Los bloques opositores pidieron descongelar sus salarios. Es parte de una lista de reclamos que le acercaron a Menem. La ley ómnibus XS, en el medio.
Los hermanos de Martín Menem, socios de una empresa de seguridad que avanza en el fútbol argentino.
El sorpresivo aumento de las dietas aprobado este jueves en el Senado complicó una incipiente negociación para mejorar sus ingresos que los jefes de las bancadas opositoras de Diputados habían comenzado con el presidente de esa Cámara, Martín Menem. No hay voluntad de plantear el tema en el recinto, por lo que el riojano tiene la última palabra.
La recomposición de sus haberes fue parte de una lista de reclamos que las autoridades de los bloques le acercaron hace unas semanas al riojano, junto a otros referidos a cuestiones burocráticas y de personal. Hubo algunas propuestas para salir del congelamiento que Menen dispuso hace un mes, por presión de Javier Milei, quien pidió retrotraer un aumento otorgado.
La queja une a Unión por la Patria con al PRO -que funciona de aliado- y los bloques dialoguistas, que negocian leyes con el Gobierno y son artífices del cuórum: se trata de la UCR, Hacemos Coalición Federal y los partidos provinciales.
Este jueves, el debate por las ingresos en el Congreso apareció en una reunión de Menen y los bloques dialoguistas, que fue en simultánea a la aprobación del dietazo del Senado. Medio en broma y medio en serio, un diputado preguntó cuándo se iban aumentar los haberes y el titular de la Cámara baja sugirió que recién después de la aprobación de la ley ómnibus XS podía hablarse del tema, pero no dio precisiones.
Los voceros de Menem niegan que haya una negociación en curso. En la oposición aseguran que no ignora el malestar por las dietas que paga y tarde o temprano tendrá que ceder. "Tiene muy claro el tema", aseguró el jefe de una bancada a LetraP, que de todos modos admitió que antes de dar un paso, el riojano consulta a Mieli. Con el escándalo del Senado, no será fácil que el Presidente le habilite un salariazo.
En ninguna bancada de Diputados hay voluntad de llevar la discusión al recinto y, por lo tanto, dependen de una resolución de Menem. De lo contrario, las dietas seguirán sin aumentar.
Este jueves, en la oposición había mucho fastidio porque consideraban que la votación del Senado dejó una postal polémica ante la opinión pública, que podría haberse evitado si Menem y Victoria Villarruel no derogaban la resolución que enganchaba las dietas a la paritaria legislativa.
En UP creen que esa resolución es la mejor alternativa, debido a que vincula los ingresos de los representantes al de los sueldos de sus empleados en el Congreso. En tal caso, proponen dosificar los aumentos en varios meses. Ese es el esquema que funcionó hasta hace un mes.
En el resto de los bloques hay otras ideas. HCF, coordinado por Miguel Pichetto, presentó dos proyectos con una escala salarial para funcionarios del Estado. Ambas establecen que el ingreso más alto debe ser el del Presidente y lo fijan en $ 4 millones, justo lo que recibirá cada senador, en mano, a partir de mayo.
Los proyectos de HCF proponen indexar las dietas a la movilidad jubilatoria, un método que también forma parte de una iniciativa de Carlos D’Alessandro, de La Libertad Avanza. Hace dos años lo planteó María Eugenia Vidal, del PRO. La UCR no presentó ningún planteo sobre dietas. Como pasó en el Senado, no hay acuerdo interno. Menem estaba al tanto de estas propuestas y aún no había elegido la mejor. Tenía previsto consultar a Milei después de la aprobación de la ley ómnibus XS y el Pacto Fiscal.
El reclamo por las dietas en Diputados tiene algunos condimentos que lograron conmover a Menem, quien el jueves sorteó la suya y exhibió el monto máximo que puede cobrar un miembro de la Cámara baja, entre haberes, gastos de representación y desarraigo. El sueldo en bolsillo que exhibió el riojano supera los $ 2 millones, porque contempla el aumento del 30 por ciento, aplicado por la resolución que fue derogada hace un mes. En mayo, las dietas volverían a ser de entre $ 1,2 millones y $ 1,7 millones, aunque nadie se anima a arriesgar cifras.
Es que en Diputados cuentan que los ingresos varían cada mes por diferencias en la retención de impuestos, según las excusas de la administración de la Cámara. El mayor cimbronazo fue en enero, cuando depositaron $ 600 mil menos.
Esos $2 millones de la dieta (que podrían reducirse) incluyen los gastos por pernoctar en la Ciudad de Buenos Aires. En los últimos años, ningún representante de la Cámara baja quiso alquilar por lo difícil que está conseguir propiedades y los altos costos de los depósitos para ingresar a un inmueble.
La mayoría de los legisladores paga hoteles por la zona, con tarifas que van entre $ 20 mil y $ 70 mil por noche. De esta manera, pueden resignar hasta el 40% de la dieta que exhibió Menem. “Lo peor es que él vive en Belgrano”, acusan al riojano en la oposición.
Por los bajos ingresos, hay representantes que ya anunciaron en sus provincias que no quieren ser reelectos y prefieren volver a las legislaturas locales, donde los sueldos son más altos y no tienen que alquilar. En este contexto, Menem debe decidir cómo junta votos para aprobar los proyectos del Gobierno. No puede dejar de escuchar a nadie.