LA QUINTA PATA

Javier Milei, finalista impensado: cómo llega y qué promete el hijo de la rabia

Creció en la desmesura. Ahora, los excesos son pasado, dice la norma ISO Macri 2023. León domado, gobernabilidad en cuestión. Transición y después.

Javier Milei, exponente máximo de una rabia largamente incubada en una sociedad que sufre el deterioro de su calidad de vida desde hace demasiado tiempo, llega al ballotage de este domingo en medio de señales contradictorias. Su intención de voto es fuerte, tanto como la de Sergio Massa, lo que hace que, si ganara, no podría hablarse de sorpresa. Sin embargo, su programa quedó virtualmente intervenido por el macrismo, al punto que varias de sus ideas insignia de la campaña ya ni se sabe si existen. Esto abre la puerta que queda al fondo de un pasillo oscuro: del otro lado aguarda la incertidumbre absoluta.

Embed

El 22-O le dejó una estructura flaca a La Libertad Avanza (LLA). En las provincias, la nada misma, ratificación de que lo de Milei ha sido un fenómeno apenas personal. En tanto, su arrastre fue limitado para el Congreso: apenas 38 bancas sobre un total de 257 en la Cámara de Diputados y ocho sobre 72 en el Senado.

Esos números han cambiado desde esa fecha, pero no se sabe en qué medida para mejor. El "apoyo incondicional" de Mauricio Macri, que claramente no es tal, le arrimaría una cuarentena de legisladores, pero, por un lado, esa cuenta es provisoria y depende de que el domingo haya victoria y, por el otro, también se ve contrarrestada en alguna medida por la prevista fuga de electos que no desean tener nada que ver con los halcones amarillos. Como sea, la palabra que manda es "precariedad", un pecado que no debería permitirse una fuerza que llegó a donde llegó en base al carácter disruptivo de sus propuestas y tonos.

1366-1699899671231113699.jpg

El respaldo de Macri y de Patricia Bullrich aseguró un caudal de votos que habría convergido de cualquier manera, pero sumó financiamiento, socorro de periodistas y medios otrora tachados de "ensobrados", cuadros para una eventual gestión y, si no hubiera tanta polémica y peleas entre quienes han estado desde la primera hora y quienes llegaron hace cinco minutos, podría decirse que recursos humanos para fiscalizar. Esto último es un albur que se develará durante la jornada electoral.

Gobernabilidad a prueba

La toma por asalto de la estructura paleolibertaria por parte del macrismo es un tema relevante, toda vez que dirime en qué medida lo que por meses pareció un divertido consejo de administración de un edificio de Barrio Norte podría convertirse en una estructura más o menos viable para gestionar. La pregunta, más claramente, apunta a la gobernabilidad de una Argentina de Milei. La respuesta, pese a la norma ISO Macri 2023, no es tranquilizadora.

La intervención amarilla no se limita a una incidencia sobre estrategias y cuadros técnicos como, por caso, la posible llegada de Federico Sturzenegger al Palacio de Hacienda en caso de victoria de LLA. También incluye el programa.

En una reciente aparición televisiva, convertida en spot para las redes, el expresidente señala, mirando a cámara, que "sé que no es todo perfecto lo que propone él, que hay cosas que no nos gustan, pero tendrá que ir a negociar al Congreso y todas esas cosas que a vos no te gustan no van a suceder porque él no va a tener los votos". ¿Incondicional?

"Y las que sí te gustan, liberar la Argentina, transparentar la Argentina, devolver la esperanza, volver al mundo, volver al respeto por el valor del trabajo y la meritocracia, sí a van volver". Una oferta irresistible.

https://publish.twitter.com/oembed?url=https%3A%2F%2Ftwitter.com%2Fmauriciomacri%2Fstatus%2F1724955990750089242%3Fs%3D20&partner=&hide_thread=false

Mientras, el León domado sí grabó un spot en toda la regla, en el que aclara "la enorme cantidad de mentiras que la clase política difundió contra nosotros".

https://publish.twitter.com/oembed?url=https%3A%2F%2Ftwitter.com%2Fsomoscorta%2Fstatus%2F1725184806550413529%3Fs%3D20&partner=&hide_thread=false

"No vamos a privatizar la salud, no vamos a privatizar la educación, no vamos a reformar el INCUCAI, no vamos a privatizar el fútbol, no vamos a permitir la portación irrestricta de armas. Lo que sí vamos a hacer es terminar con la inflación para siempre", promete. ¡Haberlo dicho antes!

El problema es que el Milei macrista borró de un plumazo todo lo que el rebelde había predicado durante meses, algo que, cuando se abran las urnas, se verá cuánto voto antiperonista le sumó y cuánto voto iracundo pudo haberle restado. De esa suma y resta podrían surgir el cielo o el infierno, o viceversa, según se adopte el punto de vista del candidato o el de la sociedad.

Se diga lo que se diga, la campaña del miedo ha sido toda de él a través de una prédica temible de más de tres años que Letra P anticipó y analizó paso a paso cuando apenas comenzaba a asomar como un horizonte inquietante.

Es la economía…

Si algo explica el fenómeno Milei ha sido su aptitud para expresar el enojo de un sector de la población que empatizó con el tipo que gritaba en la tele, que insultaba a Keynes –¿quién sería, no?– y rompía a palazos maquetas del Banco Central. De la mano de la rabia llegaban las propuestas: el cierre, justamente, de la autoridad monetaria y la dolarización.

1366-1697463172231016301.jpg

Cientos de economistas de todas las tendencias advirtieron, en la Argentina y en el mundo, que dolarizar es imposible debido a la falta de divisas duras en el Banco Central. Sin embargo, más de fondo, explicaron que, aun en la hipótesis de implementación viable, ese esquema monetario sería desastroso para la Argentina. Eso es lo que han dicho, incluso, técnicos del FMI y especialistas del Instituto de Finanzas Internacionales (IIF), la entidad que reúne a los principales bancos mundiales.

También esas propuestas insignia han pasado por las manos llenas de lavandina de Macri. Milei las ratifica ante la prensa –no sin necesidad de que se le deba repreguntar varias veces–, pero el posible presidente del BCRA, Emilio Ocampo, cuya tarea sería, justamente, la clausura, acaba de señalar que todo se habría tratado de una suerte de metáfora. "Lo que hay que cerrar definitivamente es la capacidad del poder político de emitir dinero discrecionalmente para financiar su exceso de gasto. Hay ciertas funciones del Banco Central que son necesarias", concedió.

En tanto, Bullrich fue muy enfática cuando aún hacía campaña para sí misma sobre los peligros de la dolarización y, en su lugar, proponía una "libre elección de moneda" para los contratos. Todo el mundo sabía que ese era un camino más tortuoso –largo e inestable– hacia una dolarización, lo que hace que pueda hoy calzarle a Milei como salida a su laberinto.

En caso de festejo ultra, el mercado cambiario haría conocer su veredicto el próximo martes, tras el fin de semana largo, y, después del cambio de mando, la calle también diría lo suyo ante el primer atisbo de motosierra. Otra vez: es la gobernabilidad.

Si el Banco Central siguiera ejerciendo la superintendencia del sistema financiero y el peso, en lugar de desaparecer –contra lo que advirtió Horacio Rosatti– quedara como un fósil carcomido junto al dólar, "Juntos por la Libertad" encontraría un programa. Con que no haya venta de riñones ni de pibes todo quedaría al pelo.

Ironías aparte, se sabe que no es así y que el clima imperante en los últimos días en la sociedad y en las redes ha sido la expresión del peligro que se cierne sobre la convivencia democrática, algo sobre el que Letra P advirtió después de las PASO en un editorial y que llevó al editor propietario del medio, Carlos Marino, a endosar personalmente la postulación de Massa.

https://publish.twitter.com/oembed?url=https%3A%2F%2Ftwitter.com%2Fcemarino%2Fstatus%2F1724458174206345699%3Fs%3D20&partner=&hide_thread=false

Denuncias falsas de fraude que parecen allanar el camino a una amenaza de violencia; militares retirados llamando a rebeliones y neonazis arengando a la tropa en pos de un golpe –barbaridades reposteadas, respectivamente, por la candidata procesista a vice, Victoria Villarruel, y por la diputada electa Lilia Lemoine–; amenazas de Falcon verdes y de asesinato a periodistas, militantes feministas, actores y actrices y hasta cocineras de TV; así como avisos de represión, incluso con las Fuerzas Armadas, de parte de otro diputado electo –Ricardo Bussi–, entre otros prodigios, han sido cosa de cada día en el cierre de la campaña.

Si la verba violenta de Milei y la mera perspectiva de su triunfo azuzaron esos monstruos, ¿qué cabría esperar en caso de que ese resultado se concretara?

Después de tantos meses, nadie ignora qué se vota.

paso a paso, como conto letra p el ascenso de la ultraderecha
urge construir un amplio acuerdo democratico

También te puede interesar