El bloque de LLA comunicará el martes su salida. Hubo orden de Karina Milei. La santafesina y la experiodista están en la mira. ¿Define el Presidente?
Lourdes Arrieta, diputada de La Libertad Avanza, será echada por Martín Menem.
Martín Menem decidió echar a la diputada Lourdes Arrieta del bloque La Libertad Avanza en la reunión del próximo martes, debido a la acusación que hizo contra él por ser el presunto organizador de la la visita que la mendocina realizó con cinco pares de la bancada a la cárcel de Ezeiza para visitar a exrepresores, entre ellos Alfredo Astiz.
La gota que rebalsó el vaso fue el cruce que Arrieta tuvo a los gritos con su par Nicolás Mayoraz en la última reunión de bloque, que derivó en una denuncia penal por violencia de género. La bancada, conducida por Gabriel Bornoroni, le informará por nota el martes de su salida y luego emitirá un comunicado.
Menem responde a las órdenes de Karina Milei, quien lo habilitó a dar ese paso, mientras que están en la mira del riojano Rocío Bonacci y Marcela Pagano, dos de las figuras que también tienen una relación tensa con él. Ambas se consideran conducidas directamente por Javier Milei: aunque no sea propenso a intervenir la rosca legislativa, en este caso el Presidente podría tomar cartas en el asunto.
Con la salida de Arrieta, el bloque LLA tendrá 37 miembros, la misma cantidad que el PRO, y la mendocina quedará con autonomía hasta 2027. En el bancada hay quienes creen que ese peligro podría derivar en un replanteo de su expulsión, pero son los menos.
La salida de Arrieta fue pedida en la última reunión de bloque por la libertaria Lorena Villaverde, cuando la mendocina ya se había retirado decidida a denunciar a Mayoraz, acompañada por su abogado, Yamil Castro Bianchi. Tan asustada estaba, que prefirió salir por el Senado, para no ser abordada por la prensa.
Menem prefirió esperar, pero en estos días se sumaron más pedidos de expulsión, entre ellos los de las diputadas Alida Ferreyra y Lilia Lemoine. Hasta el miércoles especulaba con estirar la tensión un tiempo más, pero al día siguiente se decidió su salida, previo diálogo con la secretaria general, que es quien corta el bacalao.
Lo más curioso es que Arrieta, hasta hace no mucho tiempo, era considerada parte de la línea dura de Menem, quien la eligió para armar el Partido La Libertad Avanza en Mendoza. Aprovechó la ruptura de la diputada con Gastón Pescarmona, quien conducía el partido libertario de la provincia.
Las versiones en el Congreso indican que también esa vez, en el despacho de Arrieta, hubo gritos e insultos en el despacho, con la intervención de seguridad.
Como explicó Letra P, cuando la diputada participó de la visita a Ezeiza para entrevistarse con represores, no se mostró molesta por la actividad y hasta posó feliz en las fotos, con Astiz detrás de ella. Su reacción llegó cuando la visita fue pública y no soportó el escarnio en las redes sociales.
Su descarga del martes fue, justamente, porque no se consideró defendida por Menem, a quien llegó a pedirle a gritos que la mirara. Sus pares cuentan que hasta hace pocos meses Arrieta era la más menemista de todos: fue capaz de tomarse un vuelo de ida y vuelta para entregarle en mano la invitación por la fiesta de la Vendimia.
El vínculo no tiene retorno desde que Arrieta denunció a Menem y a su sobrino, Shariff Menem, su mano derecha en el Congreso. Los acusa de haber organizado la visita libertaria a Ezeiza. Repitió el planteo en la sesión de la comisión de Peticiones, Poderes y Reglamentos realizada el último martes, que motivó la reunión de bloque del día siguiente.
Ese día, el encuentro pareció un guion armado por Menem. Empezó con el entrerriano Beltrán Benedit confirmando que organizó la visita a Ezeiza para desligar al riojano; y siguió con el planteo de Mayoraz contra Arrieta, que terminó en la reacción de la mendocina.
Fuentes de la bancada de LLA garantizaron a Letra P que el martes no está en agenda pedir la expulsión de Pagano y Bonacci, dos diputadas que tuvieron muchos roces con la conducción, pero siguen firmes y participan de las reuniones.
Menem no las atiende y las quiere afuera, pero aún no reúne elementos para impulsar la salida y no tiene la venia de Karina Milei para echarlas. Entre los rumores que circulan en el bloque, está el de una presunta reunión de Bonacci y Pagano con los diputados de Unión por la Patria Germán Martínez y Leopoldo Moreau, para amar un supuesto complot.
Fuentes cercanas a ambas diputadas consultadas por Letra P consideran "disparatada" esa versión. "No existió esa reunión. Nada que ver. Que muestren una prueba", plantearon voceros de la periodista, quien se mantiene enfrentada a Menem desde su decisión de permanecer en la comisión de Juicio Político, de la que nunca renunció.
Bonacci estuvo en el viaje a Ezeiza, pero asegura que fue engañada y que se quedó fuera del penal. Trató de pedirle explicaciones a Menem, pero no pudo. Ante sus pares más íntimos, el riojano insiste en que sólo le dio un vehículo oficial a Benedit como lo hace con cualquier diputado, pero no conocía el destino del contingente libertario.
La rosarina y Pagano tienen vínculo entre ellas, pero no con Arrieta, a quien de todos modos buscaron asistir el martes, cuando parecía descompensarse mientras les gritaba a Mayoraz. Afuera del salón blanco, en uno de los patios del Congreso, esperaba a la mendocina su abogado.
También estaba en el Congreso y vio la escena José Bonacci, padre de Rocío, quien este jueves habló más de media hora con Milei sobre el destino de su hija. Esa comunicación habría sido clave para sostenerla. Pagano también tiene relación directa con el Presidente, a quien considera su único conductor. Por eso no está en sus planes irse de La Libertad Avanza. A no ser que alguna vez la echen.