CONCEJO DELIBERANTE

Córdoba: el PRO se debate entre la supervivencia o la desaparición política en la capital

Si Soher el Sukaria se incorpora al esquema de Javier Milei y Jesica Rovetto no renuncia, la UCR ganará una banca más. Horas de interna feroz.

La sucursal del PRO que Mauricio Macri abrió en Córdoba hace más de una década transita horas críticas. Al desarme organizado que lleva adelante el gobernador electo, Martín Llaryora, -en connivencia con los resortes políticos que se referencian con Horacio Rodríguez Larreta en la provincia- se suma la atomización interna de un partido que está pagando la ausencia de liderazgos locales y nacionales ordenadores. La situación es crítica porque existe la posibilidad de que no haya representantes orgánicos del espacio en el nuevo Concejo Deliberante de la capital, pese a que ganaron tres bancas.

La compañera de fórmula de Rodrigo de Loredo, Soher El Sukaria, se enfrenta a un dilema total. Por pertenecer al círculo de confianza del expresidente y por su expertise podría integrar el gabinete nacional. Esa posibilidad sigue abierta, pero choca con un problema no menor de la política doméstica, al punto que la diputada analiza asumir su banca y dar por terminada la posibilidad nacional.

Si El Sukaria no toma su lugar en el Concejo, el PRO no tendrá representación formal porque en la línea de suplentes sigue la UCR. Como anticipó Letra P en exclusiva, el hombre que responde a Héctor Baldassi, Gabriel Huespe, se separó del pelotón de Juntos por el Cambio y tendrá un bloque propio.

Pero hay más. Si la Justicia levanta el pulgar para que pueda asumir, la vicepresidenta de la Juventud del PRO, Jessica Rovetto Yapur, también tendrá un espacio propio por la resistencia total de los espacios amarillo, radical y juecista.

En la sesión preparatoria, el Concejo Deliberante quedó en el umbral de sentar un precedente en la vida democrática de la institución legislativa de la capital cuando no permitió a Rovetto prestar juramento. El cuerpo legislativo decidió retrasar el acto institucional porque la situación personal de la dirigente es compleja.

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Durante la campaña municipal se conoció que la vicepresidenta de la juventud amarilla es la abogada defensora de su pareja, imputada en una causa por narcotráfico; y tiempo después, la Secretaría de la Niñez, Adolescencia y Familia resolvió quitarle a su bebé luego que una clínica privada activara el protocolo por sospecha de violencia. Este medio pudo conocer de fuentes judiciales que pesa una medida de restricción para que no se acerque a la familia de la cuidadora temporal de la criatura. Incluso, pese a la intensa actividad mediática de la joven, el organismo de protección infantil no cambió su postura.

La Justicia y la rosca

La comisión política del Concejo pidió oficio a la Justicia para avanzar con esta incorporación problemática. “Si no hay impedimento legal, asumirá”, confiaban altas fuentes de JxC a este portal que saben que Rovetto es "ficha limpia".

Parte del PRO coloca la mira en los últimos movimientos del viceintendente electo, Javier Pretto, a quien sus ex conmilitones le endilgan gestiones para que Rovetto “ayude” a Hacemos Unidos por Córdoba cuando se necesite mayoría agravada. El oficialismo niega cualquier vinculación en este sentido, pero el historial de rivalidades amarillas amerita alguna sospecha.

Ahora bien, la permanencia de Rovetto acorta el margen de decisiones políticas de El Sukaria, porque si esa banca quedara libre podría ocuparla Lucía de Bernardi, otra dirigente joven del espacio que reporta directamente a la diputada macrista.

Si bien sigue pendiente el café entre Macri y El Sukaria, la restructuración del PRO a nivel nacional y en las provincias empieza a asomar como una prioridad. La vicepresidenta del partido amarillo pidió a su círculo manejarse con cautela y “cuidar lo propio”. El sentido conservador del mandato supone cuidar los espacios de poder real, empezando por el recinto legislativo de la ciudad.

Gabriel Huespe, hombre de Héctor Baldassi en el Concejo, rompe el bloque de JxC.
Martín Llaryora, Daniel Passerini y Alejandra Vigo, el tridente ganador en el reparto de espacios en el oficialismo capitalino. 

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