Discapacidad y ley anti-DNU: Javier Milei se resigna a una derrota en la previa de la elección bonaerense
La oposición apuró una sesión para este jueves. Busca eliminar un veto presidencial después de décadas y restringir la firma presidencial. El 18, otra sesión.
Los senadores Bartolomé Abdala y Ezequiel Atauche, de La Libertad Avanza, el bloque de Javier Milei.
Javier Milei tendrá este jueves otra jornada para olvidar en el Congreso: habrá sesión en el Senado y la oposición confía en ocasionar dos nuevos traspiés al Presidente. Unión por la Patria, la UCR y partidos provinciales aseguran reunir los votos para eliminar definitivamente la emergencia en discapacidad, como también para aprobar un proyecto que limita el uso de decretos.
Registrate para continuar leyendo y disfrutando de más contenidos de LETRA P.
La foto de la derrota llegará al límite del cierre de la campaña de la provincia de Buenos Aires, en la que Milei teme una derrota que lo deje desdibujado para la contienda nacional del 26 de octubre.
La sesión del Senado está convocada para este jueves a las 11, luego de una reunión de labor parlamentaria entre las autoridades de bloque realizada este miércoles. Se esperan largos debates, justamente porque la oposición usará el recinto como escenario electoral.
El Gobierno, sin reacción
La Libertad Avanza no puso demasiada resistencia, acostumbrado a un año de derrotas semanales en el Congreso. "Vamos a dar argumentos políticos: ya no sirve hablar de números", señalaron desde el bloque La Libertad Avanza a Letra P.
La única caricia que recibió el oficialismo es que, al menos de palabra, UP se comprometió a no tratar el proyecto para interpelar a Karina Milei, presentado por Sergio Leavy. Como hacen falta dos tercios para su tratamiento, puede pedirse en plena sesión, pero en el peronismo aseguran que no romperán los códigos. El temario lo completan tratados internacionales y un proyecto sobre retiro voluntario del Senado.
Este jueves, Milei se convertirá en el primer presidente en 22 años al que el Congreso le rechace un veto. La última ocasión fue ante un veto parcial, esto es, la corrección que el Ejecutivo hace de algunos fragmentos de una ley. No es que en este tiempo no haya habido resistencia legislativa a la decisión de un Presidente de eliminar leyes, sino que, ante esa situación, los jefes de Estado revisaban su decisión para evitar un papelón.
Milei prefirió a todo o nada y, con la emergencia en discapacidad, parece destinado a quedarse sin nada. La oposición repetirá la mayoría especial (dos tercios) que ya exhibió en el Senado para sancionar el proyecto y el veto quedará anulado. Esa vez, hace ya casi dos meses, hubo 55 votos a favor, ocho por encima del número requerido.
El número puede crecer porque este jueves, el Gobierno llegará más debilitado, por los coletazos del cierre de listas y el escándalo por los audios del extitular de la ANDIS, Diego Spagnuolo, sobre supuestos pedidos de coimas. Sólo dejaron sus bancas vacías La Libertad Avanza, aliados del PRO, Francisco Paoltroni (ahora de retorno a LLA), Mónica Silva (Río Negro) y radicales de Mendoza y Chaco.
Ni siquiera entre los socios que tuvo el Gobierno aquella vez había decisión de volver a ausentarse. Este miércoles, senadores amarillos iban a llamar a Mauricio Macri para pedirle no quedar enfrentados a la discapacidad. El radicalismo tenía una reunión de bloque.
Los aliados coinciden con Milei en que no es financiable un aumento de pensiones por discapacidad, pero no aceptan continuar con las prestaciones congeladas. "Si hubieran hecho un veto parcial, saldrían. No fueron por ahí y la historia está terminada", se resignó un referente del PRO ante Letra P. La pelea, de rechazar el veto, será por la promulgación de la ley, que el Presidente busca demorar.
Además, el itinerario de derrotas libertarias en la cámara alta tendrá otra jornada el 18 de septiembre, cuando habrá una sesión con todos los expedientes pendientes y en la que UP podría aprovechar para eliminar algún decreto.
Sin decretos
Tan o más doloroso para Milei será que el Senado apruebe, tal vez con mayoría especial, el proyecto para restringir el uso de decretos presidenciales, el instrumento predilecto del Presidente para ignorar al Parlamento. Con apoyo de todos los bloques, la iniciativa, que obligará al Presidente a pedir permiso para tomar medidas. será enviada a Diputados.
El proyecto obliga a reducir el contenido de los decretos (que pueden ser de urgencia -DNU-, delegados o promulgación parcial leyes) a una sola materia (no podría repetirse el 70/23) y se habilita su tratamiento en el Congreso en el receso de verano. Además, seguirán rigiendo ni bien se publiquen -como hasta ahora- pero sólo por 90 días.
Deberán aprobarse en ambas cámaras en los 90 días siguientes a su publicación. Si son rechazados, el Presidente no podrá firmar un decreto similar durante el año. La regulación abarca a los DNU, como también a los decretos delegados (como los que pidió Federico Sturzenegger) y los vetos parciales.
Si el proyecto es aprobado con mayoría especial, el foco estará en Diputados, donde Martín Menem necesita evitar ese número para blindar un eventual veto presidencial. Dependerá y mucho de los aliados del PRO y de fuerzas provinciales que conserve. Será una pelea voto a voto.