El gobernador capeó tormentas climáticas y políticas. Respaldo sin peros a Milei y la "herencia recibida". Un equilibrista con rumbo de gestión “innegociable”.
Rogelio Frigerio cumplió 100 de gobierno de Juntos por el Cambio en Entre Ríos, luego de 20 años de mandatos peronistas.
En el gobierno de Entre Ríos celebran los 100 días de Rogelio Frigerio con confianza y seguridad. En videos en redes sociales, exhiben datos de gestión que bien podría envidiar cualquier mandatario con apenas tres meses en el poder. Pero no todo fueron mieles en el arranque de Juntos por el Cambio en la provincia.
Ni bien asumió el 12 de diciembre Frigerio marcó la impronta de lo que sería su mandato: delineó el kilómetro cero denunciando una pesada herencia financiera y económica, tras 20 años de gobiernos peronistas. Cuestionó a los exgobernadores exponiendo la “irresponsabilidad” con que habían manejado hasta ahora a la provincia. Denunció “privilegios” que anunció que iban a cambiar. “No tenemos la totalidad de los recursos para pagar sueldos, aguinaldo y la deuda en dólares que dejan en la provincia”, avisó, incluso antes de asumir.
Desde ese punto de partida, el gobernador que estrenó signo político en la provincia trazó “un norte” que con el correr de los 100 días confluyó con el del gobierno nacional. Después del mal trago por la quita de subsidios y el recorte de transferencias, Frigerio profundizó su alineamiento con Javier Milei y dejó en claro que no negociaría su respaldo “a la demanda de cambio que pidió la sociedad”.
En el gabinete celebran que la gestión evitó el default provincial al afrontar con éxito la deuda en dólares que vencía en febrero. Por delante queda el desafío de un próximo vencimiento en agosto de este año. También festejan el plan de pagos que acordaron con contratistas del Estado y la “organización” de los sueldos de los funcionarios. Según afirmaron desde la nueva administración, había funcionarios que cobraban “dos y hasta tres sueldos” al mismo tiempo.
Hablan también de una “reorganización” de la Caja de Jubilaciones, que es el mayor componente del déficit provincial. Según su titular, Gastón Bagnat alcanza unos 15 mil millones de pesos mensuales. El funcionario alertó también sobre una deuda de Nación en ese concepto que asciende aproximadamente a cien mil millones de pesos.
“Recién en el 2023 tuvimos el primer jubilado con 30 años de aportes en la provincia. Todos los que se jubilaron antes de ese año, parte de sus aportes y gran parte estaban en la Nación. Eso es lo que se reclama. Entonces se hace un simulacro en el cual se establece el monto que le corresponde a la provincia”, explicó en declaraciones un medio local.
Entre los proyectos promovidos por el Ejecutivo, en el entorno de Frigerio destacan el de Transición, que prohíbe a quien está cargo de la gobernación hacer designaciones y pases a planta permanente en el último año de gestión. Este proyecto es simbólico para la nueva gestión porque busca contraponerlo con las designaciones del último año de Gustavo Bordet que según denuncian desde la actual administración fueron más de 50.
En el gobierno destacan además el de Ficha Limpia, el de Acceso a la información pública y el que obliga a los funcionarios a presentar su patrimonio. “Todo lo que no podamos mostrar, está mal”, repite Frigerio, quien muestra como logro el haber reducido al 50% los cargos políticos.
Las catástrofes climáticas le dieron la bienvenida al nuevo gobernador, con inundaciones inéditas en buena parte de la provincia. A fin de año y en los últimos días, Frigerio debió ocuparse de la asistencia a ciudades que se vieron afectadas por los desbordes de diferentes ríos. Una situación no anómala para la provincia, pero sí alarmante por la contundencia del avance del cambio climático y las particularidades de zonas inundadas que no se veían afectadas tiempo atrás.
Generada por el contexto de crisis económica, la otra adversidad que el gobernador debió enfrentar fue el conflicto docente. De notable cercanía en el inicio de gestión, Frigerio debió enfrentar el inicio de ciclo lectivo con medidas de fuerza en la provincia ante el descontento por la falta de respuestas positivas en las paritarias.
Como contó Letra P, el gobierno había iniciado su gestión en una luna de miel con los sindicatos que se vio interrumpida cuando llegó el momento de las negociaciones salariales. Ese vínculo pareciera estar recompuesto ahora y en una reunión el último miércoles ambas partes coincidieron en el panorama preocupante de la provincia. “La situación es similar a 2001”, diagnosticaron en conjunto.
Frigerio mostró un giro en el posicionamiento gubernamental respecto de las políticas de Seguridad en la provincia. En sus primeros discursos, dijo que Entre Ríos tenía “la mejor policía del país”, en un guiño contundente a su flamante ministro de Seguridad y Justicia, el ex jefe de la Policía Federal Argentina, Néstor Roncaglia.
A pocas semanas de asumir, ese respaldo encontró un escollo cuando se conoció un presunto caso de violencia institucional por el que agentes de la Policía de Entre Ríos están siendo investigados. El presunto caso ocurrió en Paraná y se basa en videos que muestran a agentes actuando en formas que pueden asimilarse a lo ocurrido con George Floyd en Estados Unidos en 2020. Roncaglia declaró que “la policía no torturó a nadie” y que confiaba en que la Justicia esclarecería el caso. La familia de la víctima, Ariel Goyeneche, por su parte, acusó de “trato inhumano” a la policía.
Roncaglia también cumple un rol clave en la barrera de protección que la provincia esgrimió ante la crisis de violencia narco que vive la vecina Santa Fe. En territorio entrerriano, la ciudad de Victoria es fronteriza con Rosario. El ministro anunció que blindaría los accesos terrestres del puente y también del túnel subfluvial que une las Paraná y Santa Fe.