Jessica Rovetto Yapur tiene una experiencia política que se puede contar con los dedos de una mano. En poco tiempo la vicepresidenta de la Juventud del PRO de Córdoba logró un objetivo de máxima: integrar la lista para el Concejo Deliberante de la ciudad capital en la lista que encabezaba el (supuestamente) imbatible radical, Rodrigo de Loredo. La campaña tuvo a la joven abogada en el ojo de la tormenta.
La dirigente que creció bajo el madrinazgo de la diputada Laura Rodríguez Machado volvió a la escena al ser vinculada por otro tema de impacto. El equipo de salud de una clínica privada activó el protocolo por presunto maltrato infantil cuando Rovetto Yapur llevó a su bebé a la guardia por una “mancha en la mano”.
Los partidos que integran JxC exigieron la renuncia inmediata de la concejala electa y solicitaron una rápida intervención judicial atendiendo al resguardo del menor. Sin embargo, Rovetto Yapur no acusó recibo.
En exclusiva, Letra P pudo conocer del entorno directo la respuesta al mandato aliancista: no va a renunciar a su cargo. Su primera aparición pública será el 16 de octubre, a las 18, en el Teatro del Libertador San Martín. Ese día, el nuevo cuerpo legislativo de la ciudad recibirá sus diplomas de autoridades electas. La rosca hasta entonces será terrible.
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Rovetto Yapur ya diseña un raid mediático para explicar al detalle las dos causas que la involucraron porque, insisten altas fuentes, estarían prontas a resolverse favorablemente. “Su pareja es inocente y la situación con su pequeño fue un malentendido del que no se descarta intencionalidad política; no va a tirar injustamente por la borda más de ocho años de trabajo. La va pelear a fondo”, anticipan los movimientos de la concejala que empezó con el pie izquierdo.
Lo cierto es que JxC no la quiere en sus filas. La propia Rodríguez Machado y el presidente del PRO, Oscar Agost Carreño, intentaron persuadirla en un café. La mujer está plantada.
Mauricio Macri apuró a Juez
El senador Luis Juez y el jefe del bloque PRO en la Legislatura, Darío Capitani, protagonizaron uno de los duelos políticos más picantes de los que se recuerde dentro de JxC. A modo de resumen, el jefe del Frente Cívico le dijo “corrupto” en el marco de la aprobación del juego online en la provincia. El expresidente del partido amarillo lo llamó “patotero”, entre otras delicatessen.
En plena campaña provincial, la venganza continuó. Capitani le vació el acto de campaña en Villa María, ciudad de la que es oriundo e intentará gobernar si gana las elecciones de este domingo.
Juez se mostró magnánimo al participar de las pompas proselitistas de su ¿otrora? enemigo. “Las diferencias, las peleas, las hemos hablado. Somos dos tipos frontales y nadie puede esperar de nosotros una ‘agachada’, así que con igual firmeza y contundencia estoy acá respaldando su candidatura”, expresó su apoyo un maduro Juez.
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Mauricio Macri y Luis Juez, en Córdoba.
Sin embargo, cuentan voces informadas de Villa María que Juez ni amagaba con cumplir esa promesa de apoyo. El expresidente Mauricio Macri apuró la foto de la paz porque Capitani detectó, precisamente, algunas "agachadas".
Cuentan que el día que el cofundador de Cambiemos viajó a la ciudad cabecera del departamento General San Martín mantuvo una reunión de una hora y media con Capitani. "Mauricio, algunos juecistas nos están jugando para atrás", dicen que acusó el candidato ante el expresidente.
En ese marco, Macri agarró el teléfono, llamó a Juez y le “sugirió” programar un viaje urgente para apoyar a JxC en la pelea electoral contra el panperonismo que gobierna la ciudad desde 1999. Ordenó el gallinero.
Nombres por goteo
La Municipalidad de Córdoba es un hervidero. El gobernador electo, Martín Llaryora, y su sucesor en el Palacio 6 de Julio, Daniel Passerini, mantienen la incógnita sobre sus futuros gabinetes. Son pocos los nombres confirmados y muchas las especulaciones.
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La incertidumbre se vive con especial dramatismo en el Palacio 6 de Julio porque saben que primero se definirá el staff provincial y, recién allí, se verá luego quiénes quedan en el municipio. "Es un gabinete dominó", advierten desde posiciones centrales. La secretaría de Gobierno es la única que tiene un hombre confirmado: la mano derecha de Passerini, Rodrigo Fernández, ocupará ese lugar.
En el pelotón de la “continuidad” se ubicarían otros dos funcionarios municipales de Llaryora. El secretario de Desarrollo Metropolitano, Gabriel Bermúdez, tenía interés en regresar a Economía, la cartera que ocupó durante la administración de Daniel Giacomino. Sin embargo, Passerini le encomendará otro rol que ya desempeñó en la provincia: Transporte, pero con una mirada también metropolitana.
El ocupante del manejo de ese servicio público, Marcelo Rodio, migrará al Panal. Si bien los nombres siguen anotados con lápiz, el lugar que ocupará será la Agencia Córdoba Deportes, hoy a cargo de Héctor Pichi Campana, que ya sabe que irá al municipio, pero sin lugar definido aún.
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Verónica Bruera seguiría en la secretaria General, a cargo de las negociaciones con el histórico sindicalista Rubén Daniele; mientras que Juan Domingo Viola parece que tendrá otra estadía en el municipio, sin oferta concreta, pero con chances de continuar bajo en comando de la secretaria de Participación Ciudadana. En Salud, Passerini mira con buenos ojos a su responsable: Ariel Aleksandroff.
Con Guillermo Acosta partiendo con Llaryora al Panal, en la secretaría de Economía del municipio ya suena un nombre, casi puesto: Florencia Constantino, subsecretaria de esa cartera y mujer de extrema confianza de su titular hasta el 10 de diciembre.