Gobierna la capital política de la provincia con apoyo del gobernador Torres. Pesada herencia, un Concejo picado y proyectos para cambiar el perfil productivo.
Chubut: Gerardo Merino lidia con una oposición dura y el karma de la industria para reinventar Trelew
Un dicho muy frecuente en la política de Chubut reza que, a pesar de que la capital provincial es la ciudad de Rawson, la capital política es Trelew. Varios gobernadores pegaron el salto desde la intendencia o iniciaron su carrera allí: Atilio Viglione, Mario Das Neves, Carlos Maestro y el actual mandatario Ignacio Torres, entre otros.
La ciudad está gobernada hoy por Gerardo Merino, dirigente radical que ganó en 2023 con el apoyo de Nacho Torres y rompió con dos décadas de hegemonía peronista en Trelew. Sin embargo, algunas esquirlas de las gestiones anteriores todavía continúan haciendo mella en la vida de la ciudad, como una piedra en el zapato del dirigente que hoy gobierna con equipo propio y gravitando alrededor de un Concejo Deliberante con mayoría oficialista, pero con una oposición dura y algo de fuego amigo.
En el Concejo Deliberante, Merino enfrenta una oposición cerrada, que pelea en minoría. La presidenta del cuerpo es Claudia Monají, comerciante local surgida del PRO que responde a Torres. Está acompañada por cinco ediles del oficialismo que responden al partido amarillo y al radicalismo. La oposición tiene cuatro asientos.
Belén Baskovc, quien llegó a la banca de la mano del PLICh (la versión provincial de La Libertad Avanza), rápidamente abandonó el espacio reconociendo que se trataba de una alianza electoral entre el diputado César Treffinger y el ex candidato a intendente peronista César Mac Karthy, y conformó el monobloque Hacemos Trelew, de estrecho arraigo peronista. De este modo, La Libertad Avanza se quedó sin representación en el parlamento local, algo similar a lo que ocurre en la Legislatura, donde los tres diputados que asumieron sus bancas de la mano del PLICh ya ni siquiera mantiene una comunicación activa con Treffinger.
A pesar de que las cifras le son favorables al Ejecutivo para la aprobación de los proyectos en el recinto, la oposición ha sabido jugar su rol, exponiendo algunas falencias y las incongruencias de algunas iniciativas. Esto no garantiza que los proyectos no vayan a prosperar, pero en algunos casos sí le imprimen un determinante costo político al Ejecutivo en el debate parlamentario.
Por estos días, el debate más antipático para el Concejo, que el Ejecutivo mira de reojo, es la eventual cesión de tierras municipales al Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE), organización social que en Chubut opera a través de la asociación Raíces Dignidad y que depende directamente de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), manejada por Juan Grabois a nivel nacional. Se trata de un proyecto de vieja data que la composición anterior del Concejo Deliberante aprobó en su última sesión ordinaria y que la nueva gestión municipal vetó para presentar, sorpresivamente tres meses más tarde, el mismo proyecto con algunas leves modificaciones.
En Trelew, el MTE reúne a cientos de feriantes y trabajadores de la economía popular. El movimiento ha recibido un sinnúmero de beneficios cuando el intendente Adrián Maderna gobernaba los destinos de la ciudad. Integrantes de dicha organización hoy aguardan ser sometidos a un juicio por jurados tras provocar un incendio que casi consume el principal diario local, en el marco de las protestas contra la minería que se desataron en Chubut a fines de 2021. Un auténtico “grupo de choque”, dicen sus críticos, financiado por una millonaria caja nacional y que habría vuelto a ejercer presión en todas las direcciones para concretar la cesión de un predio cuyo valor es de cientos de miles de dólares, donde el MTE se propone construir una nave de feriantes.
En este contexto, pasado, presente y futuro se entremezclaron en un debate que encontró oposición hasta en el oficialismo: Monají es una de las que se opone, a pesar de que Merino tendría las manos suficientes en el recinto por un acuerdo entre parte de su bloque y un sector opositor para aprobar la polémica cesión al MTE.
El tratamiento de la cesión de tierras fue demorada por un sinnúmero de reuniones y pedidos de información. El retraso en la toma de decisiones deja entrever que Merino todavía analiza el impacto político negativo que podría asestarle a la gestión la cesión de tierras de tanto valor a una agrupación que supo ser uno de los principales brazos políticos de su antecesor.
A la par de la rosca política, la reconversión del perfil productivo de Trelew es un tema que impacta en la gestión del intendente. Luego de que se conociera la futura inversión de YPF y Petronas para la instalación de una planta de GNL en Río Negro, Merino deslizó que uno de sus objetivos es que Trelew se posicione como un “nodo logístico” para las demandas de compre local que requiera el desarrollo en la ciudad rionegrina de Punta Colorada.
Sin embargo, esta idea quedó rápidamente en un segundo plano luego de que Torres confirmara que se reunirá con su par rionegrino, Alberto Weretilneck, y el intendente de Puerto Madryn, Gustavo Sastre, quien administra la ciudad costera más próxima a Punta Colorada y, por ende, más proclive a formar parte del esquema operativo del megaproyecto.
En paralelo, y atento a los índices de desocupación que durante varios años incluyeron al conglomerado Rawson-Trelew como uno de los de mayor pobreza en el país, Merino busca reflotar un histórico proyecto que, en 40 años, nunca recibió luz verde y que, en varias ocasiones, fue abordado por la anterior gestión municipal: la Central de Cargas. Se trata de una ambiciosa iniciativa para instalar un polo logístico en la ciudad valletana, a partir de la cesión de terrenos municipales para una obra cuyo presupuesto había sido estimado en casi 100 millones de dólares en 2019.
La instalación de una Subzona Franca en Trelew también es uno de los principales proyectos de Torres, que confirmó una reunión próxima con Toto Caputo para destrabar la firma que falta y poner en marcha la iniciativa en el Parque Industrial de Trelew. La Subzona Franca prevé un esquema de incentivos fiscales, entre otros beneficios, para fomentar las inversiones privadas y la llegada de nuevas empresas a un parque industrial que décadas atrás era modelo a nivel nacional y que hoy funciona a menos de la mitad de su capacidad operativa.
En este sentido, el desarrollo económico de Trelew todavía parece ser un desafío que depende de negociaciones en el ámbito provincial y nacional. Mientras, Merino transita sus primeros meses al mando del de la intendencia entre lo que denomina como un auténtico campo minado por la anterior gestión y una administración municipal que busca consolidar su sello propio, tras dos décadas de peronismo y un preocupante tejido social en una Argentina signada por el alza de tarifas y la pérdida de poder adquisitivo en los últimos meses.