La ex primera aseguró que no podría tenerlo delante de ella porque “sería como estar al lado de alguien que te abusó”.
Fabiola Yañez, ex primera dama.
La ex primera dama Fabiola Yañez volvió a hablar sobre las supuestas situaciones de violencia que vivió con el expresidente Alberto Fernández y aseguró: “Jamás me pidió perdón por las palizas que me daba”.
“Enfrentarse a un expresidente es enfrentarse al poder, creo que cualquier mujer tendría que sentirse fuerte y que se denuncien estas cosas, que no queden en un arreglo económico porque, la verdad, nada te cura; no hay dinero que pueda curar esas heridas”, remarcó Yañez al medio español OK diario.
La comunicadora reconoció que no quiere que el hijo que tiene con el exjefe de Estado viva en Argentina para evitar que presencie escenas de violencia y ejemplificó con una discusión entre Alberto Fernández y una persona en un restaurante, que terminó en el piso “en un charco de sangre”.
“En las varias mediaciones, sólo ofreció el techo para Francisco por un año”, lamentó la exprimera dama y catalogó esa oferta como un ejercicio de “violencia económica”.
Yañez reveló que el expresidente le pidió que no hiciera la denuncia y le propuso que difundieran un comunicado conjunto asegurando que mantenían una relación “tóxica”. Además, la actriz se refirió a las reiteradas infidelidades por parte del exmandatario que comenzaron antes de que asumiera la presidencia en 2019.
“Lo hacía sistemáticamente y como descontroladamente. Porque no es posible hablar con 20 mujeres a la vez”, concluyó la periodista y agregó: “Con total impunidad podría estar hablando con alguien adelante mío”.
La expareja de Fernández apuntó contra su entorno porque no la dejaban "separarse o irse" y compartió: "Me sentía totalmente sola y a las personas que le pedí ayuda tenían sus intereses con él, como María Cantero (la secretaria personal del exmandatario) y la ministra de Género".
El fiscal Ramiro González solicitó que el expresidente se presente ante la justicia. Se lo acusa de tres delitos que podrían tener una pena de 18 años de prisión.