LEY ÓMNIBUS Y PACTO FISCAL

Martín Lousteau, la larretista Tagliaferri y partidos provinciales dejaron sin dictamen a Javier Milei

Al oficialismo no le alcanzaron los apoyos y pasó los debates para el lunes, con invitados especiales. Críticas al blanqueo y Ganancias. Preocupación en el Gobierno.

El oficialismo bajó los brazos luego de la reunión de la Comisión de Presupuesto, en la que los díscolos despotricaron contra el blanqueo y la reversión de Ganancias. Unión por la Patria (UP) no participó y ayudó a impedir los dictámenes.

El cambio de agenda complicó la exposición de Nicolás Posse el miércoles en el Senado, aunque las autoridades de la cámara alta aseguran que no está en riesgo. Sí será difícil llegar al Pacto de Mayo con las leyes sancionadas.

El plenario terminó con una exhibición de la interna libertaria. Luego de que el oficialista Bartolomé Abdala anunciara que la comisión seguirá el lunes, su compañero Franciso Paolroni le tomó el micrófono. "Una desilusión bárbara me llevo Bartolo, pensé que íbamos a tener dictamen".

Sin ley ómnibus

El oficialismo estaba resignado a que no sería dictaminada la ley ómnibus y estimaba que el plenario convocado para esta tarde pudiera caerse. Contribuyó Unión por la Patria, que decidió no participar -con la excusa del paro de la CGT- y le tiró la presión a los díscolos: Lousteau, el radical Pablo Blanco, Tagliaferri, Edgardo Kueider (Unidad Federal) y el santacruceño José María Carambia. Ninguno estaba dispuesto a firmar si no le garantizaban cambios.

El golpe de gracia que recibió el Gobierno llegó por parte de Carambia. LLA creía tener su voto y el de su coterránea Natalia Gadano, por el acuerdo que hubo para mantener el control estatal de Yacimientos Carboníferos Río Turbio. No fue asi. La gestión de los gobernadores radicales no ablandó a Lousteau y Blanco.

La expectativa de LLA era dictaminar la reforma fiscal en la comisión de presupuesto, con la visita del secretario de Hacienda, Carlos Guberman. Sin chances de acercar a Lousteau, el oficialismo necesitaba la firma, aunque sea en disidencia, de Tagliaferri y Blanco.

No fue posible, porque hubo fuertes críticas al blanqueo, la reversión de Ganancias y a la rebaja del impuesto a los Bienes Personales. Y lo que es peor: no hubo gestiones del Gobierno para acercar posiciones.

Reforma fiscal, afuera

Tagliaferri y Lousteau cuestionaron algunos puntos del capítulo de blanqueo de capitales como la posibilidad de que pudieran acceder quienes ya se habían beneficiado de las últimas regularizaciones de activos. “Es la alegría de los evasores que dañan a la economía”, ironizó la senadora. El economista apuntó que, como está redactado, podrían blanquear excontratistas del Estado, como Lázaro Báez, o los hermanos de funcionarios. Los reflectores apuntaron a Karina Milei.

La dupla porteña tuvo un fuerte cruce con Guberman por el artículo 35 de la reforma fiscal, que permite blanquear a los testaferros de propiedades. “No es el espíritu de la ley, porque se supone que se sabe la trazabilidad de las operaciones”, se justificó el funcionario.

El economista no se conformó: "Se entienden estás medidas, con un presidente que dijo que no le importa el origen de los fondos o alentó la fuga de divisas”, chicaneó. El radical Víctor Zimmermann y hasta el aliado Juan Carlos Romero también criticaron el gesto a los testaferros.

Lousteau rechazó la reforma completa. “Hay un aumento de Ganancias para la clase media, un blanqueo generoso para los que no pagaron impuestos; y una rebaja en bienes personales para los patrimonio más altos”, la describió.

Todo abierto

Blanco denunció un perjuicio a los trabajadores fueguinos en la reversión de Ganancias y Guberman prometió revisarlo, admitiendo ya que revisará el proyecto.

La rionegrina Mónica Silva, cercana a Alberto Weretilneck, planteó la postura patagónica de rechazar la reversión de Ganancias, que desconoce a la región como zona desfavorable y por lo tanto con sueldos más altos que quedarían gravados.

Con la corrección de ese capítulo garantizada, en la oposición saben que la reforma fiscal se puede desmenuzar y abrieron el juego. Silva, por caso, reclamó discutir la coparticipación del impuesto al cheque.

En el debate de la ley ómnibus pasa lo mismo: Blanco exige eliminar Aerolíneas y Radio Nacional de las empresas privatizables; y reformar el artículo 111 de la reforma fiscal, que solicita revisar los regímenes especiales, como el de Tierra del Fuego.

Los santacruceños quieren discutir regalías. Lousteau pidió eliminar el RIGI y modificar gran parte del articulado. Kueider exige beneficios a la represa Salto Grande. El oficialista Abdala, a cargo del plenario de la ley ómnibus, propuso que hasta el sábado a las 18 se propongan invitados para exponer el lunes a las 17.

UP envió una lista de 35, que incluye a Estela de Carlotto. Lousteau recibió desde temprano a asociaciones empresarias que se oponen al RIGI y quieren hablar.

El jefe de LLA Ezequiel Atauche, que preside la Comisión de Presupuesto, la convocará para el lunes, temprano. Quiere compatibilizar expositores con el plenario de la ley ómnibus. El debate seguirá unos días más. Nadie sabe hasta cuando.

Guillermo Francos, ministro del Interior. 
Eduardo Rodriguez Cirillo y el senador Bartolomé Abdala, durante el debate de la ley ómnibus del Gobierno.

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