La Cooperativa de Electricidad Bariloche (CEB) es una empresa prestadora de servicios, pero también un lugar codiciado por la dirigencia política de la ciudad más poblada de Río Negro. Varias figuras ansían formar parte de la toma de decisiones de una institución que, en su último balance, aprobado en junio de 2022, arrojó una situación patrimonial de 5.600 millones de pesos. Este sábado se ponen en juego 126 cargos en un padrón que cuenta con 56.000 personas asociadas habilitadas.
La historia de esta empresa se remonta a la década del 50, cuando un grupo de vecinos y vecinas decidió desplazar a la Compañía de Servicios Públicos de Río Negro por el deficiente servicio que prestaba. Desde entonces, la conformación de los Consejos de Administración se transformaron en espacios de poder que, bien administrados, permitieron catapultar a la intendencia municipal a dirigentes como el recordado Alberto “Beto” Icare o el contador Omar Goye quien, luego del escándalo de los saqueos ocurridos en diciembre de 2012, terminó destituido tras un referéndum popular.
Lo cierto que la actividad política en esta organización está siempre activa. Con elecciones cada año, salvo contadas excepciones, la CEB renueva los cargos disponibles para las delegaciones, consejerías y sillas de fiscalización ya que los vencimientos de sus integrante rara vez coinciden. Este es el caso de lo que ocurrirá este año aunque con el foco puesto sobre cuatro de los siete asientos titulares en el Consejo, ya que tres de ellos responden al oficialismo que mantiene la Lista Blanca. Una oportunidad para las tres listas opositoras que intentarán horadar la construcción actual, teniendo en cuenta que esos cargos son un boleto de ingreso al Comité Ejecutivo, el órgano encargado de dar las directrices de gestión con lo que ello implica en las posibilidades de tocar cada fibra de la ciudad.
Guerra de colores
En este punto es donde los partidos políticos hacen su aparición y de maneras diversas. Esta vez la oposición se materializó en las listas Magenta, Azul, y también la Roja, que supo mantenerse en la conducción durante 16 años. A diferencia de lo que ocurre en cualquier contienda electoral, cuando se trata de la CEB la dirigencia adopta las más variadas estrategias. Este es el caso de Juntos Somos Río Negro (JSRN), cuyos referentes andinos se colaron en listas opositoras pero también en una alianza que construyó el oficialismo que hoy conduce el ex candidato a intendente por Juntos por el Cambio Carlos Aristegui para asegurar su permanencia.
En la Blanca confluyen el intendente Gustavo Gennuso y la legisladora electa Marcela González Abdala, entre quienes administraron el municipio en los últimos ocho años. Este sector también contará con el respaldo de algunos gremios como la Utedyc o el sindicato de taxistas que lidera el consejero Luis Barrales.
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Carlos Aristegui, del PRO, encabeza la CEB en San Carlos de Bariloche.
Lo que suele tardar meses en una estructura estatal puede llevar tan solo semanas en la empresa cooperativa. Es que luego de las últimas elecciones municipales, en las que Aristegui se sumó al sector de Aníbal Tortoriello, se produjo una división interna en el PRO. Algunos mantuvieron su acompañamiento, pero en otros casos, como los miembros del Foro de Convocatoria a la Participación Ciudadana (CPC), repudiaron aquel acuerdo y, todavía heridos, armaron una lista propia: la de color Magenta.
A esa boleta se integró una exfuncionaria de Gennuso, la abogada Sonia Gutkin que responde al partido del concejal Pablo Chamatrópulos (Podemos Bariloche). Sin embargo este grupo sufrió un duro revés ya que no logró superar las impugnaciones y solo compulsará por los espacios para Delegados que podrán participar de las Asambleas.
Con el deseo de recuperar el mando de la empresa cooperativa, la lista Roja buscará renovar la presencia de la exempresaria de transporte Inés Cárcamo, sumar la del radical Alejandro Pozas, el referente social José “Cachito” Lepio, vinculado al concejal electo Juan Pablo Ferrari (JSRN), y la exlegisladora Beatriz Contreras, quien integra el sector del ministro de Obras Públicas, Carlos Valeri. También lograron incorporar el respaldo del intendente electo de Dina Huapi, Hugo Cobarrubia (UCR).
Cortés, un jugador clave
Un actor que solía frecuentar estas elecciones es el intendente electo Walter Cortés. En otros tiempos lo hizo dentro del armado que ofrecía la lista Roja, pero esta vez decidió tomar su propio camino y participar con la lista Azul. En este sector se encuentran el abogado Martín Domínguez, quien ya fue consejero en la CEB, y la ex defensora del Pueblo Beatriz Oñate. Una oportunidad inigualable para Cortés quien, además del Sindicato de Comercio, domina el Ejecutivo, controla la presidencia del Concejo Municipal y ahora podría inmiscuirse en la segunda organización de mayor importancia en Bariloche.
A pesar de la ingeniería que realizan los referentes políticos para hacerse lugar en la empresa cooperativa, las elecciones no logran atraer el interés de miles de personas asociadas que tienen un pilar de luz a su nombre. En la votación de 2019, aquella en la que la Blanca rompió la hegemonía de la lista Roja, se logró una histórica participación con 5.508 votantes, pero ese número no se repitió en los años siguientes. En 2021, sólo unas 3.700 personas acudieron a la elección y en 2022 la cifra cayó a 2.453, un 5% del padrón electoral.
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Walter Cortés tiene que gobernar la ciudad más compleja y poblada de Río Negro.
No caben dudas que la trama de poder, traiciones y acuerdos inesperados no logra generar interés en la masa societaria. Ni siquiera logran el efecto deseado los intentos por resaltar la importancia de la participación directa para la toma de decisiones, en contrapartida con lo que sucede en el Estado.
Una fuente con oficina propia en el edificio de John O'Connor 56 reconoció que se espera que este sábado el número sea aún menor al del año anterior. Las esperanzas están puestas en la lluvia que anuncia el pronóstico y que la gente, sin otro plan más que disfrutar de sus aparatos alimentados con la electricidad que provee la CEB, se acerque a una mesa de votación y se incline por alguna de las opciones que seguramente reconocerá de alguna pasada elección.
