Con el aval grueso de la Legislatura, Clara García se convirtió en la presidenta de la Cámara de Diputados de Santa Fe. La socialista consiguió 43 votos positivos de un total de 50 y solo el bloque que conduce Amalia Granata optó por la abstención. En un breve discurso, agradeció a sus pares, auguró un “gobierno transformador” del electo Maximiliano Pullaro y no se privó de criticar duramente al todavía mandatario Omar Perotti, quien asumió su banca y la seguía, inmutable, a unos metros.
García terminó de completar este miércoles la triada conductora de Unidos. Pullaro, el radical, liderará el Ejecutivo; Gisela Scaglia, la PRO, el Senado; y el socialismo la Cámara baja. Pese a algún escarceo tímido, y hasta inocente, de Granata por arrebatarle la presidencia, el PS no tuvo problemas para retener Diputados. Párrafo aparte para la mediática, que empezó rosqueando la presidencia, luego bajó sus pretensiones, se vio derrotada y pidió una vicepresidencia y terminó sin nada.
Para acceder a la presidencia, García –y sus espadas políticas, Joaquín Blanco y Pablo Farías– ordenó la situación interna del PS. El grupo que lidera Antonio Bonfatti se comprometió a votarla para la poltrona más pesada y aceptó el armado de un único bloque. Bonfatti presidió temporalmente la jura de los diputados y diputadas por ser el legislador de mayor edad, tal como mandan las normas.
Antes de la sesión, y a sabiendas de la resolución, Pullaro estuvo en la Legislatura para acompañar y abrazar a García. Propuesta por el propio Blanco, la viuda de Miguel Lifschitz dijo que el del radical será “un gobierno transformador”. “Deseo firmemente que lo que votemos tenga el mayor de los consensos. No aprovechar las sustanciales mayorías, sino hacer un don a la libertad democrática, porque vamos a tratar aquí temas trascendentes”, apuntó.
Sobre el final de su discurso, García no se guardó un palo para Perotti, que la observaba a cinco metros, no más. “Estoy en un estrado donde hace cuatro años Lifschitz, que era el presidente de nuestra Cámara, fue acusado de manera artera y falaz. Y como hombre respetuoso, democrático, eligió el silencio”. Fue dura, pero sonó a que quiso decir más.
Luego, al dialogar con los medios, ahondó: “En el discurso en el cual asumía, Perotti dijo claramente que Lifschitz, a quien tenía sentado a su lado, había tenido complicidad y convivencia con la criminalidad organizada. Miguel, un hombre de diálogo y democracia, hizo un silencio respetuoso a la espera que la vida pusiera en su lugar la verdad y la mentira”.
Una Cámara de peso
A García le tocará conducir un espacio de volumen político elevado, con jugadores y jugadoras de peso. El ciclo que arrancó en Diputados contendrá a Bonfatti y Perotti como exgobernadores, pero también a las actuales vicegobernadora Alejandra Rodenas y ministra de Gobierno Celia Arena, así como el extitular de dicha cartera Rubén Galassi. A la vez, continuará el actual presidente del cuerpo Pablo Farías.
