El cordobés relanza su agenda en Buenos Aires en medio de la interna entre Axel Kicillof y CFK. Guiño a peronistas silvestres. Un histórico del PJ, el puente.
Juan Schiaretti apunta la mira al conurbano bonaerense
El exgobernador de Córdoba Juan Schiaretti retomará su agenda pública en el conurbano bonaerense, sacudido por la interna entre el gobernador Axel Kicillof y Cristina Fernández de Kirchner (CFK). Desembarcará este martes 3 de junio en Morón, en la Primera sección electoral de la provincia.
La mano amiga que le abrirá el espacio para que el excandidato presidencial abunde sobre el Modelo Córdoba es el rector de la Universidad de Morón, Héctor Porto Lemma. “Es un histórico peronista”, es la síntesis que hacen fuentes cordobesistas del exdiputado que pasó por el Congreso con la venia de Eduardo Duhalde.
La referencia se hace necesaria para que quede claro que la incursión no tiene puntos de conexión con la tropa de Martín Sabbatella, ni con el intendente de la localidad Lucas Ghi.
La disertación de Schiaretti será moderada por el responsable de la Escuela de Leyes de la UM, Pablo Navarro. El auditorio estará compuesto por estudiantes, autoridades de la alta casa de estudios y, dicen, que puede haber dirigencia política. Las espadas del fundador de Hacemos no quieren generar falsas expectativas y mantienen la lista de invitaciones bajo reserva.
La incursión bonaerense no está exenta de dificultades, en especial, por la interna que libran Kicillof y CFK. Schiaretti huele sangre y retoma, con perfil cuidado, las giras por territorio minado. Hablará de ese peronismo cordobesista que pondera la gestión, gobierna con superávit y articula con sector privado para contraponerlo con la era kirchnerista. El guion habitual.
En cierta forma, el desafío del cordobesismo que quiere ser partido nacional es reclamar el copyright de un discurso que, después del mayo porteño, se apropió Javier Milei. La escudería libertaria avanza sobre las líneas del medio que integran, en palabras del Presidente, “los ñoños republicanos”, y busca polarizar con el peronismo nacional. Al medio, nada.
No puede descartarse que entre las “bondades” de su modelo político cuele críticas al gobierno libertario en las zonas francas como son las retenciones y la necesidad de un modelo que atienda a la producción. De a poco, el schiarettismo empieza a aumentar el nivel de acidez, sin descuidar que en el pago chico Milei sigue fuerte como lo reveló la última encuesta exclusiva que publicó Letra P.
Si algo puede predecirse es que no hablará sobre la interna del PJ bonaerense que discute la estrategia del desdoblamiento electoral y el liderazgo del espacio. Sostiene que "jamás" el justicialismo de Córdoba formó parte. No obstante, agitará la vía de escape por si todo vuela por los aires.
No es fácil el desafío que encara Hacemos, a pesar del río revuelto en el peronismo bonaerense. La indefinición del lugar en el tablero que ocupa el socio de José Manuel de la Sota nutrió el argumento de peronismo mediocampista que prioriza su rosca bonaerense como el propio Florencio Randazzo o la dupla de Emilio Monzó y Nicolás Massot.
Un aliado que le correspondió es el intendente de Tigre. Julio Zamora y Schiaretti, cada tanto, dan muestras de que ese vínculo sigue vivo, pero lo cierto es que todavía la red que propone ese peronismo federal no ha logrado captar más peces gordos. Sin embargo, el cordobés no depone sus intenciones de lograr algo donde se juega la batalla electoral grande.
En el Panal, donde se sienta Martín Llaryora, tampoco creen en la posibilidad de una candidatura, aunque la plantean como necesaria. Todo parece indicar que Schiaretti seguirá amasando ese frente antikirchnerista y moderado frente al salvajismo discursivo y algunas medidas de ajuste del gobierno de Milei. El tiempo dirá. La mesa chica de "El Gringo" dice que hay que esperar dos meses más.
Como dice el cordobesismo, el contacto con Porto Lemma tiene su antecedente en los ’90 del menemismo, del que Schiaretti fue parte. Hace un par de meses, la senadora Alejandra Vigo mantuvo una reunión con el rector de la UM y con el titular de la Escuela de Leyes de esa universidad.
Los contactos con el peronismo bonaerense continuaron por medio de la esposa del exgobernador y del legislador provincial, Leonardo Limia. Schiaretti había puesto el foco en el interior profundo.
Esquivando definiciones sobre una eventual candidatura en octubre, cimentó el vínculo con el gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro. Sumó fotos al álbum con dirigencia de la Patagonia como Arabela Carreras y en el norte a través de Carlos Haquim, vicegobernador de Jujuy.
El operativo bonaerense está otra vez en marcha.