Mauricio Macri, frente al desafío de sostener a un PRO que se desangra
Intenta blindar a su partido, pero dedica dos horas diarias a la política. Alianza precaria con Milei en el primer semestre de 2026. Foco en la gestión porteña.
Dicen los que lo frecuentan que Mauricio Macri no hace política más de dos horas por día. Sumergido en cuestiones de negocios, compromisos internacionales, eventos vinculados a la Fundación FIFA y temas familiares, le presta poca atención la rosca local. Su partido lo siente. Lo que queda del PRO comienza el año postelectoral con una convivencia traumática con La Libertad Avanza(LLA), a la espera del devenir económico del gobierno de Javier Milei.
Registrate para continuar leyendo y disfrutando de más contenidos de LETRA P.
Lejos de la lucha por el poder, a Macri le subió la imagen positiva. La última encuesta de Opina Argentina, la consultora de Facundo Nejamkis, le dio en diciembre un 42% de imagen positiva y 56% de negativa. En marzo, la positiva estaba en 38% y la negativa, en 61. Fue en plena tensión con la Casa Rosada, en la previa de las elecciones de la Ciudad.
Todo mejoró después de las elecciones nacionales, con el expresidente fuera de la disputa política, abocado en las últimas semanas a presentar Franco, el libro dedicado a la vida de su padre que narra una relación compleja y muestra la parte más humana del expresidente, con sentimientos de admiración y frustración.
En la mesa chica macrista dicen que el proceso de escritura fue catártico y no tiene un objetivo político. La relación con Franco había aparecido varias veces en sus libros anteriores. Macri esperó a que pasaran las elecciones para presentarlo. No quiso hablar en la previa para que no lo metieran en temas políticos. Tampoco dijo mucho después.
Este viernes, habló en el encuentro de fin de año de la Fundación Pensar, que dirige María Eugenia Vidal. El evento tuvo como eje los desafíos de la educación. El expresidente cerró con un discurso de baja intensidad política. Dijo que esperaba que “Argentina pueda salir adelante” con las reformas que impulsa el Gobierno. Eso fue todo.
La desorientación del PRO
“Los que están son los que decidieron quedarse. Eso es positivo porque el que está hoy en el PRO no está como amigo del campeón. Está para remarla”, dice una figura de primera línea del partido que tiene diálogo frecuente con Macri. La pregunta que sobrevuela es para qué.
Macri lidia con sus contradicciones. Milei le arrebató electorado y dirigentes, pero ejecuta muchas de las ideas que él soñó. Es el líder del partido, pero no quiere hacer política. Conduce muchas veces a la distancia y ya ni amenaza con ser candidato en el futuro, si bien prometió que el PRO tendrá uno propio en 2027. Pero tiene que evitar que su estructura se vea completamente arrasada.
Entre quienes se mantuvieron en el bloque PRO tampoco hay una mirada homogénea. Hay dirigentes absolutamente fieles a Macri, como Fernando de Andreis y Martín Yeza, que votarán como el expresidente indique. Álvaro González se quedó, pero mantiene su espíritu larretista independiente. Alejandro Finocchiaro se había calzado el buzo violeta, pero mantuvo su lugar al lado de Ritondo, que vio frustrada la posibilidad de convertirse en presidente de la cámara baja, en reemplazo de Martín Menem.
La consagración de Ritondo en Diputados tenía el empuje de Santiago Caputo. El proyecto quedó trunco después de las elecciones. Karina Milei ganó la interna, Menem fue ratificado en su puesto y El Jefe se llevó a la Casa Rosada a Diego Santilli, histórico socio político del jefe del bloque amarillo.
El ministro del Interior todavía está tratando de asentarse en el complejo ecosistema karinista. En el PRO no lo dan “como definitivamente ido”. Dicen que Santilli tuvo siempre la consideración de avisarle a Macri de sus pasos. Persigue el sueño de ser candidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires en 2027. ¿Sería candidato libertario o de un acuerdo de los dos espacios? Falta para saberlo. Mientras, Ritondo todavía mastica bronca por sus pares que la Casa Rosada le sacó del bloque para llevárselos a la bancada de LLA.
El panorama es más desolador en el Senado. Al partido amarillo le quedan solo tres bancas. Los cordobeses Carmen Álvarez Rivero y Luis Juez fueron los últimos en dar el salto hacia LLA de la mano de Patricia Bullrich, flamante titular de la bancada libertaria.
Cada cual atiende su juego
Los tres mandatarios con origen en el PRO que ganaron sus distritos en 2023, Ignacio Torres (Chubut), Rogelio Frigerio (Entre Ríos) y Jorge Macri(Ciudad), tuvieron estrategias diferentes en las elecciones nacionales. Mientras el chubutense jugó al armado de Provincias Unidas (PU), el espacio en el que confluye con radicales y el peronismo cordobés; los otros dos optaron por cerrar alianzas con LLA.
Macri recela de ese intento por armar un nuevo Juntos por el Cambio. Evalúa correr a Gisela Scaglia de la presidencia del PRO santafesino. La exvicegobernadora desembarcó en Diputados como titular del bloque de PU. Fue uno de los puntos que se abordaron en el Zoom de la mesa nacional del partido que se celebró este jueves. Macri estaba recién llegado de su gira por Oriente Medio, donde asistió a las últimas carreras de F1 del año. Por su viaje a Qatar y a Emiratos Árabes se perdió el sorteo del Mundial, que se celebró en Washington, donde tenía previsto ir Milei. Casi no se hablan.
“El partido es un quilombo”, se sincera un macrista pura cepa. Hacia adelante, la línea marca que habrá un acompañamiento general a las políticas de LLA, al menos durante el primer tramo de la segunda parte del mandato de Milei. “Son propuestas con las que estamos filosóficamente de acuerdo”, dice una espada parlamentaria del PRO. El ejemplo más claro es la reforma laboral.
La reunión de ayer en Olivos fue muy buena. Después de las elecciones del 26 de octubre, confío en que el gobierno iniciará una etapa de cambios orientados a realizar reformas estructurales importantes.
Yo espero que los que queremos un cambio nos podamos unir para llevar…
La armonía dependerá de la marcha del gobierno de Milei. Como al resto de la política, a Macri se le quemaron los papeles en plena campaña. El expresidente tenía un diagnóstico muy negativo de la situación económica: pensaba que Milei tambaleaba, hasta que apareció Donald Trump para salvarlo. No lo vio venir. Ahora piensa que es muy difícil que la economía se descarrile con Estados Unidos atrás, pero “en la Argentina nunca se sabe”.
La defensa de la gestión de Jorge Macri
Con la estructura nacional resquebrajada, Macri apunta a sostener su bastión original, la Ciudad de Buenos Aires. La tropa libertaria amenaza con arrebatársela en 2027. Ganaron la elección local de la mano de Manuel Adorni y plantaron a la karinista Pilar Ramírez como posible candidata.
Con la cabeza puesta en 2027, Jorge Macri se concentra en la gestión. Promete obras visibles, el inicio de la línea F de subte, la construcción del anillo vehicular de La Pampa, foco en movilidad, infraestructura y cultura. En el PRO dicen que las encuestas mostraron un repunte en los últimos meses, tanto en la imagen de la gestión como la del jefe de Gobierno.
Macri no sabe todavía con qué socios buscará la reelección. ¿Se puede pensar en el rearmado de Juntos por el Cambio porteño? No es imposible. Habrá que ver cómo marcha la relación con LLA. En la provincia de Buenos Aires ya sonaron algunas alarmas. Se rompió el acuerdo en Bahía Blanca, hubo problemas en La Matanza, Ituzaingó y Zárate, entre otros. En Vicente López, el concejal libertario Luis Palomino votó en contra del Presupuesto de Soledad Martínez.
Por las dudas, Macri puso a Vidal a sostener la bandera PRO. La exgobernadora y Silvia Lospennato fueron las más incómodas en la sociedad con LLA en los últimos meses en el Congreso. La exdiputada juró como legisladora de la Ciudad y será presidenta del bloque amarillo puro.
Vidal suena como posible candidata para 2027. Macri dijo que el partido tiene que tener una alternativa propia. ¿Será en una PASO con LLA o en otro espacio? Este viernes, junto a la exgobernadora, invitó a jóvenes de todo el país a formarse como cuadros amarillos. Quiere tener equipo propio para cuando empiece a diagramarse la competencia presidencial.