Todos lo sabían, pero nadie lo creía. Eso parece haber sucedido con el final de la sesión del Senado de este miércoles, cuando se frustró la sanción de Ficha limpia, el proyecto que impedía candidaturas de personas condenadas por corrupción. Los sectores aliados de la Casa Rosada aseguran que hubo llamados a gobernadores para bajar votos y que el brazo ejecutor fue Santiago Caputo.
El oficialismo niega esas versiones y se defiende con hechos fácticos: la historia dirá que Javier Milei fue el primer presidente que envió al Congreso el proyecto Ficha limpia y sus bloques en ambos recintos lo votaron sin fisuras. El fracaso de la sesión en la cámara alta fue posible por un cambio de posición de la dupla misionera (Carlos Arce y Sonia Rojas Decut), que en la oposición adjudican a una presión directa del Gobierno.
Como explicó Letra P, sobran indicios de un presunto pacto entre Milei y el jefe de los misioneros, el legislador Carlos Rovira, para bloquear una ley que al Presidente le suma en el discurso, pero que podría jugarle en contra en los tribunales, donde no tiene los contactos aceitados de Mauricio Macri, su nuevo rival. Al líder provincial no le suma a nivel local una proscripción a Cristina Fernández de Kirchner y, sobre todo, le interesa mantener su buen vínculo con Balcarce 50.
Un senador aliado aseguró a Letra P que el Gobierno trató de frustrar la sesión con contactos a los mandatarios provinciales, de partidos locales y hasta algún radical. Se habla de ofertas de todo tipo. "El que llamaba era Caputo; Guillermo Francos se maneja de otra manera", señaló la fuente. En el oficialismo sabían que la norma no caía bien a nadie, pero el problema era que ningún aliado quería poner la cara y pagar el costo de votar en contra.
La versión más fuerte durante gran parte del miércoles era que la dupla misionera iba a pedir cambios para que el texto volviera a Diputados, una decisión que hubiera prolongado la agonía para el Gobierno. “Los misioneros dijeron que votarían Ficha limpia en los medios y también lo dieron a entender en la reunión de labor parlamentaria”, contó a Letra P una autoridad de bloque.
La muerte de Ficha limpia
La tarde en el Senado, como anticipó Letra P, dejó varios indicios de que la historia no estaba cerrada. Nadie explicó nunca qué fue a hacer al Senado en dos oportunidades José Rolandi, vicejefe de Gabinete, a cargo de la relación de la Casa Rosada con el Congreso. El funcionario suele recorrer los pasillos cuando el Gobierno necesita una ley con impacto en las provincias y los gobernadores ponen condiciones.
Caputo maneja el Senado desde que Victoria Villarruel rompió relación con Milei: sólo a veces, la vicepresidenta puede saber las intenciones de la Casa Rosada en diálogo con Francos. El asesor habla con el jefe de LLA, Ezequiel Atacuhe, convertido en el protagonista de la jornada del miércoles.
Con la sesión empezada, las caminatas del jujeño por los pasillos teléfono en mano sorprendían a los senadores que entendían que la historia estaba cerrada. Varios habían olvidado que en una reunión de labor parlamentaria el senador había dicho, sin querer queriendo, que Ficha limpia no era prioridad del Gobierno.
Desde el lunes, el eje Caputo-Atauche movió hilos para embaucar al PRO y lo lograron. Ambos quedaron reivindicados del papelón del rechazo de los pliegos de la Corte. Corrieron la versión de una nota para comprometerse a votar a favor de Ficha limpia que la mayoría de los bloques aliados nunca vio.
Este jueves, Milei usó ese documento fallido para acusar a la tropa amarilla de forzar una sesión en la que no se alcanzarían los votos para Ficha limpia. Para sumar leña al fuego, este lunes el bloque de LLA difundió un comunicado para ratificar su apoyo a la ley y, de a paso, amenazar con congelar las dietas.
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Las declaraciones públicas del Presidente y sus principales espadas fueron en el mismo sentido el martes. El relato oficial remarcaba en que, si los votos no estaban, lo mejor era esperar otro momento. La sesión fue parte de una insistencia del PRO, que además la usó para hacer campaña en la Ciudad con la histórica promotora de Ficha limpia, Silvia Lospennato.
Atauche dejó otra perlita: cerró la sesión con un discurso enfático a favor de Ficha limpia y cuando se frustró se fue al salón de las provincias a hablar indignado ante los medios. Tenía otros caminos para evitar a la prensa si no quería poner cara de derrota.
¿Todos sabían?
En las conversaciones informales de este jueves la pregunta era recurrente entre los miembros del Senado: "¿Vos sabías?". Según pudo reconstruir Letra P, el festejo sorpresivo del bloque Unión por la Patria por la caída de Ficha limpia fue genuino, aunque algunos de sus referentes estaban al tanto de la maniobra.
Un dato que pasó desapercibido es que en la sesión UP tuvo algunos gestos con el oficialismo, como aprobar las autoridades y los embajadores. Según explicó José Mayans, en el recinto, fue parte de un compromiso que asumió Victoria Villarruel para darle lugares en las comisiones. Los pedidos de interpelaciones del peronismo, eran un fracaso anunciado.
En la UCR también había algunos referentes que sospechaban que el Gobierno quería frustrar Ficha limpia, aunque no tenían claro que pudiera lograrlo. Había muchos finales posibles: si un artículo se rechazaba, por caso, el texto volvía completo a Diputados, donde estaban los votos para ratificar la versión original. Nadie ganaba nada.
La ayuda misionera, como explicó Letra P, era un plan trazado en febrero, que Caputo pensó que no debería usar. El asesor insistió en enero para que Milei enviara el proyecto y no fuera acusado de frustrar la ley en Diputados. Confiaba en que, llegado el caso, el Senado iba a cajonearlo sin necesitar su intervención. La presión de la opinión pública en este tema puede no tener un impacto decisivo en las urnas, pero se siente en el Congreso y muchos senadores prefieren no tomar riesgos.
La dupla de Misiones recién supo cómo tenía cómo votar cuando se encendió el tablero, como ocurre en cada sesión. Es en ese momento -no antes- cuando llama Rovira y les da las órdenes. De todos modos, según supo este medio, algunos referentes de ese espacio estaban al tanto de negociaciones de su jefe con la Rosada por temas pendientes. Mientras la sesión transcurría, cada vez que un periodista consulta a Arce o Rojas Decut en los pasillos, la respuesta es la misma. "Aún no sabemos qué vamos a hacer". Este miércoles no fue la excepción. Fueron los protagonistas de la noche.