“Es una vergüenza que les permitan leer. Dicen lo que les escribió otro ¿En la Cámara de Diputados no se puede y acá sí?”. Apenas había terminado el primer debate presidencial, en Santiago del Estero, cuando uno de los dirigentes del círculo íntimo de Sergio Massa se quejaba por la actitud de Javier Milei y Patricia Bullirch, que en varios pasajes del evento decidieron repetir de manera textual las anotaciones que tenían en sus atriles.
La protesta de pasillo fue un preámbulo de la discusión que Unión por la Patria (UP) se prepara para dar si Massa llega a la segunda vuelta junto a Milei. No es la única. Mientras el ministro de Economía se prepara para la segunda edición, que se celebrará este domingo en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires (UBA), en el comando de campaña oficialista también tienen bajo la lupa otros pasajes del reglamento, en particular el derecho de réplica, que dio lugar a los cruces más picantes del debate.
Según establece el acuerdo que firmaron los representantes de todas las fuerzas políticas junto a las autoridades de la Cámara Nacional Electoral (CNE), el derecho a réplica estaba previsto para ser ejercido cuando, durante la exposición de un candidato, otro de los participantes se haya “sentido aludido”. En el oficialismo dicen que los candidatos hicieron un mal uso de la herramienta y la convirtieron en una simple refutación de los dichos del orador, sin que existiera alusión alguna a sus pares.
En el bloque de economía, en el primer debate, una intervención de Massa llegó a generar que sus cuatro oponentes apretaran el botón rojo: Milei, Bullrich, Juan Schiaretti y Myriam Bregman. Pese a las quejas, lo sucedido estaba dentro de las previsiones del candidato, que sabía que sus derechos de réplica se agotarían en el primer segmento, tal como sucedió. Massa y Milei agotaron las cinco estipuladas por el reglamento en esa instancia.
La posibilidad de contar con “material de apoyo” había sido tema de discusión durante las reuniones preparatorias. Por pedido de Bullrich y Milei, el reglamento estableció que los candidatos podían tener sobre el atril “hasta cinco hojas manuscritas o impresas de exclusivo uso interno con tamaño de letra hasta 14”. Nada dice el texto de manera explícita sobre la prohibición de lectura, un punto que objetó el equipo de Massa y que pondrá nuevamente en debate en caso de llegar al ballotage. La edición previa a una eventual segunda vuelta está agendada para el 12 de noviembre.
La lectura marcó una diferencia fundamental con el debate de 2019, también organizado por la CNE. En aquella edición, los candidatos no pudieron llevar consigo documentos ni apuntes. El equipo de Mauricio Macri intentó dar la batalla, pero el pedido fue vetado por los asesores de Alberto Fernández y del resto de los candidatos. Solo tuvieron sobre los atriles hojas en blanco y lapiceras para hacer anotaciones.
Confiado, el massismo ya piensa en volver a dar la discusión en una eventual segunda etapa. Milei también tuvo sus quejas durante el debate, cuando Massa le habló fuera de micrófono luego de pedirle que le pidiera disculpas al papa Francisco por sus insultos.
Calentando motores
Massa ya empezó a estudiar para la edición del domingo, que tendrá como ejes temáticos seguridad, trabajo y producción y, por último, desarrollo humano, vivienda y protección del ambiente. En UP dicen que el candidato está “entusiasmado”, porque siente que domina con tranquilidad los tres ejes.
En Seguridad, Massa podrá poner como ejemplo sus logros en la materia cuando estuvo a cargo del municipio de Tigre, que incluyó la instalación de cámaras y botones antipánico, un centro de monitoreo y un sistema de patrullaje municipal. El ministro remarcó varias veces durante la campaña presidencial que bajó el delito “en un 92%” gracias al sistema de seguridad inteligente. Trabaja en su propuesta nacional junto al diputado Ramiro Gutiérrez y al Eduardo Freijoo, exsecretario de Tigre encargado del área.
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El equipo de UP da por descontado que Milei y Bullrich también jugarán fuerte en ese segmento. La candidata de Juntos por el Cambio fue ministra de esa cartera durante el gobierno de Macri. El massismo cree que el libertario la correrá por derecha, con las propuestas de Victoria Villarruel, la aspirante a la vicepresidencia por LLA.
Massa trabaja en los ejes de producción y trabajo junto al secretario de Industria, José Ignacio de Mendiguren, y el equipo económico que conforman Guillermo Michel, Leonardo Madcur y Gabriel Rubinstein. También incluyó en las consultas a varios empresarios.
El segmento dedicado a desarrollo humano, vivienda y protección del ambiente fue incluido en el temario del debate por pedido de la ciudadanía, como sucedió en la primera edición con derechos humanos. Massa prepara su intervención junto al viceministro de Ambiente, Sergio Federovisky. La polémica está anunciada: Milei ya dijo varias veces que no cree en el cambio climático.
“Tenemos un candidato que, disfrazando su posición de provocación intelectual defiende intereses y un modelo de producción ultra capitalista en los que la matriz fundamental es la externalización de los costos por parte de la industria para que los absorba la sociedad en modo de daño ambiental y pérdida de su bienestar socio ambiental", dijo Federovisky en diálogo con radio Provincia. El viceministro marcó la posición que llevará Massa: “Creemos que hay que explotar los recursos naturales, pero con controles ambientales, participación social y fundamentalmente sin convertirlo en un saqueo".
