Cordobesismo open mind

Juan Schiaretti soltó el PJ cordobés y Martín Llaryora asumirá la conducción del partido

El exmandatario cumplió la regla tácita. El gobernador aceptará la presidencia de la fuerza a nivel provincial. Daniel Passerini, a cargo de la capital.

Juan Schiaretti renunció a la presidencia del Partido Justicialista (PJ) de Córdoba y propuso ese espacio a su sucesor en la gobernación, Martín Llaryora. El argumento es conocido: la conducción la ejerce quien gobierna, aunque la función puede ser delegada como ocurrió con Carlos Caserio durante parte de los gobiernos de los fundadores del cordobesismo.

La nota formalizando la desvinculación fue presentada este jueves y comunicada por el excandidato a través de sus redes sociales. La noticia había circulado informalmente en abril. En aquella oportunidad el entorno del cofundador del cordobesismo le había bajado el tono a la jugada.

La publicación de Juan Schiaretti

El exgobernador hizo público lo que ya se sabía. “Lo hago en consonancia con una tradición que ha caracterizado siempre al peronismo cordobés: que el compañero que tenga la responsabilidad de gobernar la provincia también conduzca los destinos de nuestro partido”, explicó en X.

Y agregó: “Martín representa la continuidad de un proyecto político que prioriza el progreso de nuestra provincia y el bienestar de su gente”.

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Pese a que la decisión debe ser analizada por el Consejo Provincial del PJ, se descarta que haya contratiempos u oposiciones a la propuesta. Fuentes con despacho en en el Centro Cívico confirmaron a Letra P que Llaryora asumirá la conducción partidaria.

Hasta la fecha, el jefe del cordobesismo detenta la presidencia del justicialismo de la capital mediterránea. Renunciará al cargo y propondrá al intendente Daniel Passerini.

La repercusión en Panal de Córdoba

La decisión de Schiaretti ya había trascendido hace algunos meses. En aquella oportunidad, en el Panal admitieron que Llaryora analizaría la posibilidad de designar a otra persona de confianza.

"La tradición es delegar", remarcan. Sin embargo, el gobernador no lo hará en esta oportunidad y se asegurará la lapicera del espacio que luce como la columna vertebral de su proyecto transversal conocido como Partido Cordobés.

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Martín Llaryora y Daniel Passerini

Martín Llaryora y Daniel Passerini

Si bien la renovación de autoridades debería darse el año que viene, Schiaretti está alejado del universo estrictamente peronista. No sólo por sus diferencias insalvables con el kirchnerismo sino porque también avanza con la consolidación de su propio partido Hacemos.

Como se contó en este medio, la Justicia le otorgó la personería en seis distritos la semana pasada. Hasta el momento, no está involucrado en rosca cordobesa e ignora -por ahora- las voces que piden que encabece la oferta electoral de octubre en la provincia.

Llaryora adiciona a sus responsabilidades de gestión, las urgencias partidarias en un contexto electoral incierto. Con el renglón de la boleta apartado para el "sí, quiero" de su promotor, detenta el control pleno para disponer del esquema de alianzas y las candidaturas.

Ahora bien, para el cordobesismo esto no es dramático y el cambio de postas se vive con naturalidad. Insisten -siempre que pueden- que la convivencia interna entre ambos es plena y se consultan de manera permanente.

Gabriel Bornoroni, presidente de La Libertad Avanza de Córdoba
Martín Llaryora, Juan Schiaretti y Manuel Calvo, el tridente de mira octubre.

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