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Ley ómnibus caída: el bloque Libertario hizo catarsis y hubo reproches al Ejecutivo

Se reunió dos veces antes de saber que Javier Milei había decidido no volver a tratar el proyecto. Bronca por el rol de los negociadores. Reajustes internos.

Dos reuniones de entre dos y tres horas necesitó el bloque de Diputados de La Libertad Avanza para entender la razón por la que el martes debieron pedir que se levantara la sesión que trataba el proyecto denominado ley ómnibus, para así evitar que los bloques que creían tener de aliados volvieran a escribirla por completo. El primer encuentro fue poco después de la votación y se repitió este miércoles, ya con menos concurrencia, porque la mayoría había vuelto a sus provincias. Quienes fueron, supieron que Javier Milei había decidido no volver a tratar la iniciativa. Según pudo saber Letra P, el grupo más experimentado de la bancada atribuyó la derrota a la mala praxis del Poder Ejecutivo, al que acusan de cometer dos errores estratégicos: proponer un texto tan voluminoso y enviar negociadores sin experiencia.

Los elegidos de Milei para buscar los votos fueron el vicejefe de Gabinete, José Rolandi; y Maximiliano Fariña, un empleado de Federico Sturzenegger, autor de la mayor parte del proyecto. Cuando la negociación se complicaba, irrumpía Santiago Caputo, asesor estrella de Milei, quien le asigna un lugar en su mesa chica junto a su hermana Karina Milei. Ninguno de los tres registraba antecedentes juntando votos y este martes habilitaron la sesión sin tenerlos bien contados.

El presidente de la Cámara baja, Martín Menem; y el jefe del bloque LLA, Oscar Zago, oficiaron de enlaces entre sus colegas y los funcionarios, pero nunca intervinieron en el poroteo fino. El lunes, los asesores del jefe de la UCR, Rodrigo De Loredo, le explicaron a Fariña que tenían 18 de los 34 votos. En Innovación Federal, el sello de partidos provinciales, nunca garantizaron sus nueve votos. Su presidenta, la salteña Pamela Calletti, habló el domingo con el ladero de Sturzenegger. Parece que no se entendieron bien.

En la sesión de catarsis, en el bloque de LLA reconstruyeron estas secuencias y no ocultaron su molestia por no haber visto una vez a Rolandi y Fariña. La mayoría ni siquiera les conoce la cara y, se lamentaban, debieron poner la suya para exponerse a un fracaso evitable. Un diputado con largo currículum tampoco consideró positivo que Milei acusara de "traidores" a quienes votaron en contra. "Defienden sus intereses. Es algo que tenemos que entender", sostuvo al salir de la reunión, realizada en el salón azul del Palacio.

Otro diagnóstico fue que en los 40 días que duró el tratamiento, pasaron cosas. "Cuando se envió el proyecto la urgencia era bajar el déficit fiscal. Eso se fue resolviendo en este mes, entonces el capítulo económico se retiró. Y lo que quedó no se podía perder", explicó un diputado de LLA a Letra P. En el bloque había coincidencia en que la decisión de enviar el proyecto a comisión fue correcta, porque de lo contrario se podían caer temas que le interesan al presidente, como facultades delegadas y privatizaciones.

Al menos tres integrantes de la bancada consultados por Letra P coincidieron en que la decisión de enviar una iniciativa con tantos temas fue contraproducente. De hecho, la alternativa que más convencía a la bancada para retomar algún capítulo importante, como privatizaciones o facultades delegadas, era enviarlo aparte en un proyecto de ley. Según comentó Zago, a Milei no le interesaría volver a escuchar de rosca parlamentaria.

La hoja de ruta en el Congreso se definirá recién cuando el Presidente retorne de su viaje por Israel y Roma. Los que más lo conocen creen que alentará hasta donde pueda la alternativa de ignorar al Congreso y convocar a una consulta popular. "Es audaz y no miente. Si lo dice, es porque lo va a intentar", señaló a Letra P un diputado que hizo campaña a su lado.

Facturas internas

Menem y Zago aprovecharon las reuniones para ordenar una bancada que no terminó de afianzarse, pese a este mes de intensa actividad. Tal es así que no se definió el resto de las autoridades. En los próximos días la neuquina Nadia Márquez sería elegida secretaria parlamentaria, un cargo clave porque tiene la tarea de llevar la agenda de la sesión.

En el bloque LLA no cayó bien la incidencia del PRO en la definición de la estrategia. Se notó puertas adentro, con la participación en las negociaciones del jefe de esa fuerza, Cristian Ritondo; y en el recinto, donde Silvia Lospennato, una de las más experimentadas de la bancada amarilla, intervino para detener las maniobras de Unión por la Patria que podían enturbiar la sesión. En esas situaciones, nadie del oficialismo abría la boca.

En el bloque aún persiste una interna típica de la política tradicional, que enfrenta a representantes del centro del país y a otros de provincias más alejadas del centro neurálgico. Entre estos últimos se hacen notar el puntano Carlos D'Alessandro y el correntino Lisandro Almirón. Hay cuentas no saldadas: Marcela Pagano mantiene un perfil bajo, luego de renunciar a dos comisiones por no ser elegida autoridad. Espera que en marzo le asignen cargos en las otras que se conformen. Será otra discusión interna.

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