Recorren el territorio con estrategias similares, pero con diferencias sobre cómo construir la oposición al PRO y enfrentar a La Libertad Avanza.
Mariano Recalde y Leandro Santoro caminan la Ciudad y aceleran el dilema del peronismo porteño
El excandidato a jefe de Gobierno porteño Leandro Santoro y el senador Mariano Recalde son, además de las principales figuras de Unión por la Patria en la Ciudad de Buenos Aires, las caras visibles de un incipiente debate en el principal espacio opositor: cuál es la fórmula para ser competitivo en términos electorales sin perder la identidad.
En abril de este año, Recalde fue reelecto como presidente del Partido Justicialista (PJ) porteño y retomó una agenda de actividades que apunta a reactivar la vida interna partidaria. En este sentido, el senador de UP alienta los debates entre la militancia para explicar el fracaso de la experiencia del Frente de Todos y, a la vez, dibujar la hoja de ruta del partido de cara a 2025.
Por su parte, el diputado Santoro también lanzó hace meses un raid con la intención de "recorrer los 48 barrios porteños" y abrió una convocatoria en las redes sociales para sumar volumen. La estrategia remite a las plazas de la resistencia que protagonizó Axel Kicillof en 2016, cuando era diputado y estaba lejos de ser una opción en la provincia de Buenos Aires. La diferencia es que el ex jefe de Los Irrompibles tiene resuelto profundizar su perfil local con la intención de volver a representar al espacio en la pelea por la Jefatura de Gobierno en 2027.
Ambos dirigentes tienen en común que el próximo año vencen sus mandatos en el Congreso en representación del distrito que será, en los próximos meses, el principal tablero donde se va a definir la relación entre el macrismo y las fuerzas libertarias. No es un dato menor: cómo se ordene la oferta electoral por derecha definirá también las chances de UP en las urnas.
Tanto Santoro como Recalde plantean la necesidad de buscar acuerdos y alianzas en el espectro opositor al gobierno nacional para conformar un frente anti-Milei. Recogiendo los movimientos que realizó Cristina Fernández de Kirchner en su desembarco en el Partido Justicialista, el senador camporista agita la necesidad de revertir la estrategia de "ampliar hacia el centro" y recuperar en la oferta electoral la identidad kirchnerista, mayoritaria en el activo militante de la Ciudad.
“Hay que ganar, pero ¿para qué queremos ganar?, ¿Para que gobiernen Horacio Rodríguez Larreta y Martín Lousteau? Hay que armar un gran frente anti-Milei donde se sumen quienes quieran, pero conducido por un kirchnerista, con un programa peronista”, afirmó Recalde cuando fue consultado sobre cuál debería ser la estrategia política porteña del peronismo.
Además de ser un mensaje claro a otros sectores de UP, esa posición responde a un clima de época que atraviesa a la militancia kirchnerista, que proclama que ya no hay margen para alianzas o candidaturas de figuras "blandas", que después jueguen en contra de los intereses de la fuerza. La experiencia del Frente de Todos y, especialmente, el papel del radicalismo durante el primer año de gobierno de Milei, calan profundo en el campamento kirchnerista.
A diferencia de la impronta peronista que agita Recalde, el sector que responde a Santoro está convencido de que la crisis que atraviesa el partido de Mauricio Macri crea la oportunidad de romper la hegemonía macrista en la Ciudad. Por eso, la agenda que promueve en los encuentros vecinales está centrada principalmente en confrontar con el jefe de Gobierno, Jorge Macri, aunque sin dejar de cuestionar los estragos del plan económico de Javier Milei.
Explotando su origen radical y con la venia de Juan Manuel Olmos y Matías Lammens, el diputado apela a una sensibilidad e ideario progresistas para tratar de tentar al electorado porteño y recrear un espacio similar al Frente de Todos de 2019. En este sentido, busca constituir un polo opositor con la amplitud suficiente para desbancar al macrismo de su distrito originario, convocando partidos o figuras alejadas de la experiencia de Cambiemos.
Para alcanzar ese objetivo, UP debería abrir el diálogo a sectores del radicalismo porteño, que hoy permanece bajo el paraguas de Evolución. No está claro si también buscará sumar a la diáspora larretista caída en desgracia tras la derrota que sufrió el exalcalde en las elecciones primarias del año pasado. La exfuncionaria porteña María Migliore y los legisladores Emanuel Ferrario y el lilito Facundo del Gaiso, que integran el bloque Vamos por más, la coalición que llevó al poder a Jorge Macri, sería nombres potencialmente convocables en ese esquema.
El contrapunto interno en el peronismo sería el límite de la convocatoria. ¿Qué hacer con el radicalismo, un espacio que en el Congreso se va desgranando por su comportamiento ante la Casa Rosada? También existe una discusión en torno a la aparición en el distrito de Miguel Ángel Pichetto. El jefe del bloque Encuentro Federal en Diputados se empezó a mostrar en la Ciudad y coquetea con la idea de una eventual postulación como candidato a senador.
Si el movimiento de Pichetto, promovido por Juan Schiaretti, se consolidara y consiguiera traccionar detrás a Horacio Rodríguez Larreta y sectores del radicalismo, la vía frentista que insinúa Santoro entraría en una clara colisión con los límites que plantea el kirchnerismo porteño. Además, echaría por tierra las externalidades positivas que podría imprimirle a la competitividad electoral del peronismo el potencial enfrentamiento entre macristas puros y libertarios, en especial si el Gobierno logra avanzar con la eliminación de las PASO.