La dupla aseguró el respaldo a la bancada, que denuncia presiones de los alfiles de Martín Llaryora. Las razones de la posición defensiva. El lanzamiento 2027.
Foto de familia: Rodrigo de Loredo y Marcos Ferrer encabezaron una reunión con el bloque de la UCR en la Legislatura.
Como habían prometido apenas se sustanció la interna de la UCR de Córdoba, Rodrigo de Loredo y Marcos Ferrer encabezaron una reunión con el bloque de la UCR en la Legislatura. Los dirigentes aseguraron respaldo en la tarea legislativa y también quedó claro quién de los dos será el candidato a la gobernación.
Fue un paseo simbólico del nuevo estatus de poder interno que reviste la dupla de socios y amigos, pero también una necesidad defensiva. En la mesa de trabajo, la bancada expuso las “presiones constantes” que supuestamente reciben de los legisladores departamentales del Partido Cordobés de Martín Llaryora. Las figuras de la capital también hicieron la bajada del problema a las seccionales.
Rápidamente expuesto, plantearon que, si no muestran una posición complaciente, el Poder Ejecutivo “les pisa” la gestión en sus localidades de origen. En el cordobesismo dan vuelta la lógica y sostienen que esas referencias territoriales colaboran, precisamente, porque tienen una mirada de gestión, más que partidista.
Por supuesto, ese no fue el relato expuesto sobre la mesa. Ferrer se mostró con carácter ante el auditorio expectante y habló como un auténtico opositor. No desconoce las versiones que también lo incluyen en ese pelotón de la dirigencia pragmática con el oficialismo provincial.
De Loredo dejó en claro que la bancada tendrá el respaldo total del partido, pero también un nexo para apurar gestiones con el gobierno de Javier Milei.
La catarsis continuó con algunas líneas de acción para lo que sigue. La jefa del interbloque de Juntos por el Cambio, Alejandra Ferrero, insistió con exponer los incumplimientos y las “insensibilidades” del cordobesismo.
En concreto, algo de eso habrá en los próximos días. Como adelantó Letra P, De Loredo retomará las giras por el interior. Empezará este viernes por Cruz del Eje, en el norte cordobés. Además de reuniones habrá paradas en los lugares donde registraron promesas incumplidas por el gobierno provincial.
“Las elecciones se ganan antes de las elecciones”, cerró el veterano legislador Miguel Nicolás la ronda de arenga. La UCR de Córdoba ya piensa en esa carrera. Por eso no es de extrañar que el propio Ferrer presentara en esa mesa de trabajo legislativa a De Loredo como el próximo candidato a la gobernación del espacio. Lo había dicho en público, pero el carácter político e íntimo de la mesa tuvo otro cariz.
Como es un tema espinoso, de las alianzas se habló por encima. El presidente del bloque boinablanca de la Cámara de Diputados ratificó que defenderá su sociedad con Luis Juez, aunque reconoció que quieren lo mismo. También recogió algunas opiniones sobre la política de alianzas que como se sabe hay dos vertientes marcadas: la que rechaza un acuerdo con La Libertad Avanza y la que pide que “no los corran con radicalandia”.
Desde que el radicalismo de Córdoba comenzó a palpitar su renovación de autoridades, el bloque sufrió fugas. La primera fue la de Dante Rossi y Sebastián Peralta; luego, la de Graciela Bisotto. Letra P pudo saber que habrá gestiones para volver a unir las piezas, pese a las diferencias.
Las diferencias asomaban insalvables durante la campaña por la silla que ocupará (en los papeles) el negrista Marcos Carasso hasta el 30 de septiembre, día oficial de la asunción del intendente de Río Tercero.
La dupla alfonsinista marcaba como un punto de quiebre la posibilidad de un acercamiento a Javier Milei, pero otro como ellos, Ramón Mestre, también tenía esa posición refractaria y terminó en acuerdo con la lista de la renovación.
Ferrer asumirá ese desafío que permitiría acomodar el espacio en una trinchera clave de la oposición como lo es el recinto provincial.