El triángulo de hierro legislativo de Javier Milei empieza a tener límites
Karina Milei, Patricia Bullrich y Menem no garantizan la mayoría simple en ambas cámaras. Macri y Cornejo, las paredes. Victoria Villarruel marca la cancha.
Martín Menem, Patricia Bullrich, Karina Milei y Gabriel Bornoroni.
La algarabía libertaria por el triunfo del 26 de octubre no cesa, pero empieza a quedar lejos. La victoria impide -al menos por un buen tiempo- eventuales acuerdos opositores para dominar el Congreso. Javier Milei tiene el camino allanado para imponer su agenda legislativa, aunque el reacomodamiento de las fuerzas, por ahora, no le asegura mayoría automática. Necesitará negociar.
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El triángulo de hierro que maneja el Parlamento - integrado por Karina Milei, Patricia Bullrich y Martín Menem - tuvo una semana difícil: no logró armar interbloques con el PRO y la UCR para quedar al filo de las mayorías en ambos recintos. La resistencia de Mauricio Macri y Alfredo Cornejo a cumplir órdenes frustró el plan.
No sólo eso: a falta de un mes para la asunción de los nuevos miembros electos, La Libertad Avanza no tiene garantías de contar con los bloques más grandes en ambas cámaras, que es lo necesario para asegurarse mayoría en las comisiones.
Sin los ex-Juntos por el Cambio en el paquete, Milei fue por el plan B para tener un Congreso dócil. Consiste en crear interbloques de partidos provinciales capaces de ayudar al Gobierno. Es la rosca que empezó los últimos días y que lidera el mandatario salteño, Gustavo Sáenz, quien fue rival en las últimas elecciones pero está decidido a juntar votos para que Milei tenga leyes.
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El gobernador Gustavo Sáenz con Manuel Adorni y Diego Santilli.
La discusión por los lugares en las comisiones será en las sesiones preparatorias. En la Cámara de Diputados, se haría el 4 de diciembre, antes del inicio del debate del Presupuesto. En el Senado, a finales de febrero. En la cámara alta, donde la vicepresidenta Victoria Villarruel seguirá moviéndose con autonomía de la Casa Rosada, hay una negociación en ciernes para llegar a dos tercios y repartir cargos claves en la Justicia. Karina Milei está encima del tema y en todas las fuerzas políticas esperan un llamado suyo en los próximos meses.
Los interbloques que no tiene Javier Milei
Diego Santilli transpira la camiseta con tours por el país para persuadir a los gobernadores de colaborar. En el corto plazo el ministro del Interior parece tener todo para ganar, pero generar un plantel estable para votar con el oficialismo a ojos cerrados en cada cámara, por ahora, no es posible.
Además, los gobernadores tiene un listado de pedidos para aprobar el Presupuesto 2026 y el ministro del Interior no podrá hacerse el distraído con todos. Su éxito dependerá de la flexibilidad de Toto Caputo. No es un escollo fácil de sortear.
Macri está dando todo lo que le queda por evitar su muerte política, que se confirmaría con la desaparición del PRO como bloque autónomo del Congreso. Ni siquiera habilitó a pintarse de violeta a quienes accedieron a una banca por esa fuerza en octubre.
En la reunión del consejo partidario, el expresidente dejó una consigna a su tropa legislativa: ser quirúrgicos. Según sus intérpretes, no quiere amarillos que ayuden a Milei a juntar votos o a argumentar proyectos en las sesiones. Si no participan en comisiones, mejor. Su única colaboración será levantar las manos en momentos claves. Y a veces.
Quiero felicitar a @diegosantilli por su designación como nuevo ministro del Interior. Es una incorporación muy positiva para el Gobierno. Como dirigente del PRO de gran experiencia, confío en que, en este momento clave, podrá articular con los gobernadores la implementación de…
La rebelión de Macri no impidió la migración a La Libertad Avanza de una decena de exconducidos, llevados por Bullrich, que esta semana debutaron en una reunión de bloque oficialista. Las fugas podrían seguir. Con otros tonos, el gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo, hizo la misma resistencia que el jefe del PRO, pero fue más efectivo: evitó que en esta quincena de algarabía libertaria haya correligionarios dispuestos a mezclarse en bloques libertarios. A cambio, el mandatario ofrece bancadas radicales propias en ambas cámaras, capaces de arbitrar las votaciones, como la el Presupuesto.
Hasta ahora, Cornejo logró su objetivo. Los otros gobernadores del partido centenario siguieron a su colega y no fueron los únicos: ni siquiera los radicales “con peluca”, que se fueron de la UCR para votar todo con el oficialismo, anunciaron su pase a La Libertad Avanza. Sólo lo haría el diputado cordobés Luis Picat.
Auxilio a las provincias
Sin la UCR y el PRO como aliados automáticos, Milei sólo tiene garantizado el tercio en Diputados para blindar eventuales vetos presidenciales, que tal vez no sean necesarios porque la oposición dejará de empujar leyes. Un acuerdo amplio de gobernadores aliados es la alternativa que creció en los últimos días para mostrar una foto de Congreso manejable.
El salteño Sáenz se entusiasmó con su rol de operador legislativo e inició gestiones para ayudar al Gobierno: quiere mezclar en un interbloque al resto de los partidos provinciales (Misiones y Neuquén); y colegas que hoy tienen su tropa en Unión por la Patria, como Raúl Jalil (Catamarca) y Gerardo Zamora (Santiago del Estero). Nadie descarta un juego sinuoso de Sergio Ziliotto (La Pampa), que cuenta con alfiles en ambas cámaras.
Sáenz también busca sumar a peronistas sin tierra, como puntanos, jujeños y santafesinos o el senador Roberto Lewandowski, a quien recibió esta semana. Su oferta siempre es la misma: salir de las garras de Cristina Fernández de Kirchner, cuyo rol como presidenta del PJ nacional es cuestionado por las intervenciones de provincias mediante figuras de La Cámpora.
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José Mayans y Cristina Fernández de Kirchner.
Si se rompe, Unión por la Patria quedaría sin la posición de primera minoría que por ahora sostiene y le permite ser la fuerza más numerosa en las comisiones. La tensión es total: José Mayans, jefe de UP en el Senado tuvo una ronda de bilaterales con peronistas electos y ofreció lo que sea para evitar la fractura. Volverá a los llamados el martes y miércoles.
En Diputados, Paula Penacca, secretaria de UP y leal a Máximo Kirchner, llamó a todos los jefes opositores para pedirle los votos que le permitan abrir el recinto y tratar proyectos pendientes. Confesó que lo necesitaba para resolver su interna. No le fue bien y ahora sólo le queda la rosca.
La pelea por la Corte Suprema
El Senado será el mejor escenario para saber dónde está parado Milei en sus últimos dos años de Gobierno. Los números del oficialismo mejoraron pero no prometen nada: sin PRO y la UCR, ni siquiera tiene un tercio del recinto garantizado. Pero con estas fuerzas y los interbloques federales, La Libertad Avanza podría alcanzar mayoría especial. Se trata de los dos tercios que se necesitan para completar la Corte Suprema y nombrar al procurador general, tal vez el cargo judicial más relevante de los Tribunales. Hace ocho años que lo ocupa Eduardo Casal, como interino.
La disputa por el organigrama de la justicia muestra las cartas de cada jugador en el escenario político que dejó el 26O. También abrió la puerta a los más variados lobbies judiciales y empresariales, en algunos casos camuflados con ropa de asesores legislativos. Los grupos de chats arden con mensajes encriptados. No es para menos: la mayoría de la Corte es el termómetro del poder permanente y con la llegada de Milei no cambió de jefes.
Hasta hace un mes, esta negociación para completar el máximo tribunal estaba a cargo de Santiago Caputo, que la delegaba en Sebastián Amerio, el viceministro de Justicia. Lo confesó durante su audiencia en el Senado Manuel García-Mansilla, uno de los candidatos a juez de la Corte que el Senado rechazó. El otro descartado fue Ariel Lijo.
Karina tomó las riendas de esa discusión: le encargó a Santiago Viola, apoderado de LLA, hacer un sondeo de los posibles apoyos en el Senado para tener mayoría especial. La secretaria general tiene dos alternativas sobre la mesa y no descarta ninguna.
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Manuel Adorni y Karina Milei, bendecidos por pastores evangélicos en la Casa Rosada
La primera es negociar con todo el espectro peronista, kirchnerismo incluido, y partir de 48 votos (20 propios y 28 de UP), lo justo para la mayoría especial. La otra opción de la secretaria general es romper UP y forzar dos tercios con la fracción territorial del peronismo y el resto del recinto.
Podría descartar al grupo de CFK, pero necesitaría de casi todo el resto del recinto. El problema de este esquema, son las pretensiones de Macri. Tal vez la intransigencia del expresidente se explique únicamente por esta negociación.
Los tiempos de Karina Milei
El primer movimiento de Viola será clave. Si se filtra un avance en la negociación por la Corte con uno de los bandos del Senado, los bloques marginados no tardarán en protestar. Algunos irán al pie, por temor a quedar fuera de la segunda parte de la rosca, que incluye cubrir más de 300 vacantes en la Justicia. Estos puestos se completan con una mayoría simple de la cámara alta. Los que no voten pliegos para el máximo tribunal, podrían ser marginados.
Desde su prisión domiciliara, CFK está a la espera de una oferta y prohíbe a sus soldados impulsar denuncias contra los hermanos Milei. Fue por eso que este año se frenó el juicio político por el caso $Libra, que podría haber sido habilitado por Marcela Pagano, la libertaria díscola que, si el peronismo pedía por ella, quedaba al frente de la comisión que lleva al banquillo a los presidentes.
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Marcela Pagano denunció a Guillermo Francos como autor de las escuchas a Diego Spagnuolo.
Tampoco hubo referentes kirchneristas entusiasmados en la investigación legislativa de la criptomoneda, cuyo resultado se conocerá el martes y no dejará bien parado a Milei ni a su hermana. Quedará claro, para la oposición, que difundieron el lanzamiento de la memecoin para hacer negocios personales. Será un apunte que la Justicia guardará en los cajones, hasta que lo necesite.
En cambio, CFK sí empuja a su tropa a denunciar a Bullrich, quien milita por un reparto de la Corte sin kirchneristas. La ministra de Seguridad y senadora electa se involucra en la rosca judicial a título personal y está tan enfocada, que se quiere quedar con la presidencia de la comisión de Acuerdos del Senado, a cargo de coordinar las audiencias. Sus futuros pares del bloque LLA le pusieron límites, en la reunión que tuvieron el último miércoles. Advirtieron que será jefa pero no manejará los cargos en comisiones a gusto.
Villarruel mira este juego desde su despacho y participa a su manera. Como parte de la reorganización de personal, la vicepresidenta trata de asegurar empleados afines en las comisiones más relevantes. Es cuestión de cubrir vacantes con la botonera de su despacho.
La titular del Senado frenó a Bullrich en la reunión del viernes. Le aclaró que no le impondrá una hoja de ruta que vulnere el reglamento y pueda traerle problemas en la Justicia, donde no hay nadie del Gobierno capaz de defenderla. Villarruel no cambió su plan: sobrevivir y mostrarse como alternativa anti-K, si Milei, algún día, no hace pie como presidente. Sólo un éxito rotundo del Presidente la dejaría fuera de carrera. En su entorno creen que no será tan fácil que eso ocurra.