La defenestración de José Luis Espert, desenlace necesario bajo cualquier parámetro lógico, redefine el escenario para la elección del domingo 26, que poco a poco dejará de girar en torno al diputado acusado de nexos con el narcotráfico y lo hará, obsesivamente, alrededor de Javier Milei.
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Al revés de lo que ocurre en el mundo gaseoso en el que habita la mente del Presidente, en el real rige la ley de gravedad y las cosas se precipitan de arriba hacia abajo.
La salida del economista promotor de la doctrina "cárcel o bala" o, más llanamente, "bala o bala" para narcotraficantes como, presuntamente, sería su benefactor de 2019 Fred Machado, descomprime la presión sobre las listas de La Libertad Avanza (LLA) y morigera el peligro de un desbarrancamiento electoral. Además, elimina un elemento irritante para la conclusión del rescate de la economía por parte de Estados Unidos.
Sin embargo, el foco iluminará de modo sensible la figura del propio Milei, su controvertida porfía en sostener a Espert y una gestión que llega a una instancia de virtual plebiscito en su momento de menor crédito social.
"Ahora el candidato soy yo", parece decir el jefe de Estado anarcocapitalista –sic–. ¿La deposición del lastre de Espert llega, entonces, a tiempo o tarde para el Gobierno?
Javier Milei se lleva todas las marcas
Tras ceder a una presión interna que se le hizo incontrolable y soltarle la mano al diputado después de una semana de resistir en soledad esa medida inexorable, Milei concedió una entrevista -la casi simultaneidad de las dos acciones da cuenta de la necesidad y la urgencia de ponese al frente de la canmpaña- en la que aseveró que "Espert ha decidido apartarse del proceso electoral. Yo no lo eché ni lo hubiera echado".
Sin sorprender y ciego a que el escándalo surge de una investigación judicial con numerosas condenas en Estados Unidos, mentó el sonsonete de la "operación" y la "venganza" del kirchnerismo y elogió vivamente al portador del nuevo nombre de la narcopolítica. "No dudo de su honorabilidad (…). Espert antepuso los intereses de la Nación, del modelo de la libertad, versus su persona. El Profe es un gladiador", añadió.
Sin plan B, el mandatario se lleva todas las marcas que Espert dejó vacantes. La entrevista impactó por el modo en que, balbuceante, defendió lo indefendible, sostuvo una suerte de delirio de grandeza que –se supone– debería amainar por haber sido él quien definió inicialmente esa candidatura malhadada y lo mostró disociado de la realidad y de la percepción que quedó plenamente instalada en la opinión pública.
- "Espert no fue claro. Le preguntaron 10 veces sobre los USD200.000 y nunca dijo si lo había recibido o no" + "Ehh, digamos, o sea, yo voy a... digamos, o sea, no tengo porque ehh... digamos..."
Majul se animó a decir que Espert MINTIÓ PÚBLICAMENTE y Milei se puso a balbucear pic.twitter.com/wVljGLlaJY
Ante eso y en vista de las elecciones legislativas, queda por verse si la salida del legislador extremista reparará en alguna medida el daño reputacional que el Presidente se autoinfligió con su capricho, insólito dado que su imagen ya no resiste ninguna presunción de transparencia después de tantos escándalos que lo tocaron personal o íntimamente.
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Una amplia mayoría cree que José Luis Espert no es inocente, según un estudio de Zuban Córdoba y Asociados.
Javier Milei y los alcances de la imaginación
Por qué Milei se resistió tanto a soltar ese clinch radiactivo es un misterio insondable.
La relación entre los dos economistas siguió a través de los años un zigzag extremo de encuentros y peleas, que incluyeron el intercambio de acusaciones de grueso calibre. Nunca hubo allí una adhesión personal o lealtades, sino simple conveniencia política.
¿Qué manda, los hechos o las apariencias? Mientras la filosofía sigue tratando de responder ese interrogante después de 25 siglos de desarrollo, puede afirmase que lo segundo moldea el corto plazo. Y el 26-O es cortísimo plazo.
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Así, valen los indicios y surgen las imaginerías: el dato oscuro de que el jefe de Estado y Machado comparten abogado –Francisco Oneto–, preguntas sobre si Machado también financió la campaña del actual presidente y versiones sobre presuntas amenazas de Espert de prender el ventilador justo frente al friolento hombre de las cuatro camperas. Toda especulación pasó a ser válida. La Libertad Sangra.
TEMA DEL DIA. EL APOYO DE MILEI A ESPERT: "Piensa mal y acertarás". La frase tiene más de 100 años pero está más vigente que nunca. ¿Tanto apoyo contra viento y marea no es sospechoso? ¿Y si los narco dólares de Fred Machado no solo fueron a parar a la cuenta bancaria de Espert?
La escisión entre la cabeza de Milei y la realidad tiene otras dimensiones. En medio de la más grave crisis política que le haya tocado atravesar, este lunes protagonizará un nuevo panic show, en el que cantará al frente de un grupo inoportunamente bautizado... ¡La banda presidencial! y presentará su nuevo libro, La construcción del milagro. El caso argentino.
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Javier Milei presenta su nuevo libro este lunes en un nuevo panic show.
La disociación sorprende por su dimensión. El presunto milagro coincide con los esfuerzos de Toto Caputo en Washington para pactar un salvataje –el segundo en menos de seis meses– que será la próxima controversia grande de la era Milei y así enfrentar con algo más que dos escarbadientes las 14 ruedas financieras acechantes que separan este lunes del 26-O.
Eso podría complementarse con la posibilidad que abrió Kristalina Georgieva para que la Casa Blanca use fondos que Washington tiene depositados en el FMI en forma de derechos especiales de giro (DEG), la "moneda" del organismo. Esto apunta a ampliar el alcance del paquete y a minimizar las críticas internas. La causa blanca de Espert podía complicar la ayuda de la Casa Blanca hacia la Argentina, sobre todo cuando el Narcogate se convertía en tema internacional tras el abordaje que le dio el fin de semana el influyente Financial Times.
Algo, sin dudas, Caputo conseguirá, lo que le permitiría al Presidente acudir más armado a la reunión del martes 14 con Donald Trump, pero acaso eso no alcance para impresionar al mercado en la medida que el Gobierno necesita. ¿Por qué? Por el daño que, se teme, el Narcogate pueda hacerle al oficialismo, incluso sin Espert en la cancha, el 26-O, madre de todas las batallas, que pasó de ser una oportunidad para fortalecer el proyecto paleolibertario a insinuarse como una amenaza existencial.
Así, la angustia ya no apunta al domingo 26, sino a la posible economía de la desconfianza del lunes 27.
¿Javier Milei vuela hacia el fuego como una mariposa?
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El vuelo de Javier Milei (imagen generada con inteligencia artificial; Gemini).
Entonces, ¿la salida de El Profe y el salto de Diego Santilli a la cabeza de la lista bonaerense, que evita dejar el destino en manos de Karen Reichardt, la conductora de Amores Perros en la TV Pública –otro capricho de Milei–, llegan a tiempo para, al menos, detener la hemorragia?
Probablemente, pero parte del daño está consumado. Por un lado, mucho se dirá sobre la pobre imagen que Milei tenía tiempo atrás sobre el librepensador amarillo. Por el otro, el costo de 15.000 millones de pesos que insumirá la reimpresión de las boletas bonaerenses será parte de reproches difíciles de rebatir para el gobierno de la motosierra.
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Hay 18 millones de boletas impresas con la cara de José Luis Espert.
No se recuerda una elección más vinculada al debate sobre el temible espectro de la narcopolítica desde la de 2015, cuando María Eugenia Vidal logró la gobernación bonaerense al vencer con casi 40% de los votos a Aníbal Fernández, relegado al 35%. Ese resultado, influido por una acusación al segundo que más tarde se probó injusta, contribuyó decisivamente a la ola amarilla que llevó al poder en ballottage a Mauricio Macri, quien se impuso en esa instancia al entonces peronista y hoy libertario de ocasión Daniel Scioli por apenas tres puntos.
Ese ejemplo, pensado al revés, debería haber disuadido hace varios días a Milei de su porfía en favor de Espert.
A principios de año, el Gobierno se ilusionaba con "pintar el país de violeta" y obtener un 45% de los votos. El Libragate lo impactó de lleno, pero cuando el fuego mediático del caso comenzó a diluirse, volvió a especular con un triunfo con al menos 40% y con la esperanza de retomar aquel objetivo contundente. Luego, el Karinagate despeñó la imagen de Milei Hermanos y LLA se estacionó en un umbral cercano al 35%, cosa que indicaban encuestas previas al presente escándalo y que se visualizó en el 7-S bonaerense.
¿La Libertad Avanza hacia un déjà vu del 7-S?
El temor del oficialismo es que la cosecha nacional repita o empeore la de los comicios bonaerenses. De concretarse eso, sólo cabría hablar de derrota. El escenario no es ni por lejos seguro, pero merece ser examinado.
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La noche de la paliza. Santiago Caputo, Karina Milei y Javier Milei en un salón de Gonnet, el 7-S.
Sería derrota porque, por mero contraste, mostraría de nuevo al peronismo como una alternativa de poder para 2027. También, porque llevaría a los analistas a destripar la cosecha de bancas en Diputados y en el Senadoentre oficialistas y paraoficialistas, imaginando eventuales conductas esquivas de las segundas ante un gobierno que perdería aceite. Además, ¿en qué plano dejaría ese escenario al auxilio de Trump y, con eso, la capacidad de pagar los próximos vencimientos de deuda?
Una reiteración del triunfo peronista por más de 13 puntos en Buenos Aires obligaría a LLA a compensar con votaciones cuantiosas en Santa Fe, Córdoba, la Ciudad y otros distritos. Sin eso, la suerte estaría echada.
¿Puede reeditarse el 7-S en ese territorio y a escala nacional? Puede, especialmente cuando el ajuste duele y la actividad se convierte en hielo.
En lo político, el oficialismo se encuentra a la defensiva ante la opinión pública y hasta medios amigos ventilan la profundidad de los lazos entre Espert y Machado, cuya extradición a Estados Unidos podría ser súbitamente activada por la Corte Suprema tras un sugestivo sueño de casi tres años y medio.
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La casa en la que Fred Machado cumple prisión domiciliaria en Viedma, expuesta en forma exclusiva por Letra P.
El posible escenario de un revival del 7-S se presenta cuando la extrema derecha se repliega incluso en las redes –su "territorio" preferido– y cuando posibles aliados toman prudente distancia.
Al menos, los referentes ultraderechistas de otros distritos, como Patricia Bullrich, ya no deberán despegarse para evitar ser arrastrados por el tsunami de Espert, ya no habrá que suspender actos de campaña, podrán convocar a la prensa a esas actividades y podrán retomar el volanteo callejero. No es poco cuando urge movilizar a fiscales de mesa que parecen reacios y cuando sacar de la apatía a la juventud que acompañó el proyecto en 2023 y desertaron de las urnas en las recientes paradas electorales provinciales se parece a una hazaña.