"Jugosa reunión con mi amigo Sergio Massa", tuiteó el 4 de Julio para acompañar la foto que se había sacado un rato antes con el ministro de Economía como flamante miembro del equipo de asesores del candidato presidencial de Unión por la Patria. Tres meses y 12 días después, Santiago Montoya se anotó para conducir la Agencia Federal de Ingresos Públicos (AFIP) si el 10 de diciembre Javier Milei toma el mando de la Casa Rosada.
Según pudo saber Letra P, Montoya levantó la mano para postularse para ese cargo -donde debería darle fuerte a la motosierra para terminar con el "robo" de los impuestos, como califica a los tributos el líder ultraderechista- en una reunión del team económico ultravioleta de la que participó este lunes, donde sorprendió a interlocutores que lo hacían trabajando para Massa.
Montoya fue el tercer refuerzo que anunció el jefe del Palacio de Hacienda unos días después de quedarse con la precandidatura presidencial del frente oficialista en un cierre de listas que había bañado en humildad a Wado de Pedro y a otro integrante de esa terna, Daniel Scioli, que habia accedido a bajar las banderas de una postulación que había tensado al máximo la interna de UP.
Scioli había sido jefe de Montoya en la provincia de Buenos Aires. Bajo la conducción del actual embajador en Brasil, el economista hincha de Belgrano -el Pirata cordobés- impulsó la ley que creó la Agencia de Recaudación Buenos Aires (ARBA). El 17 de diciembre de 2007 asumió la Dirección Ejecutiva de la nueva criatura, cargo que desempeñó hasta abril de 2009. En septiembre de 2010, Scioli lo convocó nuevamente, esta vez para designarlo presidente del Banco Provincia.
El batacazo libertario de las PASO, que convirtió al León anarcocapitalista en favorito para ganar las presidenciales, encendió un fogón al que se han ido arrimando burócratas de toda laya. Sin ir más lejos, Montoya compartió la reunión de este lunes con otros nombres que se repiten en varios capítulos de la Historia reciente argentina.
El encuentro estuvo encabezado por el coordinador de la agenda política de Milei, Guillermo Francos, otro viejo conocido de Scioli: el exdiputado también presidió el Banco Provincia durante la gestión bonaerense de Pichichi. Con el ascenso al poder del Frente de Todos, con Alberto Fernández en Balcarce 50, el abogado se transformó en el representante de la Argentina ante el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), beca que conservó hasta hace poco, mientras se prueba el traje de ministro del Interior de Milei.
Otra figurita repetida de las últimas décadas de la burocracia nacional que estaba en esa reunión es Guillermo Nielsen, que ve en la ola violeta la chance de volver a las alturas del edificio YPF. Alberto Fernández lo había designado presidente de la petrolera de bandera en 2019, pero en 2021 el economista debió cederle el despacho al cristinista Pablo González. Como indemnización recibió las credenciales de embajador argentino en Arabia Saudita, beneficio al que no ha renunciado. Antes había sido secretario de Finanzas durante los gobiernos de Eduardo Duhalde y Néstor Kirchner, bajo el ala de Roberto Lavagna, y representante diplomático en Alemania durante la primera presidencia de Cristina Fernández de Kirchner. Un burócrata de amplio espectro.
En el fondo del arca de Milei hay lugar y en la puerta se amontonan ejemplares de todas las especiales conocidas al grito de ¡Viva la libertad, carajo!