un triunfo para Menem, porque lograría bloquear su funcionamiento. Por caso, no se podrían elegir autoridades.

El scrum de Milei lo compondrían cuatro vocales de LLA-CREO (Gabriel Bornoroni, Nadia Márquez, Nicolás Mayoraz y Paula Omodeo), cuatro de PRO-MID (Cristian Ritondo, Silvana Giúdici, Martín Maquieyra y Oscar Zago); 2 UCR (Karina Banfi y Soledad Carrizo o Lisandro Nieri), 2 de radicales violetas (Monti y Cervi) y dos de Innovación Federal (partidos provinciales) a definir.

El bando opositor lo integran hasta ahora seis vocales de UP (Pablo Carro, Juan Marino, Rodolfo Tailhade, Carlos Selva, Itaí Hagman, Carolina Gaillard), 2 de EF (Carreño y Massot), 2 de DPS (Danya Tavella y Fernando Carbajal), 2 de la Coalición Cívica (Mónica Frade y Maximiliano Ferraro) y dos de la fusión FIT-UP (Christian Castillo y la Kirchnerista Julia Strada).

Este juego dejó atrás una posible judicialización que por la tarde del viernes parecía irreversible. De hecho, en la nota de Carreño y Massot citaron como argumento para que Menem desista de habilitar el vale todo el caso "Luis Juez", cuando el senador del PRO consiguió un fallo favorable de la Corte en su reclamo para tener un lugar en el Consejo de la Magistratura, donde no había podido asumir porque el entonces bloque Frente de Todos, controlado por Cristina Fernández de Kirchner, se dividió para quedarse con un lugar por primera fuerza y otra por la tercera, que era el pedido por los amarillos.

El otro plan de la oposición era citar a una sesión especial el 22 de abril, en la previa de las interpelaciones por el caso $Libra, que abarcan a Guillermo Francos, Toto Caputo, Mariano Cúneo Libarona y (el titular de la CNV) Roberto Silva. Ese día preveían votar una moción para definir una nueva integración de la comisión.

En el oficialismo se tienen fe, porque creen que esta vez el gobernador de Córdoba Martín Llaryora, artífice de la sesión del martes, jugará a favor. De hecho, sus cuatro representantes ayudaron para el cuórum pero no votaron la comisión investigadora. Por eso esa la oposición prefirió no desafiarlos. Y apelar a la rosca.

Germán Martínez y Cecilia Moreau, de Unión por la Patria, durante la sesión en la que se votó la interpelación a funcionarios de Javier Milei. 
Karina Milei y Manuel Adorni. 

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