El intendente de Rosario se abraza a la gestión en un año sin elecciones. Salen a correr sus posibles sucesores, pero deja la puerta abierta a su continuidad.
Pablo Javkin completó su sexto año consecutivo al frente de la Intendencia de Rosario.
Pablo Javkin se aproxima a arrancar un año clave, no electoral, pero determinante para su futuro y el de Unidos en la gobernanza de Rosario. Con la autonomía de la ciudad bajo el brazo y un 2026 de gestión plena por delante, el intendente apuesta a asegurar otro periodo para el oficialismo. ¿Renovación en el cargo o continuidad? Hay allí un debate sensible por venir.
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Rosario, después de dicho vendaval, recuperó calle, cultura, eventos de relieve nacional. “Estamos en la mitad de la trama”, suele decir Javkin, con el trabajo territorial del municipio, sostenido por el gobierno provincial y asistido por la Casa Rosada, una sinergia que perdura por sobre las rivalidades. No fue así bajo la presidencia de Alberto Fernández.
En ese camino, Javkin impulsó el proyecto de ciudad autónoma y se apresta, junto al gobernador Maximiliano Pullaro, a inaugurar obras de fondo y sentar las bases para que el oficialismo intente retener la localidad más poblada de la provincia.
Hoy firmé la promulgación de la Autonomía de Rosario. Después de más de un siglo de lucha, pasamos a ser una Ciudad Autónoma. El sueño de quienes imaginaron una Rosario libre y moderna hoy es realidad y es para siempre. Esta firma lleva la memoria de quienes defendieron la… pic.twitter.com/XCVdaKzq15
Unidos salió tercero en las PASO para las legislativas locales de este año, detrás de Ciudad Futura con Juan Monteverde y del periodista Juan Pedro Aleart, candidato de La Libertad Avanza. El oficialismo, de la mano de Carolina Labayru, metió remontada en junio, pero no pudo salir del último escalón del podio. No obstante, Javkin se apoya en 2017, cuando obtuvo 16 puntos y 16 meses después se consagró intendente.
La sucesión 2027, tema sensible para Unidos
Por ese motivo, de a poco la intendencia irá mostrando y visibilizando otros perfiles para la sucesión. La presidenta del Concejo, María Eugenia Schmuck, ya arrancó y, si bien Javkin la prefiere en el Ejecutivo, es una de las cartas inobjetables para la competencia interna. Dentro del plan también levantarán la trompa la concejala Labayru, el secretario de Gobierno, Sebastián Chale (muy considerado por el intendente y el gobernador), el secretario de Desarrollo Humano y Hábitat, Nicolás Gianelloni, y el senador departamental Ciro Seisas.
Con todo, así como deja correr a más de una figura, Javkin tiene sobre la mesa otra carta, tan sensible como válida: la de intentar competir por un tercer mandato. Lo envalentonan los propios, como Chale de manera pública, y algunos pullaristas, quienes lo ven como el único alfil de Unidos capaz de garantizar una victoria sobre Monteverde y Aleart.
Es una decisión de olfato. “No tengo sucesión obligada, no tengo la urgencia”, repite el intendente ante la consulta, pero también es verdad que no tiene un impedimento legal. En caso de evaluarlo seriamente, Javkin tiene todo el año próximo, hasta el cierre de listas en los albores de 2027, para anunciarlo. La sortija en la mano, al menos para los propios y aliados.
El acuerdo con Maximiliano Pullaro
Tomar una decisión de semejante trascendencia implica una suerte de acuerdo con Pullaro, con quien hoy Javkin mantiene un vínculo sólido. Los recientes cambios de gabinete fueron consecuencia de un intercambio con el gobernador, sobre todo en los perfiles y no tanto en los nombres. En los próximos días seguirán los retoques, como el ingreso del exconcejal Agapito Blanco al Ente de Coordinación Metropolitana (ECOM).
Pensar hacia adentro también implica no detenerse tanto en los rivales. Aunque en ese sentido, Javkin cree que Monteverde perderá fortaleza por dos motivos: porque el PJ armará como mínimo una lista por afuera que le quitará votos y porque la ciudad no elegirá a un intendente ligado al peronismo. “Los rosarinos van a elegir a alguien identificado con la política de seguridad de la Casa Gris”, abreva un funcionario provincial.
Con respecto a LLA, el intendente cree que es una fuerza con desarrollo nacional y en una elección ejecutiva local, pese a gozar de una figura como Aleart con elevado nivel de conocimiento, no hay margen para traccionar. “Es un voto más exigente, Rosario no entiende de sellos, te toma examen todos los días, se opta por el más preparado y con equipos”, completa un funcionario rosarino.
Con la autonomía bajo el brazo y en alianza con Pullaro, a Javkin le toca enfrentar 2026 con otro aire. Con el objetivo de “quitar limitaciones burocráticas” gracias a lo primero, y con el plan de disponer de una “gran oportunidad histórica generacional” para sostener la comandancia de los lugares de gobierno más relevantes de la provincia. Y con la llave, de mínima, para destrabar el 2027.