Desde el martes a la tarde, el candidato presidencial de la Libertad Avanza, Javier Milei, se internó en su residencia de Benavidez a estudiar para el debate presidencial con sus rivales que tendrá el próximo domingo en la Facultad de Derecho de la UBA. Solo interrumpió el entrenamiento para viajar a Mar del Plata al encuentro con el empresariado que se amuchó para escucharlo en un exclusivo rooftop. Los ensayos tuvieron un plan definido: prevalecer en el intercambio sobre seguridad, defenderse de los ataques que recibirá en el capítulo de trabajo y producción y, sobre todo, en el de desarrollo humano, vivienda y protección del ambiente, cuando espera pelear solo contra sus cuatro contrincantes.
“El objetivo es ganar cada tópico. O, de mínima, no perder”, remarcan en el equipo del libertario, pero reconocen que es en la discusión sobre seguridad donde más confianza se tiene. Lo asesora su compañera de fórmula, Victoria Villarruel, quien tendrá a cargo el área en un eventual gobierno de La Libertad Avanza (LLA).
El combate al narcotráfico, el control de las fronteras y el endurecimiento de la legislación penal son algunos de los asuntos en los que Milei tratará de destacarse. Deberá protegerse de los reproches que le hará su rival de Unión Por la Patria, Sergio Massa, por haber promovido la libre portación de armas, una de las tantas acusaciones sobre su pasado que el diputado niega desde que es candidato presidencial.
Además, según la hoja de ruta que tienen en LLA, Milei utilizará la mayor cantidad de instancias de derecho a réplica durante el capítulo de seguridad, así como en Santiago del Estero los agotó durante la discusión económica. La mayoría de las consultas estarán dirigidas a Massa, quien en este tema será atacado además por la postulante de Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich.
Milei y Villarruel confían en sus beneficios de inventario para prevalecer sobre la ex ministra de Seguridad, a quien el economista le enrostrará las cuentas pendientes que dejó en su paso por esa función. Será el momento que utilizará para seguir golpeando a Bullrich en búsqueda de los votos que le faltan para ganar en primera vuelta.
De todos modos, Milei volverá a evitar mostrarse alterado como lo exhiben sus viejas intervenciones televisivas, que resultaron útiles para atraer jóvenes, pero ahuyentan a los adultos mayores. Se trata de la misma estrategia que aplica para grabar spot audiovisuales.
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En el capítulo sobre trabajo y producción, el economista se preparó con su flamante candidato a secretario de Trabajo, Gustavo Morón, un exfuncionario de los gobiernos de Mauricio Macri y Alberto Fernández, pero, sobre todo, un lobbista de las empresas aseguradoras, que asoman como las principales favorecidas en un gobierno de La Libertad Avanza.
Es que el diputado propone sustituir los despidos por un seguro de desempleo que tenga respaldo financiero, según anunció durante la conferencia que organizó el jefe del sindicato de gastronómicos, Luis Barrionuevo.
El polémico sindicalista no participó de la preparación del debate, pero en LLA aseguran que continúa en contacto con el economista, quien en Santiago del Estero tuvo que defenderse de los ataques de Bullrich por ese vínculo. "Vos sos más casta", le respondió, casi al final de la noche. Tal vez el domingo se produzca un ida y vuelta similar. También en políticas de empleo Bullrich propondrá ideas parecidas a las de Milei, quien tratará de sacar chapa de outsider para superarla.
Pelea verde
El capítulo ambiental, incorporado por pedido de la ciudadanía a través de una covocatoria que realizó la Cámara Nacional Electoral, será el más complejo para el libertario, porque en mayor o menor medida lo dejará enfrentado a sus rivales. Serán cuatro contra uno. Tan poca importancia le asigna Milei a este asunto que ni siquiera tiene un asesor ni pensó en algún raviol de su organigrama para ubicar alguna de las dependencias del actual Ministerio de Ambiente.
De todos modos, el diputado se tiene confianza porque se trata de asuntos en los que su equipo dice identificar un contradiscurso silencioso que puede convertirse en una mayoría con sólo empujar un poco. Su principal detractora será Myriam Bregman, del Frente de Izquierda, a quien Milei intentará ignorar. No sabe si lo logrará. En Santiago del Estero consideró necesario confrontarla sobre el final de la noche para no ser sólo su sparring.
Con estadísticas que esta semana repasó en detalle, Milei insistirá en negar el cambio climático, reconocido en tratados internacionales que tienen la adhesión de Argentina. Para defenderse, destacará las inversiones que resigna el país por las protestas de ambientalistas, una forma de incomodar a Massa, quien el año pasado contribuyó a congelar el debate de la ley de humedales en Diputados por presión de los gobernadores del norte.
El diputado también repasó textos sobre teoría económica, para reafirmar los conceptos que esgrimió durante su conferencia en la Expo EFI, cuando dijo que contaminar un río no puede ser considerado una externalidad, una definición que refiere a supuestos inconvenientes generados por las inversiones productivas, que justifican una regulación estatal.
"No hay ninguna externalidad: si alguien contamina el río, es porque le sobre agua", fue su declaración de aquel día, rápidamente viralizada para denostarlo. Con más argumentos, en la UBA reafirmará los beneficios de la libertad de empresa. Sabe que puede ser su momento más tenso de la noche.